Una multitud participó ayer a la tarde del acto convocado por el espacio Juicio y Castigo frente al Tribunal Oral Federal Nº 1. Entre adhesiones, discursos de los querellantes, actuaciones musicales, todas las voces coincidieron en calificar el comienzo de los juicios por crÃmenes de lesa humanidad como "un dÃa histórico". Durante la lectura de un documento, los organizadores señalaron que "será responsabilidad de todos nosotros continuar la pelea para que los genocidas tengan lo que corresponden: el castigo, la pena perpetua y la cárcel común".
La convocatoria superó todas las expectativas. Cientos de personas se concentraron en Oroño al 900 para acompañar el comienzo de los históricos juicios por Terrorismo de Estado. Legisladores provinciales, concejales y funcionarios se mezclaban entre militantes de organizaciones polÃticas y sociales. Música, pintadas, banderas, bombos y bengalas antecedieron los discursos.
El concejal Juan Rivero, querellante en la causa Fábrica de Armas, sostuvo que el de ayer fue "después de tanto tiempo de impunidad, obediencia debida e indulto; un dÃa de profunda emoción, donde muchos compañeros, familiares, madres y hermanos, se fueron con la esperanza de que esto fuera realidad. Me emociona muchÃsimo saber que este momento está llegando". Y agregó: "Hay que tener mucha paciencia. Después de 30 años, hemos podido llegar a estos estrados con la firme convicción de que los vamos a juzgar y a condenar". Para Rivero, "todos los jóvenes que están acá evidencian que no fue en vano la lucha de aquellos compañeros, no fue en vano el esperar de las Madres y de los organismos de derechos humanos".
Por su parte, Eduardo Toniolli, militante de HIJOS y querellante en la causa Quinta de Funes, dijo que "el inicio de los juicios es, fundamentalmente, un dÃa de triunfo para nuestras queridas viejas, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que nos enseñaron hace muchÃsimo tiempo que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Es un triunfo también de aquellos viejos entrañables, a los que podemos bautizarlos como los Padres de la Plaza de Mayo, que cuando faltaron sus hijos salieron a patear los tribunales, a patear las puertas de los cuarteles, a buscar una solución y una respuesta. Hoy muchos de ellos no están y les rendimos nuestro homenaje".
Toniolli recordó a "todas las compañeras y compañeros militantes que fueron presos durante la dictadura, que fueron exiliados; a los militantes de los organismos de derechos humanos, que durante todos los dÃas en estos treinta y pico de años caminaron el camino del juicio y castigo, reclamando que los responsables y genocidas vayan presos. A los abogados y abogadas; los de entonces, que presentaban hábeas corpus cuando nadie lo hacÃa, que iban a los tribunales cuando se podÃa perder la vida. Y los de ahora, que estuvieron horas y horas para un trabajo que tiene como única satisfacción avanzar en el camino de la justicia".
Luis Cuello, del espacio Juicio y Castigo, dijo a este diario estar muy satisfecho por el comienzo de los juicios después de 33 años, pero "obviamente, sin bajar la guardia, porque no tenemos la más mÃnima confianza en esta justicia que ha hecho todo para entorpecer el castigo a los genocidas". Cuello señaló que seguirán trabajando para seguir organizando actividades permanentemente a lo largo de todos los juicios. "La lucha está en marcha pero hay que sostenerla", concluyó.
Antes del acto, un grupo de militantes de Libres del Sur, escrachó el bar Rock and Feller's. "Ni olvido, ni perdón", escribieron en las paredes de la casona donde funcionó la sede del Comando del II Cuerpo del Ejército, durante la dictadura. Gabriela Sosa, referente de la organización, dijo que realizaron el escrache porque "el pueblo sigue exigiendo que este lugar sea entregado para convertirlo en un Museo de la Memoria".
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