El juez Juan Andrés Donnola procesó a un hombre de 51 años que abusó sexualmente de su hija durante cinco años --desde los 3, hasta los 8--, y que tras la denuncia que hizo la madre de la pequeña, estuvo prófugo dos años, hasta marzo pasado. Tras escuchar a la niña en la cámara Gesell, el magistrado consideró que hay pruebas suficientes en su contra, y decidió procesarlo por el delito de "abuso agravado por el vÃnculo". Jorge A. hizo más de un centenar de presentaciones contra la madre de su hija, por impedimento de contacto. Es que en 2004, la mamá de P. comenzó a notar un extraño comportamiento en su hija, que no contenÃa esfÃnteres, se masturbaba y cambiaba de humor los dÃas que tenÃa que ver al padre, según el régimen de visitas.
Según el fallo judicial, la nena expuso que "cuando era chiquita su padre le chupaba la cara, también la boca, le tocaba todo su cuerpo, y cuando la bañaba le ponÃa dedos en la vagina y la cola; además de introducirle el miembro viril en la boca". También dijo que el padre "le habÃa dicho que iban a empezar a tener secretos y que ella no lo deberÃa contar a su mamá".
En el fallo se expone también el testimonio de un cura al que la nena le expresó lo que le sucedÃa pero que no le gustaba hablar de eso en Tribunales, por lo que el religioso le propuso que lo dibujara.
Durante sus visitas a la psicóloga, P. le confesó a la profesional lo que le pasaba "exponiendo que su papá la habÃa tocado en sus partes Ãntimas, y que cuando era más chica se lo transmitÃa a través de muñecos, expresando su temor que se sigan realizando estas conductas al referirle que iban a comenzar a tener secretos, instando la acción penal".
Tanto la tÃa como la madre de la niña relataron ante el juez que la nena "no querÃa usar pantalones ni bombachas porque decÃa que le molestaban. TenÃa todos sus pantalones agujereados en la zona vaginal, estaba irritable, agresiva, rasguñaba, estuvo mucho tiempo sin poder controlar esfÃnter por todo esto, (la madre) le cambiaba 6 pantalones diarios. En éste último tiempo (2010), con 8 años, los lunes, miércoles y viernes, cuando tenÃa que ver al padre en la puerta de la escuela, venÃa con el pantalón manchado con excremento".
Tras ser arrestado en marzo pasado --en la zona oeste de la ciudad--, acusado de "haber abusado sexualmente de su hija en forma reiterada desde que la misma contaba con 3 años, con actos que consistÃan en besos en carácter libidinosos de los denominados de lengua y también haberle introducido de manera ultrajante los dedos en la cola y su miembro viril en la boca de la menor, expresándole luego que tendrÃan secretos entre ambos y si la niña le contaba a alguien lo sucedido, le pegarÃa y harÃa cosas que están mal", el hombre respondió: "Es mentira. Cuando yo tenÃa régimen de visitas era crontrolado por personal policial en 2010".
Para Donnola "los menores abusados sexualmente transmiten un conocimiento sexual inapropiado para la edad. Por el lado de la afectividad, ésta debe ser congruente con la ansiedad generada por el abuso. Suelen realizar una descripción detallada de los sucesos producidos y generalmente mencionan una actividad sexual progresiva por parte del abusador".
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