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Un hombre de 33 a帽os denunci贸 penalmente a la facultad de Odontolog铆a de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) por mala praxis. El pasado 9 de noviembre, Sebasti谩n Salvato concurri贸 a la facultad para tratarse una caries. Mientras una profesora lo anestesiaba, parte de la aguja qued贸 incrustada en su maxilar. "No te va a pasar nada, la aguja se va a encapsular", le dijeron cuando terminaron de extraerle el molar. Desde entonces, el joven sufre dolores agudos por lo que deber谩 ser operado. Seg煤n la adelantaron, la intervenci贸n quir煤rgica no es sencilla y podr铆a traerle varias complicaciones; entre ellas, una probable par谩lisis de la boca. "Es terrible que nadie haya dado la cara, me siento abandonado como persona. Psicol贸gicamente esto me mat贸", expres贸 el denunciante.
Sin embargo, el decano de la Facultad, Guillermo Franchella, dijo a Rosario/12 que el paciente "en todo momento tuvo la contenci贸n que necesitaba y se le ofreci贸 todo. Se actu贸 de buena fe y lo concreto es que no hubo abandono. Se trat贸 de un accidente extremadamente raro, pero ahora entr贸 en el terreno legal y all铆 se termina nuestra competencia".
El joven relat贸 que el 9 de noviembre pasado concurri贸 por la ma帽ana a la facultad de Odontolog铆a por un dolor de muela. Pag贸 la consulta en la guardia y las alumnas que lo recibieron le pidieron que regresara por la tarde porque deb铆an realizar un examen. "Me pusieron una anestesia y como no me agarraba; la profesora se par贸, y al querer coloc谩rmela ella, qued贸 la aguja clavada en el maxilar derecho", explic贸.
La extracci贸n se extendi贸 cuatro horas y media. Mientras tanto, la profesora le dijo al joven que se quedara tranquilo, que la aguja se iba a encapsular, minimizando el incidente. "Estuve con dolores cerca de un mes -record贸 el denunciante- con molestias al comer y al dormir. A los cuatro d铆as la 煤nica persona de la Facultad que me llam贸 fue una alumna, ofreci茅ndome que me sacara otra placa".
A partir de ese momento, Salvato comenz贸 un derrotero por varios especialistas de la ciudad. "Fui al Hospital Espa帽ol, al Sanatorio Norte; todos se lavaban las manos. Yo sent铆a que cubr铆an a la colega. Me sent铆 muy mal psicol贸gicamente, esto me afect贸 mucho. Me sent铆 abandonado y burlado en el momento que me sucedi贸 esto", relat贸 el muchacho de 33 a帽os que est谩 casado y tiene tres hijos.
Finalmente, Salvato consult贸 a un odont贸logo en el Sanatorio Julio Corzo. El especialista le dijo que no pod铆a garantizarle que la aguja no se moviera, pero tambi茅n le advirti贸 que si lo operaba corr铆a algunos riesgos. "Puedo quedar con par谩lisis facial, se me puede quedar dormida la lengua, e incluso no encontrar la aguja porque tiene un espesor muy finito", precis贸 el paciente sobre las posibles secuelas que le anunciaron los m茅dicos que se hicieron cargo de la continuidad de su tratamiento.
"En ese momento decido no operarme -continu贸- pero lamentablemente la aguja se corri贸 y me est谩 afectando un nervio de la cara; tengo una inflamaci贸n cerca del o铆do. Volv铆 a visitar a mi m茅dico y me dijo que me tengo que operar porque si no van a continuar los dolores. Es una cirug铆a complicada y el caso es at铆pico en todo sentido. La aguja est谩 en una zona donde est谩 lleno de paquetes de nervios; tengo terror de operarme, pero no me queda otra".
En su descargo, Franchella indic贸 que en la facultad atienden a unos 100 mil pacientes por a帽o. Y que en 28 a帽os de carrera, nunca vio un accidente de este tipo. El decano sostuvo que "la aguja pudo venir fallada, la profesional pudo haber hecho un movimiento inadecuado, el paciente se pudo haber movido y eso provoc贸 la rotura de la punta de la aguja. La realidad indica que fue un accidente muy extra帽o".
La m谩xima autoridad de la facultad sali贸 al cruce de la denuncia, al se帽alar que al paciente le informaron que "deb铆a controlarse; aunque normalmente no pasa nada". Seg煤n Franchella, "los alumnos lo llamaron para ver c贸mo estaba, pero el paciente no concurri贸 m谩s a la facultad, y manifest贸 que hab铆a consultado a otro odont贸logo".
El decano subray贸 que la actitud de la Facultad no fue indolente. Le ofrecieron hacerse cargo de la situaci贸n y que pudiera elegir al profesional. "Pero a mediados de diciembre ingres贸 una demanda judicial por mesa de entradas", lament贸.
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