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Las líneas 107 y 146 del transporte urbano normalizaron ayer el recorrido en la zona del Fonavi de Grandoli y Gutiérrez, que se vio afectado luego de la medida de fuerza que llevaron adelante los colectiveros tras la agresión que sufrió un chofer en la zona sur. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) determinó normalizar el servicio, después de una reunión con el Ente de Transporte y personal policial, debido a que se acordó fijar una nueva punta de línea y la presencia de un patrullero en el lugar. "Estaremos conformes cuando veamos que lo que se habló en la reunión, la teoría, se cumpla realmente en la práctica", dijo a este diario el secretario adjunto de la UTA, Sergio Copello.
Según el intendente Miguel Lifschitz hay conflictos que se superponen, "como el transporte y la inseguridad. Este hecho fue en un barrio donde el avance de grupos organizados está vinculado al tráfico de drogas y genera situaciones complejas, que deben abordarse con responsabilidad".
Al mediodía de ayer se revirtió la medida tomada por los colectiveros que habían decidido no ingresar al barrio. La gerenta del Ente de Transporte, Mónica Alvarado, confirmó luego del encuentro que "se hará un cambio en la punta de línea para la 107 y la 146 Roja, que de 22 a 8 horas va a funcionar en Grandoli y Gutiérrez; así los colectivos ingresarán al barrio y harán el recorrido habitual".
Por su parte, el candidato a concejal Jorge Boasso, opinó que "hay que tomar medidas urgente". Y en esa línea recordó que en agosto del año pasado presentó un proyecto que propone que las unidades de transporte urbano "cuenten con cabinas de material anti-impacto, y que constituyan un habitáculo blindado para dar seguridad y protección al conductor".
Ante la falta de tratamiento de su proyecto, el edil radical criticó al oficialismo: "Después de 22 pedidos de preferencias, el socialismo todavía está estudiando si es válido proteger a los conductores de ómnibus y deja dormir esta propuesta por la seguridad en los cajones de la comisión. Es necesario adecuar los adelantos técnicos creados para proteger la seguridad del hombre y asegurar su libertad de trabajo al funcionamiento del servicio público", dijo, al tiempo que ejemplificó: "La provincia de Buenos Aires, tomando la experiencia de otros países, ya ha implementado medidas de seguridad para sus choferes. No se qué espera esta administración para ponerse a la cabeza en la lucha contra la inseguridad que nos aqueja a todos los rosarinos", se preguntó.
El trabajador agredido permanecía al cierre de esta edición internado en el sanatorio Güemes, en terapia intensiva, pero fuera de peligro.
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