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Martes, 21 de enero de 2014
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Llega el ministro de Transporte para avanzar con el tren a Retiro

Poco antes de que llegue Randazzo

Rubén Galassi minimizó la discusión sobre la responsabilidad de los asentamientos irregulares junto a las vías. "Lo importante es que vuelva el tren. Lo demás será anécdota", dijo, sobre la polémica entre Mónica Fein y Alejandro Ramos.

Por Luis Bastús
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El titular de Transporte recibió ayer 33 vagones para el nuevo ramal Rosario - Retiro, licitado en todos los tramos.

El asunto de quién se hace cargo de quienes habitan a la vera de las vías por donde deba circular el tren a Retiro concitó un contrapunto entre la intendenta Mónica Fein y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, hasta en la víspera misma del arribo del ministro del área, Florencio Randazzo, quien ayer recibió los primeros 33 vagones de pasajeros que correrán por el nuevo ramal. Por eso, ayer el gobierno provincial salió a terciar en la polémica para desactivarla antes de que arruine la foto que el funcionario nacional se tomará este mediodía con Antonio Bonfatti y con la propia jefa municipal. "Estos debates serán anecdóticos cuando vuelva el tren. Eso es lo importante", zanjó Rubén Galassi, ministro de Gobierno y Reforma del Estado.

Este mediodía, en la delegación local de Gobernación, Bonfatti y Fein le entregarán al titular de Interior y Transporte el estudio realizado por equipos técnicos de las tres instancias de gobierno comprometidas, más las universidades Nacional de Rosario y Tecnológica Nacional, sobre las vías de ingreso posible para el nuevo ramal, y las siete alternativas para emplazar la estación. El relevamiento postula ventajas y desventajas de cada opción, en cuanto a la inversión en juego, cuestiones urbanísticas y la conectividad con otros ramales ferroviarios. De esa alquimia, los lugares que más consenso admiten como punto de arribo son Rosario Norte y Patio Parada, entre el cruce Alberdi y el viaducto Avellaneda.

Ayer arribaron desde China al puerto de Buenos Aires 33 vagones nuevos de pasajeros para el tren proyectado. "Este material rodante se completa con la renovación de 315 kilómetros de vía doble para unir las dos ciudades más importantes del país en un viaje de poco más de 3 horas", describió el ministro del Interior y Transporte. Añadió que los coches poseen aire acondicionado frío/calor, asientos reclinables, apertura y cierre de puertas automático y sistema de frenos ABS. "Son para el ramal que estamos recuperando por decisión política de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner", remarcó Randazzo.

Las vías posibles llegan entre la ruta 21 y la autopista Aramburu, y junto a la ruta 14, en trocha ancha; y la del Belgrano Cargas, que ingresa cerca de la ruta 18, en trocha angosta.

En cualquiera de estos casos, la intrusión de asentamientos irregulares a la vera de los rieles es uno de los asuntos clave a resolver. El secretario de Planeamiento municipal, Pablo Barese, reveló la semana pasada a Rosario/12 que hay intención de evitar el costo de relocalizar esa población, estimada en 2.000 familias. Habló de medidas alternativas, que acaso impliquen despejar una primera línea de viviendas, no todas. Túnel de malla o tejido, enrejados, o apertura de calles paralelas fueron algunas de las posibilidades que enumeró.

No obstante, Fein y Ramos se enfrascaron en un debate a través de la prensa que siguió hasta ayer mismo, horas antes de la visita de Randazzo. Es que, ante la hipótesis de que haya que desalojar ocupantes y resolverles su hábitat en otro lugar, la intendenta socialista marcó que "los terrenos usurpados del ferrocarril son tierras fiscales. Municipio y provincia pueden colaborar con soluciones, pero la inversión le corresponde a la Nación". El funcionario kirchnerista dijo que "la responsabilidad directa" es del municipio, aunque pidió encarar el asunto en conjunto. "Si no estuviésemos hablando del tren, estas familias estarían eternamente condenadas a estar viviendo a la vera de las vías", dijo Ramos.

A las cosas. Ayer el ministro Galassi salió al cruce de la polémica para poner paños fríos. "En sistemas de pasajeros el mejor es el ferroviario, y nuestros esfuerzos van a estar puestos para que empiece a funcionar lo antes posible. Esa es la buena noticia, y los debates, las discusiones, con el tiempo van a ser anecdóticos. Lo importante es que vuelva el tren", definió el principal brazo político de la Casa Gris.

Galassi puso en contexto nacional el trasfondo social que presenta toda ocupación popular de tierras fiscales como la que se da junto a las vías de Rosario y Villa Gobernador Gálvez. "En esta ciudad se ha trabajado en lo social como pocas en Argentina, pero tenemos una realidad de pobreza estructural que tiene que ver no sólo con Rosario sino con muchos lugares del país", advirtió. Pero retomó la senda conciliatoria y recordó: "Con Alejandro Ramos hemos hablado muchas veces en los últimos tiempos, y preferimos apuntalar las cosas positivas para la ciudad, la provincia y el país, como lo es la vuelta del ferrocarril".

La intendenta no le agregó capítulos a la discusión, pero Ramos sí. Por LT8 consideró que "el problema es social, que toca al tema de las vías y de quién son los terrenos, pero es más grave. Son dos mil familias en peligro latente. Cada vez que la intendenta ha planteado alto, ha tenido respuesta de la Secretaría de Transporte, como con el aeropuerto, el Belgrano Cargas y ahora con el tren. La idea no es como echar culpas, sino cómo entre todos hacemos la mayor cantidad de obras".

También el diputado Marcos Cleri, de La Cámpora, tomó partido. "Nadie tiene que poner palos en la vía. La intendenta Fein pretende determinar qué tiene que poner cada uno y qué no, esto no ayuda a avanzar con un proyecto tan trascendente", dijo.

Quién controla. Desde Unión Pro, el concejal Carlos Cardozo cuestionó a unos y otros. "Ahora empieza el juego de quién tiene la culpa cuando hay que hacerse cargo de solucionarle el tema a la gente. Esas intrusiones son consecuencia de décadas de falta de control, desidia y relajamiento en los planes urbanísticos por parte de la Municipalidad de Rosario y del gobierno nacional, porque si bien los ferrocarriles están privatizados, la Nación es el poder concedente y tiene todas las herramientas para impedir que eso pase", retó el edil. Y puso como ejemplo la advertencia de vecinos de Parque Field, Rucci y el fonavi de Casiano Casas sobre la ocupación de ambos márgenes de la vida que corre junto a Cristalería de Cuyo, entre Baigorria y arroyo Ludueña. "Nadie quiso o pudo escuchar el reclamo de la gente, y hoy hay allí un barrio establecido", demostró Cardozo. En el mismo sentido, citó el caso de Felipe Moré y Pellegrini, donde "se están levantando en este momento edificios de dos y tres pisos terrenos del ferrocarril y nadie reacciona desde el Estado".

"Rosario recibe migraciones internas y externas, que muchas familias que antes vivían de su trabajo fueron expulsadas del sistema, y que ante esa realidad se buscan soluciones al alcance de la mano, pero ni el municipio ni la Nación pueden permanecer como impávidos testigos sin tomar medidas ni planificar lugares acordes para recibir sentamientos en forma preventiva para evitar que se ocupen sitios estratégicos como hoy lo están las servidumbres de paso de las líneas ferroviarias", demandó el concejal.

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