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Lunes, 8 de marzo de 2010
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La lucha de militantes de organizaciones sociales

Mujeres que avanzaron en el espacio público

En el Día Internacional de la Mujer, integrantes de grupos
barriales cuentan cómo salieron de sus hogares para pelear por
la supervivencia, y fueron incorporando otras problemáticas.

Por Lorena Panzerini
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Las mujeres se sumaron a las organizaciones sociales a partir de 2001. Y nunca más volvieron a quedarse en sus casas.

"En 2001, las mujeres tomamos un fuerte envión para salir a la calle. Nos pusimos la mochila encima para llevar adelante una familia. Y por más que nuestros maridos hayan conseguido laburo años después, nosotras seguimos ocupando esos lugares que nos hicimos durante la crisis", expresó Carina Benegas, miembro de Agrupación Barrios de Pie. Desde diferentes organizaciones sociales indicaron que en la mayoría de los barrios vulnerables existe un espacio que se aseguró la mujer, aquella que tiempo atrás "se quedaba en la casa al cuidado de los chicos y del hogar, mientras el marido salía a hacer changas, y después administraba el dinero que éste ganaba para que comiera toda la familia". Hoy esa mujer "ganó el espacio público y pretende trabajar a la par del hombre", sostuvo Paula, de San Martín Sur, quien con sólo 21 años busca incansablemente obtener el cumplimiento de los derechos de las mujeres desde su pequeño espacio: el barrio.

En ese marco de lucha, en el Día Internacional de la Mujer, Rosario/12 dialogó con mujeres que buscan mejorar sus situaciones de vida, desde su entorno más cercano. En Cabín 9, barrio Belgrano, San Martín Sur y barrio 27 de Febrero, funciona todas las semanas un grupo de alrededor de 40 mujeres que se reúnen para hablar de los temas más urgentes que las preocupan: la violencia de género, el derecho al aborto, la educación de sus hijos, lo laboral, la falta de recursos y la salud. Desde un principio, el tema que más fuerza cobró dentro de las charlas fue la violencia de género, según comentó Paula. "Esa problemática se potencia mucho más en los barrios, y tiene que ver con la falta de recursos. Donde hay recursos los problemas se solucionan a puertas cerradas, en cambio en los barrios, muchas veces se hace público porque a las mujeres golpeadas no les prestan atención en la policía. Si sos morocha, en la comisaría no te prestan la atención necesaria", comentó. Sin embargo, la joven indicó que "desde el grupo, se puede plantear la problemáticas y darle contención a quienes la sufren. En el mismo sentido, consideró que "en muchos barrios" existe el pensamiento de que "las relaciones son así", y desde el espacio que lograron construir para las mujeres "se trata de cambiar de idea y demostrar que eso no es normal".

El motivo de formar los grupos en cada barrio tuvo que ver con la urgencia de temas específicos. "Las mujeres se ocupan siempre de los chicos y la casa; por eso decimos que el hombre tiene una vida mucho más pública, porque sale a hacer changas y se relaciona; mientras que las mujeres se quedaban en la casa a realizar esas actividades y se encerraban en el ámbito privado. Hoy estamos cambiando eso", dijo Paula. Al mismo tiempo, Iris Velázquez, de barrio Cabín 9, agregó: "Estamos peleando para tener qué comer, para tener laburo, para lograr mejoras en el barrio, que tengan que ver con la salud, la educación y los derechos".

Sobre la forma de construcción, Paula comentó que cuando hay una necesidad colectiva, "se plantea en la asamblea para encontrar soluciones". La semana pasada el grupo de mujeres hizo un pedido al supermercado Carrefour, y consiguieron 300 bolsones de útiles para los chicos. Hoy, las madres de Barrios de Pie llevarán una solicitud similar al supermercado Coto, de Mendoza al 3900, para plantearles la necesidad de que por 180 días les vendan la carne a precio de costo, según adelantó Carina.

En la misma línea, Paula, Iris y Carina, coincidieron en que "el dinero de la Asignación Universal no alcanza". Según indicaron, "es menos plata lo que se cobraba en un plan". Además, indicaron que -ya que la educación de los chicos es uno de los requisitos para cobrar- el dinero que se entrega a fin de año (36 pesos se acumulan todos los meses y cuando se presenta el certificado de alumno regular, la Ansés paga el ahorro) "debería pagarse antes que empiecen las clases, porque hay chicos que ni siquiera tienen zapatillas para asistir a la escuela".

Por otro lado, Paula explicó que dentro de la asamblea de mujeres que realizan semanalmente, "hay proyectos para armar cooperativas: una textil, para la confección de blanco; una de peluquería, y otra de panadería"; y necesitan ayuda para conseguir la maquinaria.

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