Una mujer de 35 años, y sus tres hijos de 8, 7 y 3 años de edad, además de una adolescente de 15 años que cuidaba a los chicos murieron asfixiados ayer a la mañana por inhalación de monóxido de carbono en un Fonavi ubicado en el lÃmite de los barrios Casiano Casas y La Cerámica, en la zona noroeste de Rosario. El fatal accidente se produjo en las primeras horas de la mañana, en el departamento 16 del primer piso del monobock 70, ubicado en Ghiraldo 2051, donde vivÃa Claudia Raquel Palacios, de 35 años, junto a sus tres hijos: Cecilia Bonino, MartÃn y Máximo AgustÃn, de 8, 7 y 3 años de edad. Además permanecÃa junto al grupo familiar Valeria Oliveto, de 15 años, quien hacÃa las veces de niñera.
El episodio fue denunciado ante personal de la seccional 30, que posee jurisdicción en esa zona, por la hija adolescente de 16 años, que ingresó esta mañana al hogar y encontró sin vida a su madre, a sus hermanos y a la niñera. Aparentemente, una fuga de gas en el calefón de la casa habrÃa producido la muerte de las cinco personas.
Según personal de bomberos y policÃa, los habitantes murieron asfixiados por emanación de mónoxido de carbono. Mientras tanto, el juzgado correccional de turno interviene en la causa y los cuerpos fueron trasladados a Instituto Médico Legal de Rosario, para hacer la autopsia.
La falla se produjo en un calefón y la pérdida provocó la intoxicación de las cinco personas que se encontraban en el interior, e incluso de la mascota, un gato, que también murió.
El trágico suceso se suma a la muerte de un indigente de 67 años, que falleció en la calle durante la madrugada del domingo 1º de junio, en un pico de frÃo.
En tanto, la SecretarÃa de Salud Pública reiteró las recomendaciones para la población para evitar los accidentes domésticos debido a la emanación de gas por una mala combustión. Indicaron que se deben controlar los artefactos para calefaccionar y ventilar adecuadamente los ambientes. El monóxido de carbono se genera por la combustión incompleta de gas natural, el gas licuado, el kerosene, el carbón, la leña, la gasolina -motores de combustión-, madera, papel y aceite, entre otros. Es un gas altamente venenoso que no tiene color, olor ni sabor y es casi imposible de detectar.
El gas genera en las personas sÃntomas como confusión, mareos, dolores de cabeza, zumbido de oÃdos, nauseas, vómitos, palpitaciones, parálisis, convulsiones, coma y, en caso de concentraciones muy altas, puede derivar en la muerte.
Por otra parte, se hace imprescindible controlar que la llama de los mecheros sea de color azul. Si el color de la misma es amarillo se está produciendo monóxido de carbono. Ante esta situación, apagar el artefacto inmediatamente y revisar el quemador por un gasista matriculado.
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