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El titular del bloque de concejales del Frente para la Victoria, Arturo Gandolla, se mostró ayer crítico de los dichos del intendente Miguel Lifschitz y del ministro de Gobierno santafesino Antonio Bonfatti, que expusieron sus quejas por el desplazamiento de 600 efectivos del destacamento en Rosario de Gendarmería Nacional, para prestar apoyo a los operativos de seguridad en el Gran Buenos Aires. "Es increíble, no tienen vergüenza, los supera la impotencia y la incapacidad de gobernar", dijo Gandolla y agregó que "el socialismo de la ciudad reconoce que sus pares en la provincia son incapaces en materia de seguridad; y además, la única idea que se les ocurre ante situaciones de índole social es acudir a respuestas represivas; y como las peleas de su interna partidaria está al rojo vivo, se cuestionan públicamente".
No obstante las quejas, desde Gendarmería explicaron que los efectivos trasladados no influyen ni afectan las operaciones regulares en la ciudad y la región. Ciertamente, los 600 gendarmes destinados ahora a Buenos Aires, forman parte del Destacamento Móvil de Gendarmería, que no cumple funciones en las operaciones regulares de la base rosarina. Con poco más de 400 efectivos que quedaron en Rosario, alcanza para cumplir las necesidades operativas en la zona, señalaron fuentes de la propia fuerza. Gandolla, que ya conocía este dato, insistió en que "el socialismo demuestra que desconoce el manejo de las fuerzas de seguridad, las propias y de la Nación. Un destacamento móvil, está para eso, para "moverse" donde se lo necesite; salvo que Bonfatti sepa más de logística militar que la propia Gendarmería, y esto sí es una verdad de Perogrullo; porque si tanto saben, que resuelvan la seguridad en la provincia y en Rosario".
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