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El Concejo Municipal aprobó ayer el aumento para los servicios del Transporte Urbano de Pasajeros, taxis y remises. El oficialismo logró que los concejales Oscar Greppi (ARI), Gonzalo del Cerro (UCR) y Laura Weskamp (PRO) acompañen la ordenanza, por lo que la votación para fijar la nueva tarifa de colectivos fue de 12 a 10. A partir de su promulgación, el boleto costará 2,30 pesos, el ocasional 2,75, y el estudiantil 1,15. La tarjeta de seis viajes tendrá un valor de 13,20 pesos (2,20 por viaje) y la de 40 viajes 82 pesos (2,05 por viaje). A solicitud de Weskamp, y durante el primer año de vigencia de la tarjeta sin contacto, las cargas realizadas por un valor de 40 viajes, gozarán del valor bonificado por la recarga adicional, sin vencimiento para su validez. Además, se estableció que se podrán realizar trasbordos gratuitos o pagando un 33 por ciento de la tarifa básica. En tanto, la bajada de bandera de los taxis en horario diurno costará 5,60 pesos y la ficha 0,26. En horario nocturno, fines de semana y feriados, la bajada de bandera será de 6,30 pesos y la ficha 0,32.
Desde el mediodía, los concejales que integran la comisión de Labor Parlamentaria debatieron los proyectos relacionados con el sistema de transporte. Los de Greppi, que pidió aumentar el costo de la entrada al casino para incrementar el fondo compensador, y exceptuar del cobro de ingresos brutos a las empresas de transporte, allanaron el camino.
Además, se pidieron preferencias para tratar el decreto encomendado al Ejecutivo que gestione ante Provincia y Nación partidas de subsidios y aportes, la resolución para gestionar la creación de un fondo compensador provincial, y la conformación de una mesa para estudiar la implementación del medio boleto universitario.
Mientras los concejales debatían, en las puertas del Palacio Vasallo organizaciones sociales y estudiantiles manifestaban su rechazo al aumento y pedían por el medio boleto. Si bien quisieron presenciar la sesión, el presidente del Concejo, Miguel Zamarini se amparó en el reglamento y no les permitió el ingreso a las gradas, una decisión que fue muy criticada por los concejales opositores.
La encargada de argumentar el pedido de aumento de la tarifa fue la concejala Clara García (PS). Planteó que todos los insumos clave, desde que se aprobó el último aumento en febrero de 2010, tuvieron incrementos. El sueldo de los choferes aumentó un 54 por ciento, el gasoil subió un 31 por ciento, se incorporaron 26 coches a la flota, y se compraron 128 unidades.
"Estos motivos ameritan aprobar las modificaciones", apuntó García quien sostuvo que el aumento aprobado constituye "un paliativo". Por su parte, el concejal Fernando Rosúa (PJ), criticó el incremento advirtiendo que "el modelo está agotado, es una cuestión de tiempo". Para el edil, los problemas en el sistema de transporte se van a ir agravando, y reiteró que en el modelo actual "no queda otra que aumentar".
Otro concejal que sumó sus críticas fue Alfredo Curi (PPS), quien desgranó una serie de cuestionamientos a los números presentados en el estudio de costos realizado por la secretaría de Servicios Públicos. "Están inflados", subrayó Curi. La concejala Norma López (PJ) destacó que acompañaron las diferentes alternativas para incrementar el fondo compensador, y señaló que "es importante que el Estado provincial haga un esfuerzo".
Alberto Cortés (PSA-Proyecto Sur), en tanto, pidió que el gobierno provincial reimplante el cobro de ingresos brutos a las cerealeras, derogado en la década del 90. El edil agradeció el apoyo a su proyecto de todos los bloques que integran la comisión de Servicios Públicos. "Estoy cansado de ver la misma película", resumió Jorge Boasso (UCR), para quien "el único empresario interesado en que aumente el boleto es el intendente".
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