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El asalto de cuatro hombres a una f谩brica de autopartes deriv贸 ayer por la tarde en el secuestro express del due帽o de la empresa, que fue liberado en menos de una hora, luego de cruzar la ciudad amenazado y en su auto, para buscar dinero en su casa y entreg谩rselo a sus captores.
Hacia las cinco y media de la tarde, cuatro hombres vestidos de sport y a cara descubierta irrumpieron en la planta de V茅lez Sarsfield 6647, donde se encuentra Fremec SA, dedicada a la fabricaci贸n y exportaci贸n de cables de comando (para el acelerador, embrague, freno y capot del autom贸vil).
Seg煤n las fuentes policiales consultadas, el grupo demostr贸 calma y destreza para amedrentar con armas pero sin violencia f铆sica a los dos empleados y al titular de la empresa, identificado s贸lo con sus iniciales, P.K.
Los asaltados entregaron unos 6 mil pesos que hab铆a en la empresa, y como alegaron que eso era todo, los asaltantes dejaron a un lado la cortes铆a y exigieron m谩s. La salida fue que uno de los delincuentes subi贸 con el empresario a un Peugeot 407 de la empresa y juntos enfilaron hacia el centro, mientras el resto se qued贸 con los empleados como rehenes.
15 minutos despu茅s de las seis, el coche estacion贸 en avenida de la Libertad y Necochea, coraz贸n de barrio Martin. En una torre de Mendoza al 100 reside P.K., quien tuvo que subir hasta el piso 16潞, tomar 20.000 pesos que ten铆a all铆, y bajar hasta la vereda para reencontrarse con su asaltante, quien a su vez accedi贸 al pedido del empresario de no subir con 茅l para no asustar a su familia.
Un comisario que est谩 abocado a la investigaci贸n admiti贸 asombro por la actitud del delincuente de arriesgarse a que su cautivo suba solo hasta su departamento y aproveche para pedir ayuda. "Seguimos investigando, pero hay que recordar que los dos empleados segu铆an apretados en la f谩brica. Este hombre quiz谩s no se sinti贸 con margen para hacer nada fuera de lo que le ordenaron", especul贸.
El secuestrador tom贸 el dinero que le entreg贸 el empresario, fingi贸 saludar y desapareci贸. Un instante despu茅s, los otros dos hicieron lo mismo en la f谩brica.
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