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"El único inconveniente del Cedin es que aparece en un año electoral: el gobierno elogiándolo como herramienta financiera y la oposición criticándolo genera un tire y afloje que no ayuda. Si fueran más optimistas, el mercado se estaría moviendo mejor", dijo el operador inmobiliario Carlos Rovitti ayer, al revelar que esta semana se realizaron las dos primeras operaciones con el Certificado de Depósito de Inversión como medio de pago.
Rovitti, que preside la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), señaló que ambas compraventas estuvieron en el rango de entre 70 mil y 90 mil dólares, lo que "pese al secreto bancario que impera en estas transacciones por razones de seguridad" permite inferir que se trató de un departamento de un dormitorio y de un lote.
El Cedin es el instrumento generado por el gobierno para propiciar el blanqueo de capitales no declarados y reforzar el sistema financiero con el ingreso de esas divisas. Lo cierto es que, antes de cumplir un mes de vigencia, esta opción todavía está lejos de cumplir con el volumen de dólares que espera el gobierno, en el orden de 2.000 millones de dólares. "Recién se han exteriorizado sólo casi 9 millones de dólares en todo el país. Es poco. De las 43 operaciones inmobiliarias que se registraron por esta vía, la mayoría han sido en Capital Federal, y en Rosario se dieron esta semana las dos primeras. Sabemos que Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires", comentó el titular de Cadeiros.
Con todo, Rovitti demostró optimismo para el futuro inmediato. Vaticinó que el grueso de las transacciones con Cedin se activará sobre finales de setiembre, cuando venza el plazo para que los tenedores de dólares en negro puedan ingresarlos al circuito legal mediante el nuevo instrumento. "Cuando se trata de una modalidad nueva, nadie quiere ser el primero, por eso el blanqueo viene lento. La gente está evaluando qué pasa, expectante, y una vez que se comprueben estas primeras operaciones, el mercado se moverá más. Sobre todo, mientras continúe el dólar restringido y se afirme el Cedin como opción", analizó.
Por ahora, a la luz de los montos operados, todo indica que el mercado juega esas fichas de inversión moderada. Nada de grandes movimientos, por ahora. "Tengo entendido que en las próximas semanas se concretarán otras operaciones inmobiliarias con Cedin", adelantó el empresario.
Lo destacable, según el corredor inmobiliario, es que los propietarios están permeables a aceptar el certificado como medio de pago para sus inmuebles. "Todos los miembros de Cadeiros trabajamos en ese objetivo, asesorar bien para generar negocios sobre seguro, y aquí demostramos a los propietarios que la operatoria es inmediata. El vendedor, apenas firma la escritura, pasa por la ventanilla del banco con el documento firmado y retira los dólares sin dilaciones. Por eso es una buena herramienta para reactivar la economía", ponderó.
Rovitti evaluó que la actividad inmobiliaria sobre unidades usadas exhibió un "alto amesetamiento" durante el primer semestre, igual que el año pasado, y atribuyó ese parate al cepo impuesto al dólar. La ventaja de la plaza local es que, a diferencia de Buenos Aires, aquí las operaciones exhiben un grado de pesificación del 80 por ciento. Igual, la actividad no tiene el dinamismo que experimentó en 2011. En cambio, Rovitti notó que "en julio se empezó a mover hacia arriba, lento, pero firme". Esa incipiente reactivación, en su opinión, aún no tiene relación con el Cedin. "Responde a la liquidación de la cosecha y a excedentes acumulados de sectores productivos que hoy empiezan a aparecer. Si en la política fueran más optimistas, el mercado hoy se estaría dando una respuesta más contundente", señaló.
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