El dÃa después del escándalo, el presidente del Concejo buscó apaciguar los ánimos. "Hay que ponerle un punto final a todo esto, quien más pierde es la institución", dijo ayer Miguel Zamarini para después aclarar que no fue su intención "faltarle el respeto a nadie", en alusión a sus dichos a MarÃa Eugenia Bielsa. De igual modo advirtió que "fue desmedida la reacción del concejal (Fernando) Rosúa", quien salió a respaldar a la ex vicegobernadora y ambos casi terminan a las trompadas, tanto que la sesión debió levantarse. Por la mañana, en la puerta del Palacio Vasallo, en la previa a una entrevista televisiva, Zamarini y Rosúa se vieron las caras y se prometieron un café. "Por su puesto que vamos a hablar y aclararemos todo", confió el presidente del cuerpo a Rosario/12. Para Bielsa lo ocurrido "no debiera tapar la cuestión de fondo: que el socialismo se negó a que se investigue lo ocurrido en los corralones municipales ante las denuncias de los rosarinos".
La polémica se habÃa desatado pasadas las 21 del jueves. El oficialismo y sus aliados ya habÃan rechazado la creación de una comisión investigadora de lo ocurrido en los corralones, cuando el propio PS propuso aprobar un pedido de informes a la intendencia. Allà el edil Diego Giuliano planteó que la misma propuesta se habÃa tratado la semana anterior. Se solicitó un cuarto intermedio para decidir cómo se zanjaban las diferencias y allà Zamarini dejo el sillón de la presidencia, se sentó en una banca y arremetió contra los concejales opositores, por entender que no cumplÃan con lo acordado en la comisión de Labor Parlamentaria.
Luego se acercó a la banca de Bielsa y le enrostró: "¿Vos qué investigaste cuando estabas en el gobierno?" provincial. La edila le respondió que con esa "agresividad no podÃa actuar el presidente del Concejo". Y apareció en escena su colega de bancada, Fernando Rosúa quien defendió a Bielsa "como lo hubiera hecho cualquier caballero".
Varios ediles admitieron que la discusión estuvo cerca de terminar a los golpes. "No fue para tanto", relativizó Zamarini en diálogo con este diario, tras lo cual aclaró que su intención no habÃa sido "faltarle el respeto a nadie", remarcó que la reacción de Rosúa le pareció "desmedida" e hizo un llamado a "dar por terminado el asunto, ya que quien más pierde es la institución".
"La sesión fue levantada a las 21.20 por falta de quórum motivado por el retiro del recinto de los bloques de la oposición, ante el estado de confusión reinante durante un cuarto intermedio", rezó el parte oficial.
Por la mañana, mientras uno terminaba una entrevista televisiva y el otro se preparaba para dar su versión de lo ocurrido, Zamarini y Rosúa se dieron la mano y se prometieron un café. "Vamos a charlar en estos dÃas, claro, cómo no. Y vamos a aclarar lo ocurrido, fue sólo una discusión apasionada entre dirigentes polÃticos".
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