Página/12 :: rosario :: Otra vez a los tiros desde una moto

Un comerciante del plástico fue baleado en su Audi A4 negro, tras comprar fresias en una florería de Callao al 1000, a las 14.50 de ayer. Según relataron los vecinos de la zona, dos personas a bordo de una moto le dispararon entre siete y ocho veces, y huyeron por calle San Juan. Dos de los plomos impactaron en las piernas del hombre de 57 años, que perdió "bastante sangre" y estaba en shock cuando personal del Sies llegó para asistirlo, apenas cinco minutos después del hecho, tras el llamado del dueño de la Florería González, donde la víctima es cliente. En el tiroteo, una bala rozó al custodio de la Cooperativa de Flores --a mitad de cuadra-- que intentó ahuyentar al tirador. La hipótesis que manejaba personal policial era la del intento de robo. Es que adentro del auto que Carlos Passerini había dejado estacionado en la vereda de la Cooperativa de Flores, tenía un maletín con "muy poco dinero", según la policía. La cifra no fue revelada. El empresario no corría riesgo de vida: una de las balas ingresó por la pierna izquierda debajo de la rodilla y le causó una fractura de fémur; mientras que la otra ingresó por el muslo derecho. Según el asistente del Sies, que indicó que al principio el hombre estaba inconsciente, el cuadro "podría incluir compromiso arterial".

Poco más de 72 horas después del homicidio de Martín Paz, en 27 de Febrero y Entre Ríos, cuando circulaba en un BMW blanco, y del ataque al abogado Alberto Tortajada, frente a Tribunales; ayer el macrocentro rosarino fue escenario de otro hecho violento que rozó la fatalidad. La cuadra de Callao entre San Luis y San Juan está colmada de florerías, incluso la cooperativa del rubro funciona a mitad de la cuadra.

Después del ataque con una nueve milímetros, los vecinos mencionaban una moto roja. Una de las versiones daba cuenta que después que Passerini dejó el auto estacionado sobre la vereda de la cooperativa, cruzó la calle compró fresias --como cada semana-- en Florería González, salió del local y cuando volvió a su auto un muchacho lo sorprendió por la ventanilla del lado del conductor. Rompió el vidrio a los tiros y el grito de "alto" del custodio que estaba en la puerta de la cooperativa, a escasos metros del auto, parece haberlo asustado. El muchacho salió corriendo, pero siguió disparando. Una de las balas impactó sobre la pared del frente de la cooperativa. Subió a un moto que lo esperaba y huyó por San Juan.

Aunque en principio se trataría de un intento de robo, se indicó que el maletín quedó adentro del auto. En el asiento trasero del vehículo patente HWK 338 estaba el ramo de fresias amarillas, intacto. "El hombre está bien. Fue víctima de un intento de asalto. Venía a visitar a una persona, como lo hace habitualmente", dijo el jefe de Orden Público, Daniel Corbellini. Sin embargo, desde la florería negaron la presunta amistad, y aclararon que Passerini era cliente del comercio.

En tanto, el uniformado indicó que el custodio de la cooperativa "hizo cesar el delito"; y "no alcanzó a repeler" aunque su arma será peritada. Siete vainas calibre 9 milímetros fueron secuestradas en el lugar del hecho, donde quedó un manchón de sangre.

Al mismo tiempo, Corbellini confirmó la presencia de un maletín en el auto. "Se supone que ése era el objetivo de las dos personas que se movilizaban en moto, puede que hayan pensado que tenía más dinero o algún otro objeto de valor", dijo. Al parecer, la moto "no estuvo esperando al tirador", sino que "habría aparecido en la escena".

La hija de la víctima llegó al lugar junto con otros familiares, y antes de irse alcanzó a decir a este diario que su padre tiene un comercio en la zona de Travesía, del rubro del plástico. Confirmó que "estaba solo" y dijo que ellos también pensaban en un intento de robo.

Un empresario del plástico fue atacado ayer al mediodía en Callao al 1000

Otra vez a los tiros desde una moto

La víctima iba en un Audi A4 negro. Aunque el maletín quedó intacto, en el auto, la policía sostiene la hipótesis del intento de robo. Carlos Passerini, de 57 años, recibió entre 7 y 8 impactos en la pierna. Su vida no corría peligro.