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Martes, 26 de enero de 2010
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Guardavidas de Rambla Cataluña amenazaron con un paro por seguridad

Una playa llena de custodia

Los bañeros anunciaron la medida porque "a la mañana es un caos, hay alcohol y drogas". Tras una reunión con la GUM y el subsecretario de gobierno municipal, el conflicto de destrabó. Reforzarán lugares y horarios para los controles.

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Los bañeros argumentan que la gente se baña alcoholizada y no respeta las indicaciones.

Los guardavidas de la Rambla Cataluya amenazaron ayer con comenzar una medida de fuerza si no se incrementaban los controles de seguridad en la zona balnearia. Luego de una reunión con el titular de la Guardia Urbana Municipal, Mariano Savia, y el subsecretario de Gobierno municipal, Miguel Pedrana, los 20 trabajadores de la playa municipal dejaron sin efecto la idea de "guardia pasiva" y decidieron "trabajar normalmente mientras todos cumplan sus tareas", según señaló el jefe de guardavidas, Sergio Nanni. Por su parte, el titular de la GUM, Mariano Savia, detalló que "se reforzarán algunos lugares y horarios para los controles en la playa, en el marco de las necesidades de la ciudad". Por eso, explicó que "se tendrá en cuenta la cantidad de gente que asista al río en esa zona; porque no se puede practicar la teoría de la frazada corta. En Rosario hay necesidades de seguridad en todas partes. No se puede sacar personal de un lugar para ir a otro, sino sería el mismo problema", señaló.

Aunque el tema había sido solucionado tras la última reunión a principios de este mes; antes del mediodía de ayer, Nanni denunció que entre lunes y jueves, el personal policial y de la GUM "se ve poco", mientras que los fines de semana, "no cumplen con el horario acordado para vigilar la zona de playa". Aunque reconoció que "cuando están hacen un buen trabajo en equipo con los bañeros", el jefe de guardavidas indicó: "Los necesitamos más horas. Que vengan más temprano". Y agregó: "No quiero más reuniones, ya tuvimos varias. Ellos saben lo que queremos y necesitamos, porque esto a la mañana es un caos, hay alcohol y drogas, y no podemos controlar todo y a todos". Sin embargo, por la tarde, el encuentro se concretó y llegó el acuerdo, luego que Savia se comprometiera a reforzar los operativos en un horario más amplio.

El conflicto -que se produce por segunda vez en el año- ocurrió en medio del aumento de la temperatura que hizo que la gente se volcara de lleno al río para refrescarse. Temprano, los guardavidas se habían propuesto hacer una "guardia pasiva por tiempo indeterminado", explicó Nanni. "Será hasta que veamos que tenemos el apoyo del personal policial y de la guardia urbana; porque no puede ser que nosotros tengamos que lidiar con todo lo que pasa acá. El domingo hubo más de 15 mil personas y no es fácil controlar todo, por eso se acordó en noviembre pasado hacer una tarea de prevención y seguridad en equipo. Los guardavidas no podemos hacer el trabajo de todos", dijo antes del encuentro que destrabó el conflicto.

En un primer momento, los guardavidas habían denunciado que "la guardia urbana se hace presente solamente los fines de semana, a las 12 del mediodía y la policía, recién a las 15". Sin embargo, la reunión logró ajustar los horarios, que "se incrementarán los controles según la demanda".

Acerca de la inseguridad que registran "casi a diario", en la Rambla Cataluya y de los inconvenientes más comunes, Nanni indicó que al problema por la crecida del río hay que sumarle "la cantidad de gente que ingresa por tratarse de un espacio público", aseguró. "Lo más complicado es el tema del alcohol, que es mucho; la droga y la joda de los más jóvenes; pero también cuesta lidiar con las familias, que exigen que les cuidemos a los chicos porque dicen que para eso nos pagan", comentó indignado el guardavida, quien recordó el peligro que hay en el río: "Por la mañana, apenas llegamos a trabajar vemos gente alcoholizada que se pasa de las boyas que limitan la zona para bañistas, y tenemos que estar pidiendo constantemente que no lo hagan, pero siempre recibimos insultos", aseguró. Además, explicó que una persona que bebió alcohol "no tiene resistencia ante un momento de desesperación o de ahogo, porque no le da el cuerpo para luchar por su vida".

Por su parte, Savia detalló que, según lo planteado por los guardavidas, se decidió incrementar los operativos y para lograr ese objetivo "se trabajará en función a la cantidad de gente". Para ello, se agregará a los tres móviles que vigilaban la zona, "dos motos que controlarán la zona de la playa". De todos modos, el funcionario aseguró que "no se resentirá la presencia del personal de la GUM en los otros puntos de control de la ciudad, que también necesitan presencia".

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