El represor Gustavo Bueno detenido en Brasil reconoció en general ante la comitiva judicial rosarina, el contenido de su declaración ante el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) realizada en 1984, donde habÃa relatado con claridad el funcionamiento del aparato represivo en la región. Bueno señaló con crudeza el rol que tenÃa el jefe de inteligencia Oscar Pascual Guerrieri, a quien incluso ligó con el narcotráfico en una operación con Leopoldo Galtieri y el ex dictador boliviano Luis GarcÃa Meza. Según Bueno, "Guerrieri es un psicópata, que llegó a incendiar un cabaret llamado a Rilke (en Rosario) donde murieron varias personas", y que lo hizo "por un tema de una mujer".
Bueno relató que "desde 1971 al 75 fui oficial de la policÃa provincial de Santa Fe, cuando fui convocado por el Segundo Cuerpo de Ejército para ejercer funciones de inteligencia en el Destacamento de Inteligencia 121". Inicialmente estuvo destinado a hacer inteligencia por el conflicto en el denominado "Teatro Operacional Sur en el preconflicto entre Argentina y Chile (por el canal de Beagle)". En 1977 hizo un curso de inteligencia que duro veinte semanas, en 78 estuvo siempre en Rosario, desde el 75 estuvo en el grupo de Actividades Especiales de Inteligencia (AEI), grupo integrado por el teniente coronel Oscar Pascual Guerrieri, el mayor Rubén Fariña, por el teniente primero Juan Daniel Amelong. Incluso señala a Eduardo Costanzo, pero aclara que no sabe bien qué hacÃa y que no era militar. También integraban ese grupo "Walter Salvador Pagano, los hermanos AgustÃn y Carlos Isach, Walter Roscoe y Carlos Sfulcini, estos dos últimos estudiantes de Derecho en ese momento, y un tal Armando de quien desconoce su nombre real". También apuntó a un tal Leto, que era de profesión barman. Que el grupo tenÃa otros integrantes, que desconocÃa.
En un principio, dice Bueno, Oscar Guerrieri, anunció en una reunión al grupo AEI que el objetivo del mismo era combatir a Montoneros, pero que comenzó a tener conflictos con el grupo porque tenÃan "desvÃos de conducta, en especial Guerrieri". Entre ellas que estaba involucrado con oficial del ejército boliviano ligados al narcotráfico.
En sede policial Bueno declaró que "Guerrieri era un bandido, estaba ligado al tráfico de la cocaÃna, con los militares bolivianos (Luis) Arce Gómez y (Luis) GarcÃa Meza, quienes tuvieron relaciones con (el general Leopoldo) Galtieri: quien les abrÃa las fronteras para el libre tráfico de la cocaÃna por el norte, a cambio de enviar dinero". "Ese efectivo según Bueno fue usado por Galtieri para ser presidente de facto, sacando al general Viola del gobierno, internándolo en un hospital advirtiéndole que si se retiraba del allà era hombre muerto a cambio de lo cual los cocaleros tenÃan abiertas las fronteras del paÃs". Según el ex agente de inteligencia también "el general panameño Manuel Noriega" estuvo involucrado en operaciones similares.
Bueno aseguró que básicamente realizaba "operaciones de contrainteligencia, y que se mantuvo en el AEI hasta noviembre de 1979, cuando se fue de la Argentina porque el coronel Guerrieri, querÃa matarlo, por lo cual se fue a vivir a Brasil.
Bueno aclaró "que no participaba de las operaciones del grupo de Guerierri, pero que sabe por los comentarios que comandaba un lugar donde se detenÃan personas en la localidad de Funes, a la que llamo la "Casa de Funes", y otra que llamó la Quinta, que terminó siendo La Calamita, a la que definió como "una especie de chacra donde funcionaba un centro de detención.
De igual modo aseguró que nunca torturó a ninguna persona, ni vio que lo hicieran, porque Guerrieri no permitÃa que esos datos se conocieran.
Reconoce que estuvo en La Calamita, donde habÃa detenidos, pero que nunca vio celdas en el lugar. Entre otros miembros de la patota estaban allà AgustÃn y Carlos Isach, Costanzo, Sergio 1, Sergio 2, el Puma, el Barba, aunque dijo desconocer a todas las victimas sobre las que se lo interrogó.
Bueno también reveló una situación increÃble : todo sucedió "frente al Destacamento de Inteligencia 121, ubicado entonces en bulevard Oroño 853, cuando un soldado fue a abrir la puerta de un camión estacionado, ante lo cual uno de los hermanos Isach, le advirtió que el camión estaba cargado, y que no podÃa ser abierto. Algunos dÃas después por comentarios supo que el camión estaba lleno de cadáveres aunque nunca se enteró donde fueron llevados esos cadáveres".
Bueno aseguró que su tarea era "recoger información, y dar su parecer sobre la misma, como ser los vicios que tenÃan los investigados, los locales que frecuentaba, sin hacer análisis de la actividad polÃtica, tarea que hacÃa otro sector. En su tarea Bueno era acompañado por otras cuatro personas.
"El Barba (Cabrera) era el que centralizaba información sobre operaciones polÃticas, quien tenÃa acceso directo al despacho de Guerrieri y Fariña. Este último era un misterio porque tenÃan una oficina en Oroño al 800 pero pasaba mucho tiempo afuera".
Bueno aseguró que a La Calamita "se llegaba por dos vÃas de acceso: la autopista a Santa Fe y el boulevard Rondeau".
Ante una consulta Bueno recordó que " habÃa una persona que fumaba en pipa, que era un hombre gordo, con bigote fino, blanco de estatura mediana, de plexo robusto que era el coronel Bruni, que era de la SIDE, y estaba ligado a Guerrieri, Fariña, y a Pagano".
También apuntó a "Raúl Campilongo, que era informante del Destacamento 121, con contactos directos con Fariña, que era un abogado que estaba envuelto en la desaparición de documentación del Poder Judicial de Rosario ( el robo a tribunales) y que era muy amigo de Walter Pagano".
Bueno dijo que sabe que "Pagano mató al hijo de Enrique Imhoff, y al abogado Felipe RodrÃguez Araya". También reconoció a "Jorge Walter Pérez Blanco, W un delirante ligado a la CIA (la agencia de inteligencia estadounidense)", y a una mujer Anita que es "Ana Rosa Cristheler, que comandaba el grupo de inteligencia femenino". De Carlos Sfulcini prefirió guardar silencio.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.