Eduardo Jozami es escritor, periodista y un intelectual de larga militancia que actualmente está a cargo del Centro Cultural de la Memoria "Haroldo Conti". Acaba de compilar el libro "Tradiciones en pugna, 200 años de historia argentina", y lo presentó en Rosario en el Museo de la Memoria junto a Juan Giani y el diputado Eduardo Toniolli. Pero más allá del libro, Jozami habla en esta entrevista de los problemas cruciales del gobierno nacional, los desafÃos de la economÃa y de esas mismas "tradiciones en pugna" que hoy atraviesan al peronismo. Para este intelectual "serÃa un final trágico para el kirchnerismo que después de doce años de una transformación tan profunda, el candidato presidencial fuera una figura que no está identificada con el proyecto", señaló en referencia a las aspiraciones de Daniel Scioli. También opinó de Moyano que "pasó a la oposición en un camino de no retorno" y de la reforma constitucional con reelección.
"Tradiciones en pugna, 200 años de historia argentina", reúne el trabajo de muchos intelectuales que analizan la manera en la que se viene contando la historia de nuestro paÃs. Jozami explica que el libro está concebido "con una visión que pretende ser plural, que yo lo resumirÃa señalando que es necesario hacer una crÃtica de la llamada 'tradición liberal argentina'; pero que esa crÃtica no puede hacerse desde un solo lugar. No estamos en el año '50 donde habÃa una fuerte polémica entre el liberalismo y el revisionismo histórico". Y agrega que si bien el revisionismo fue necesario e hizo un importante aporte al debate histórico, cultural y polÃtico de la Argentina; "hoy estamos en una sociedad distinta donde debemos plantearnos la historia desde diferentes perspectivas. Estamos en un paÃs donde, por ejemplo, hay que hacer la historia de los pueblos originarios, de las mujeres, del movimiento obrero y de montones de cosas que eran imposibles que fueran contempladas por aquellos revisionistas". Para Jozami es importante que en este momento polÃtico "donde el peronismo y la tradición nacional y popular son un poco el eje de la convocatoria del kirchnerismo y de otros muchos sectores independientes y de izquierda; que exista una visión que reconozca esta pluralidad de aportes a la historia argentina".
-En general, el gobierno ¿respondió a demandas sociales o generó condiciones para viabilizar esas demandas?
-El gobierno ha tenido la audacia de adelantarse a algunas demandas de la sociedad argentina. El caso tÃpico en ese sentido es el del matrimonio igualitario, que tenÃa a mucha gente reclamándolo y haciendo gestiones legislativas. Pero seguramente no era el pedido de grandes sectores de nuestra sociedad, sin embargo cuando se sanciona la ley ésta adquiere un amplio consenso y esto demuestra que la iniciativa del gobierno y su respaldo es fundamental. Lo mismo habÃa ocurrido con la polÃtica de Derechos Humanos en la época de Néstor Kirchner. Por supuesto habÃa una larga historia de lucha de los organismos en la materia a partir de la recuperación de la democracia fundamentalmente, pero la decisión y la energÃa con la Kirchner dio respuestas en este terreno han sido fundamentales.
-¿Cuáles son hoy los desafÃos que tiene el modelo nacional, fundamentalmente los desafÃos económicos?
-Hay que ubicarse en una coyuntura en la que hay dificultades, y me parece que la fortaleza del gobierno no reside en ignorar esas dificultades, sino en insistir en una polÃtica que ha dado frutos importantes hasta ahora y no hacer lo que se hizo en otras épocas, que cuando venÃa la crisis todos se volvÃan neoliberales. Hay que diferenciar claramente que una cosa es la época de expansión y crecimiento económica y otra muy distinta es cuando empiezan a aparecer las crisis, incluso las internacionales como las que hoy se viven, donde el gobierno con muy buen criterio está tomando medidas para tratar de que el impacto de la crisis externa afecte menos; como controlar las operaciones cambiarias, cuidar las reservas, tratar de seguir cancelando deuda. Y por el otro lado sigue desarrollando polÃticas anticÃclicas como el lanzamiento del plan de viviendas (Procrear), la obligación a los bancos para que presten un más alto porcentaje de sus depósitos a las pymes, proporcionar financiamiento a los jubilados a través de la tarjeta Argenta, y otras medidas de este tipo.
-Y también aparecen dificultades polÃticas, como las tensiones con Scioli y con Moyano.
-Claro, y habrÃa que analizarlas también al lado de las económicas, y que por estos dÃas se expresan en esa tensión que mencionás con el gobernador de Buenos Aires por un lado y con Hugo Moyano por el otro. En este punto hay que decir que era más previsible la confrontación con Scioli que con Moyano. Si bien el gobernador bonaerense siempre ha dicho que era el más leal de todos, bastaba escuchar sus discursos para darse cuenta de que en ellos no figuraba nunca los postulados que le dan carnadura al kirchnerismo. Como por ejemplo la polÃtica de derechos humanos, la polÃtica hacia América Latina, las polÃticas democráticas en materia de seguridad, todo esto no apareció nunca claramente en el discurso de Scioli. Lo cual hacÃa pensar que una confrontación tarde o temprano era inevitable dado además que Scioli ha manifestado que tiene aspiraciones presidenciales. Si bien todos tienen derecho a disputar los cargos, me parece que para el kirchnerismo serÃa un final trágico que después de doce años de una transformación tan profunda, el candidato presidencial fuera una figura que no está identificada con el proyecto.
-En ese marco, usted ¿es partidario de la reforma constitucional y de otorgar la reelección para el presidente?
-Yo soy partidario de que la presidenta tendrÃa que tener el derecho a una reelección, básicamente porque la gente si quiere que se quede tendrÃa que tener el espacio para votar por eso. Lo que sucede es que uno en general habla poco de la reforma constitucional porque hay decisiones que tienen que ver con la oportunidad polÃtica e incluso hay decisiones personales, que en este caso tendrÃa que tomar la presidenta. Pero no hay que someterse a este chantaje de los sectores que han hecho las peores perversiones a la polÃtica argentina, y de pronto se sienten mancillados porque alguien piensa en la posibilidad de una reelección.
-Las crÃticas de Moyano y la fractura del movimiento obrero, ¿qué derivación polÃtica pueden tener para el gobierno?
-Es un poco sorprendente. Uno podÃa tener crÃticas a Moyano, cierto estilo de conducción sindical, pero tuvo su historia combativa durante el menemismo y después tuvo una polÃtica de acompañamiento muy firme hasta no hace tanto tiempo. Pero se ha llegado a una etapa en la que el mismo Moyano ha planteado el conflicto de manera tan incondicional que no permite demasiadas contemplaciones. Hasta hace un tiempo uno podÃa entrever alguna posibilidad de negociación con el gobierno, pero bueno, ahora el dirigente gremial ha expresado claramente su decisión de revisar su voto a este gobierno para el futuro, con lo cual no queda demasiado espacio. Moyano no es ya parte de un sector del kirchnerismo que cuestiona ciertas polÃticas sino que ha decidido pasarse a la oposición, se muestra con el Momo Venegas, trata de quedar alineado con Scioli en esta confrontación, me parece que hay una decisión que no tiene retroceso y no creo que Moyano vaya a ser acompañado por la mayorÃa de los trabajadores que seguramente valora lo que ha hecho este gobierno desde 2003- concluyó.
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