Carina, de 30 años y otra chica, de 24, murieron por ser pobres. Ellas llegaron al Hospital Provincial de Rosario con complicaciones de abortos realizados en condiciones inseguras. Los equipos médicos las operaron rápidamente, pero la infección era generalizada. Carina llegó muy mal al centro asistencial, el jueves a la noche, y murió el viernes a la mañana. Por esas mismas horas, ingresó la otra joven, que falleció el sábado. "Es una tragedia que no deberÃa ocurrir", manifestó el subdirector del hospital, Juan Herrmann, y afirmó que todo el equipo está conmovido por lo ocurrido. "Ingresan entre 8 y 10 mujeres con abortos incompletos por semana", explicó el profesional, y puntualizó que en 2008 murieron -sólo allÃ- dos mujeres por esa misma causa. La que dio en la tecla fue Ivana, una amiga de Carina que habló ayer a la mañana por Radio 2. "Otros tienen más posibilidades. Cuando se es pobre, se recurre a cualquier lado por desesperación", puso en palabras lo irreparable. Carina tenÃa tres hijos. "Era una madraza. ParecÃa una gallinita, iba a todos lados con ellos. Yo la veÃa todas las mañanas, cuando salÃa a trabajar", relató aún conmovida. Para la secretaria de Salud de la Provincia, Débora Ferrandini, se trata de "crÃmenes socialmente premeditados y que se cobran vidas de personas pobres".
Carina tenÃa 30 años, dos niños de 16 y 11 años y una niña de 7. Era empleada doméstica y su marido, obrero metalúrgico. VivÃan todos juntos -ahora sin ella- en un asentamiento irregular de French y Formosa, frente a la villa conocida como "de los tobas". La persona que le practicó el aborto, Luisa Valderrama, de 57 años, quedó detenida ayer por la tarde en la seccional 9ª. La mamá de Carina habÃa presentado la denuncia apenas su hija debió ser internada. "Nadie sabÃa que estaba embarazada", contó su amiga más tarde.
Al mismo tiempo, mientras Valderrama quedaba detenida a disposición del juzgado de instrucción número 12, medio centenar de vecinos se acercó a protestar frente a su casa, acusándola por practicar abortos en Empalme Graneros. Los manifestantes destrozaron la vivienda. Llevaban carteles que decÃan "Luisa, basta de abortos" y "dejá de matar mujeres". Contra el Estado que penaliza a esas mujeres pobres no hubo ninguna pancarta.
En el hospital fueron herméticos sobre los datos de las dos chicas. Se limitaron a confirmar que eran "humildes". El subdirector del hospital se excusó de brindar incluso el nombre de pila. "Por respeto a la familia, y al dolor de su pareja, vamos a resguardar su intimidad", indicó. Los datos de Carina se supieron por otra vÃa.
De los entre 400 y 500 abortos que llegan al hospital Provincial por año, las autoridades no tienen certezas de cuántos son provocados. "Priorizamos brindar los cuidados antes que realizar un interrogatorio que podrÃa retrasar la llegada de la población al hospital", aseguró Herrmann, quien apeló: "Les pedimos a las mujeres que hayan tomado esta decisión que apenas empiece a evolucionar la pérdida del embarazo se acerquen a los servicios de salud". El tiempo es crucial para evitar las infecciones. El 2008, sólo en ese hospital de Rosario, hubo dos muertes por complicaciones de aborto. En tanto, también el año pasado, en la Maternidad Martin, los equipos médicos atendieron 94 casos de abortos incompletos, pero ninguno fue mortal.
Sobre el acceso a la atención hospitalaria post-aborto en el Provincial, Herrmann indicó que no saben cuántos de los abortos que tratan son provocados. Las estadÃsticas internacionales indican que la gran mayorÃa. "Tratamos de no avanzar en el cuestionario en ese sentido. Si llega una persona cursando un aborto, se la atiende. Si es importante para el tratamiento, se indaga. Pero la gran mayorÃa de las veces, la evolución es buena, y la mujer lo niega para resguardarse. Es muy importante que desde los servicios de salud tomemos la posición de no generar mayor malestar, para evitar que eso termine siendo una barrera para el acceso temprano, como fue en estos casos", dijo el médico.
"El aborto séptico como causa de muerte es absolutamente evitable en mujeres en edad fértil. Hay muchos obstáculos fundados en la dificultad que tienen las mujeres para el ejercicio de su derechos ciudadanos", indicó Ferrandini. "Esto tiene que ver con el lugar de la mujer en la sociedad, y con el lugar que puede darse a sà misma en el orden de prioridades que en el cuidado familiar, porque siempre se posterga. Esta postergación es directamente proporcional a la exclusión social, en los grupos más excluidos, las mujeres son mucho más excluidas", agregó.
Casi siempre, llegar al hospital es otro paso penoso para mujeres que para entonces ya han atravesado varias instancias dolorosas. "No vamos a emitir opinión sobre la legislación argentina, aunque acompañarÃamos toda iniciativa que permita aumentar la capacidad de decidir de las mujeres, y por lo tanto de preservar su vida", indicó la SecretarÃa de Salud de la provincia, quien afirmó que estas muertes parten "de las dificultades de las mujeres para ejercer sus derechos ciudadanos. Dentro de los sectores excluidos, son las más excluidas". La profesional indicó que "hay un enorme prejuicio punitivo hacia la mujer que ha cometido un aborto, que retrasa su posibilidad de consultar cuando aparecen problemas. Cuando asistimos a gente que consulta en una etapa tan terminal, tenemos que reconocer que tenemos un problema con el acceso", consideró Ferrandini. El cÃrculo cierra sobre la subjetividad, y la vida, de las mujeres. "Se ven a sà mismas, porque se lo hacemos ver como sociedad, como alguien que ha cometido un delito y esto dificulta su posibilidad de consultar para preservar su vida". A partir de su experiencia, aseveró: "El maltrato al que es sometida muchas veces una mujer que llega con un aborto explica que lo piense mil veces antes de ir al hospital, y cuando lo hace, se está muriendo".
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