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Los principales socios del Frente Progresista volvieron a cruzarse ayer, esta vez a raíz de un proyecto presentado en la Legislatura tendiente a modificar la denominada Ley Borgonovo, transfiriendo autonomía parcial a los municipios de Rosario y Santa Fe, permitiendo que incrementen la cantidad de concejales que tiene cada ciudad. El impulsor de la iniciativa es el radical Darío Boscarol, copresidente de la bancada oficialista en Diputados, el mismo legislador que la semana pasada había cuestionado a un ministro de Hermes Binner por aumentar las tarifas de agua y energía sin consultar con sus aliados. La propuesta permitiría que Rosario pase de sus actuales 22 ediles a 29, mientras que la capital provincial pasaría de 13 a 17. En el socialismo el proyecto no cayó bien: para el presidente del Concejo, Miguel Zamarini "es una mala idea discutir esto cuando está en deuda el debate de la reforma constitucional, o la autonomía de los municipios. Esto lo deben decidir los rosarinos, cuando tengan su carta orgánica, no es una tarea sólo de legisladores o partidos políticos, debe ser consultada", remarcó.
La iniciativa de Boscarol fue avalada también por el PDP y Marcelo Brignoni de Encuentro Popular, bancadas integrantes de la coalición que gobierna la provincia. Apunta a modificar la ley Borgonovo, impulsada por el entonces ministro de Gobierno de Carlos Reutemann en 2002, durante el apogeo del "que se vayan todos". Presentada dentro de una reforma política que no fue tal, la norma se limitó a reducir notablemente el número de ediles en los cuerpos deliberativos. En los municipios de primera categoría (Rosario y Santa Fe) se integran con 10 concejales por los primeros 200 mil habitantes, a los que se le agrega uno más por cada 60.000 o fracción no inferior a 30.000.
"Estamos proponiendo una transferencia parcial de autonomía a los municipios de Santa Fe y Rosario para analizar la cantidad de concejales. La última palabra la tendrá el Concejo de cada una de las ciudades, aunque con un límite, en el caso de Rosario hasta 29 y en el de Santa Fe hasta 17", indicó el legislador en diálogo con LT8.
"Desde ya que la autonomía absoluta se va a lograr cuando se modifique la Constitución y cuando se logre la autonomía municipal. Lo que hacemos es adelantarnos a ese criterio y por ley tenemos la atribución para hacerlo. Sobre todo en la ciudad de Santa Fe se da una situación de inequidad que produjo la ley Borgonovo, donde se redujo la cantidad de concejales pero no así los presupuestos. En Santa Fe hay 13 concejales, al igual que en ciudades como Venado Tuerto, o Rafaela, que tienen 70 mil habitantes contra 400 mil de la capital provincial", agregó.
Para Boscarol, "acá no hay un problema de cuántos concejales hay sino de la eficiencia de los órganos legislativos de primer orden. Esta reducción ha eliminado las minorías en los Concejos deliberantes, inhabilitando la representación de bastos sectores de la sociedad".
Consultado por Rosario/12, Zamarini, rechazó la propuesta: "Es una mala idea discutir esto cuando está en deuda el debate en torno a la reforma constitucional, o la autonomía de los municipios. Lo dice alguien que en su momento se opuso a la Ley Borgonovo por entender que era una intromisión en los asuntos de los municipios. Lo prioritario es definir el rol de los concejales, sus atribuciones y recién después debatir cuántos representantes son necesarios".
Zamarini fue más allá al plantear que a su entender "una eventual Estatuyente rosarina que defina la nueva carta orgánica de la ciudad debiera analizar criterios de representación territorial. Hoy Rosario ha incorporado la división en seis distritos y no sería descabellado incorporar en próximos períodos un cupo de concejales por distrito para mejorar la representación de acuerdo a las realidades de los barrios".
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