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Domingo, 14 de marzo de 2010
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El Centro Popular "Luis Cámpora y Noemí Ponce", en pleno barrio Empalme Graneros.

Homenaje y continuidad histórica

La hija de un matrimonio de militantes de la Juventud Peronista desaparecidos en los `70; recuperó la casa de ambos y la puso al servicio de la agrupación Evita en la que milita. La memoria por la misma senda.

Por Sonia Tessa
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Desdeel Movimiento Evita refaccionan la casa. En el medio, arrodillada y haciendo la V, Laura Cámpora.

En esa misma casa, a la que se entra por Juan B. justo al 6100, entre Barra y Garzón, vivieron Luis Cámpora y Noemí Ponce, dos militantes de la Juventud Peronista desaparecidos. Durante años, la vivienda ubicada en pleno Empalme Graneros estuvo desocupada, y luego fue usurpada. Ahora luego de recuperar la propiedad de la casa, Laura -la hija de Luis y Noemí decidió ponerla al servicio del grupo político en el que milita, el Movimiento Evita, a modo de continuidad histórica. Así nació el Centro Popular "Luis Cámpora y Noemí Ponce", que se inaugurará el próximo viernes, a las 20. Será una fiesta popular de recuperación de la memoria. "Hay un grupo importante de compañeros que hace trabajo social en Empalme", relató Eduardo Toniolli, secretario general del Movimiento Evita en Rosario. En ese marco, "el sentido que quiso darle Laura fue que la casa sirviera para recuperar la historia de los padres. Mientras los compañeros de JP trabajan la reconstrucción de la casa, van recuperando la historia", agregó.

Orgullosos por el crecimiento del Movimiento Evita, Toniolli y José Berra, secretario político a nivel provincial, subrayaron: "El que se acerca a nosotros lo hace por convicciones, porque está de acuerdo con lo que planteamos. Porque proponemos recuperar la militancia como sentido de vida. Ahí está la explicación del crecimiento".

Berra apuntó que muchos compañeros "se acercan porque sienten desilusión con la dirigencia tradicional, que no les dio espacio para participar. Nosotros sólo ofrecemos militancia como forma de construcción del poder popular". Por su parte, Toniolli subrayó que "desde 2003 para acá, hacia adentro del peronismo y en otros sectores se recuperó pasión por pensar la política como una herramienta de participación". Para el dirigente, ese entusiasmo estriba en las políticas soberanas que impulsaron los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

En ese sentido, para Berra está claro que son una opción de militancia para ampliar los márgenes del movimiento político que sustenta al gobierno nacional. "La gente nos identifica fácilmente como los sectores más avanzados del kirchnerismo", apuntó.

De hecho, aseguran que la amplia convocatoria que lograron para viajar el jueves pasado al acto de Ferro se debió a la convicción de muchas personas que no son militantes sobre la necesidad de manifestarse respecto al proceso político actual. "A veces, lo que más entusiasma del kircherismo son sus enemigos", ironizó Toniolli, quien resaltó que "muchos se acercan para frenar a los enemigos del gobierno, que representan a los intereses más concentrados del país". En esa línea, "compañeros y compañeras que no son militantes, se sumaron al acto de Ferro después de lo que ocurrió en el Senado".

Para Toniolli y Berra, la disputa por imponer un proyecto de país forma parte de la militancia. "Nosotros venimos de los años 90, cuando garantizar la gobernabilidad era asegurar los niveles de ganancia a los grupos económicos. Hoy, en cambio, con políticas de recuperación del empleo, con programas sociales y decisiones soberanas, la gobernabilidad significa responder a los sectores populares", caracterizó Toniolli.

Justamente, para los dirigentes del Movimiento Evita, el principal objetivo político es "la creación de poder popular a través de la organización". Así trabajan en los distintos barrios. Y si bien la dimensión territorial es la de mayor alcance "por el fenómeno de la marginalidad", apuntan a llenar el movimiento de obreros sindicalizados. "Tal como plantea el gobierno nacional en sus políticas de creación de empleo, nosotros aspiramos a los compañeros que se inserten en el aparato productivo", dijo Berra. Pero también apuntalan diferentes formas de organización comunitaria. "Otro de los planteos es participar y reactivar las vecinales y construir centros de jubilados, como espacios de representación y organización popular", agregó Toniolli.

Y confían en que las políticas del gobierno nacional -que calificaron como las de "un Estado activo, que impulsa la inclusión social"- sean valoradas en los barrios más allá de lo que calificaron como "el rol de opositores sistemáticos de los medios". Para Toniolli, "no es verdad que no haya receptividad de muchos sectores a las políticas nacionales. Esos sectores sienten la necesidad de defender este proceso". De hecho, Berra afirmó: "Quien va a los barrios puede ver que lo sucedido en los 90 es lo contrario de lo que nosotros hacemos".

A la hora de marcar diferencias, Berra indicó: "Nosotros no lucramos con la pobreza, si bien tenemos planes sociales como otras organizaciones. Al contrario, consideramos que estos planes, así como los comedores comunitarios, no dejan de ser instrumentos del neoliberalismo. La solución es el trabajo genuino". Toniolli recordó que "el grueso de los planes no se dio precisamente en el gobierno de Kirchner, sino que él heredó una situación explosiva. Pero en los últimos años la política del gobierno nacional está orientada a la creación de trabajo".

La organización territorial, sostenida básicamente por mujeres, -que según recordó Toniolli fueron "las que armaron las ollas populares y se pusieron al hombro los cortes de ruta durante la crisis de 2001"- es una de las patas del Movimiento Evita, que también convoca a estudiantes secundarios en la UES, a universitarios y a profesionales que trabajan en el diseño de políticas públicas. "Nuestra fuerza se nutre con compañeros que vivieron la Resistencia Peronista, otros que fueron militantes de la JP en los 70, algunos un poco más jóvenes que se sumaron en las primeras épocas de la democracia, otros que lo hicimos en la resistencia al menemismo, y compañeros de los barrios que se organizaron a partir de diciembre de 2001", caracterizó Toniolli.

En ese marco, el trabajo de Empalme Graneros concentra a la gente del barrio, que dará vida al Centro Popular, y también a estudiantes de la UES y universitarios que concurren a realizar apoyo escolar y alfabetización.

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