La audiencia hab铆a empezado, y el periodista Carlos del Frade comenzaba con la tercera parte de su testimonio. Cuando le estaban leyendo -a pedido de la defensa-- la lista de las personas cuya desaparici贸n forzada es objeto del primer juicio oral y p煤blico por el terrorismo de Estado en Rosario, algunos integrantes del p煤blico comenzaron a levantar las fotos de los compa帽eros, en silencio. El presidente del Tribunal, Jorge Venegas Echag眉e, pidi贸 orden en la sala y, como las fotos continuaban en alto, orden贸 que la Gendarmer铆a desalojara la sala. "Seguimos unos minutos con las pancartas levantadas, y luego nos fuimos por nuestra propia voluntad. Pero yo me pregunto, 驴nos hubieran sacado por la fuerza, con todo lo que hemos vivido durante estos a帽os?", dec铆a ayer Ana Moro, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Pol铆ticas, en la vereda de Oro帽o al 900. En el primer piso de ese edificio se juzga a Pascual Guerrieri, Jorge Fari帽a, Juan Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Costanzo por cr铆menes de lesa humanidad. Cuando se retom贸 la audiencia, la fiscal Mabel Colalongo y las querellas pidieron que se permita la exhibici贸n de las fotos de los desaparecidos, como ocurri贸 en todos los Tribunales del pa铆s. El Tribunal dispuso un nuevo cuarto intermedio para debatirlo, y rechaz贸 el pedido fundado en el art铆culo 369 del C贸digo Procesal Penal. Adem谩s, impidi贸 la entrada a la sala de audiencias a H茅ctor Medina, que llevaba una remera con la foto de su hermano Oscar; as铆 como a Diego Kofman y Marina Magnani, de Hijos, a quienes identificaron portando fotos.
"No s贸lo en la causa Brusa de Santa Fe, sino tambi茅n en La Plata y todos los Tribunales del pa铆s se permite la exhibici贸n de fotos de desaparecidos", indic贸 Colalongo en las escalinatas del Tribunal. Luego, al conocer la decisi贸n del Tribunal, hizo reserva de recurrir a Casaci贸n, al igual que las querellas. Incluso, evaluaba llegar a la Corte Suprema de Justicia. La querellante Gabriela Durruty manifest贸 que no era evidente la violaci贸n del art铆culo.
"Estoy indignada. Esto es un manoseo constante. No puede ser que nos traten a nosotros como si fu茅ramos los asesinos", indic贸 Norma Vermeulen, Madre de la Plaza 25 de Mayo, decepcionada por la decisi贸n del Tribunal. "No hicimos absolutamente nada, no hubo actitud intimidatorio. En Santa Fe y en todos los juicios del pa铆s se permiti贸 la exhibici贸n de las fotos de los compa帽eros desaparecidos", indic贸 Silvia White.
Para Sabrina Gullino, la nieta recuperada n煤mero 96, que integra el espacio Juicio y Castigo, es indignante. "Las v铆ctimas no est谩n, y ni siquiera les permiten estar con sus fotos. Es injusto", dijo la joven. "Lo m谩s indignante es que el primer d铆a a Amelong lo dejaron entrar con la vincha que dec铆a 'legalidad'. En otros lugares se les permite estar con las fotos de los desaparecidos, que es lo 煤nico que nos queda de ellos", plante贸 Sabrina, hija de Tulio Valenzuela y Raquel Negro, secuestrados en la Quinta de Funes. Por su parte, Gustavo de Vicenzo, del mismo espacio, indic贸: "Ni siquiera fueron los abogados defensores los que plantearon que bajemos las fotos, fueron los mismos jueces".
M谩s all谩 de los reclamos de los militantes que se encontraban afuera del Tribunal, la audiencia contin煤o cerca del mediod铆a, y mantuvo la prohibici贸n de exhibir las fotos. Finalmente, Del Frade pudo terminar su declaraci贸n, aunque con constantes pedidos de los abogados defensores -en especial de Mariana Grasso, representante de Guerrieri para que no se refiera a personas que no est谩n en la causa actual, ni siquiera como informaci贸n contextual.
A partir de los dichos del periodista, la fiscal pidi贸 que se agregue el informe de Alfredo Sotera, de la causa Feced, al expediente, lo que gener贸 una nueva protesta de Grasso. Sin embargo, el Tribunal decidi贸 incorporar esa documental a la causa actual. Se trata de un documento elaborado por un agente de inteligencia, en el que se consignaban los militantes ca铆dos. El contenido de ese informe fue revelado por Rosario/ 12, el 24 de marzo de 1996.
Cuando Del Frade termin贸 de brindar su testimonio, el defensor de Amelong, H茅ctor Galarza Azzoni, pidi贸 la declaraci贸n de la indagatoria de su defendido. El acusado de cr铆menes se lesa humanidad se sent贸 frente al Tribunal y neg贸 el relato del periodista sobre la entrevista que mantuvieron, al tiempo que pidi贸 ser sometido a un careo. El Tribunal decidi贸 favorablemente este pedido. El periodista se sent贸 frente al acusado para establecer las circunstancias de aquella entrevista. Amelong hab铆a dicho que concurri贸 a la cita porque el periodista le ofreci贸 datos sobre la muerte de su padre, lo que fue desmentido por el testigo, obligado a decir la verdad por su promesa ante el Tribunal. Los dos coincidieron en la descripci贸n del lugar donde se realiz贸 la cita, pero Amelong neg贸 terminantemente haberle dicho que ten铆a cosas para decir sobre los 70. Del Frade, por su parte, le sostuvo la mirada en todo momento, y asegur贸 que se enter贸 sobre la muerte del padre de Amelong en aquella entrevista. En pocos minutos, el Tribunal dio por terminado el careo.
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