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Cinco de los seis miembros de una familia rosarina murieron ayer en el sur de Brasil, en el primer día de vacaciones y al estrellarse de frente contra un ómnibus. La hija de la familia, de 16 años, sobrevivió al accidente y se encontraba internada y grave. La tragedia estremeció a la comunidad educativa del Colegio Boneo, al que concurrían dos de los tres chicos fallecidos, y también al personal de Frigorífico Paladini y de la Empresa Provincial de la Energía, donde se desempeñaba el matrimonio, Gustavo Ferraro y Leticia de Buck.
La colisión ocurrió alrededor de las seis de la mañana, sobre la ruta 290, entre las localidades de Rosario do Sul y Säo Gabriel, en el estado Rio Grande do Sul. Un ómnibus con pasajeros que había salido de esa última ciudad hacia Santa Ana do Livramento avanzaba hacia el oeste por esta carretera tan estrecha como transitada por los turistas argentinos que veranean en Brasil, puesto que es la más directa desde el paso fronterizo de Uruguaiana hacia las playas catarinenses.
Los Ferraro y sus vecinos, los Ciclione, acababan de ingresar al país vecino y se dirigían rumbo a Praia da Pinheira, en Santa Catarina, donde habían alquilado una casa para vacacionar quince días. A esa altura la Chevrolet Zafira de los Ferraro era conducida por la esposa de Gustavo, Leticia de Buck, de 42 años. Los Ciclione iban más adelante. La Policía Rodoviaria local informó que la mujer habría intentado sobrepasar a otro vehículo y en esa maniobra impactó de frente contra el micro que circulaba en dirección opuesta y cuyo chofer sufrió la fractura de ambas piernas.
El automóvil resultó destrozado. Guillermo Ciclione, el vecino de los Ferraro que viajaba adelante en su coche, contó a la prensa local: "Escuchamos un estruendo y como ellos no nos seguían, regresamos y nos encontramos con esta escena. Hacía tres meses que habíamos planeado estas vacaciones", dijo.
Gustavo y Leticia perecieron en ese lugar, igual que sus hijos varones Matías Nahuel (18), Andrés Lucas (11) y Thiago Benjamín (3). Lucía Belén (16) fue rescatada con vida y derivada al hospital María Auxiliadora, de Rosario do Sul. Ayer por la tarde iba a ser operada. Había sufrido fracturas y un neumotórax. Su estado era delicado y estaba al cuidado de los vecinos con los que viajaban.
"Hace unos pocos días hicimos la fiesta en la que Matías egresó de 5º año. Yo fui profesor de Lucía, una chica muy dulce, sensible, como sus hermanos", contó el abogado Luciano Cefaratti, representante legal del Colegio José María Boneo, de Gorriti al 600. Allí se realizó anoche una misa en recuerdo de la familia sesgada. Después de la ceremonia, el colegio organizó un encuentro para alumnos, padres y docentes, coordinado por un psicopedagogo como instancia de contención.
Gustavo Ferraro era oriundo de la ciudad de Santa Fe, donde se graduó como ingeniero en sistemas en la UTN, y llegó a desempeñarse en el área de Operaciones de la ex Aguas Provinciales. Desde diciembre de 2007, ya instalado con su familia en Rosario -residían en Nansen al 400- era jefe de Tecnología en la planta villagalvense del frigorífico Paladini. Leticia de Buck era colega suya y trabajaba en la Empresa Provincial de la Energía.
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