Hace casi 17 años, Sebastián Rodrigo Pira atropelló y mató a dos chicas en la esquina de Salta y Oroño y desde entonces está prófugo. Sin embargo, la prescripción no está firme porque la fiscal Ana RabÃn apeló la resolución, por lo que la Cámara Penal definirá si el expediente se cierra definitivamente. Durante todo el proceso, la acción penal contra Pira, que tenÃa entonces 21 años, se vio truncada con su fuga. En su fallo, el juez Gustavo Pérez de Urrechu determinó que "los plazos procesales han transcurrido provocando el final de la acción penal". Familiares de las jóvenes fallecidas aseguraron que aunque el acusado zafó de una sentencia por las muertes de Daniela Caruso y MarÃa Celeste Haiek, tendrá condena social: "Por más que pueda caminar libremente, su conciencia no estará libre".
La madrugada del 2 de marzo de 1997, Pira se encontraba al volante de un Ford Galaxy, que circulaba por calle Salta en dirección al centro. A una velocidad estimada en 130 kilómetros, el vehÃculo cruzó Oroño y atropelló a MarÃa Celeste Haiek; mientras que Daniela Caruso quedó colgada del capó del auto y cayó al asfalto en calle Balcarce. La primera de las chicas murió en el acto por el golpe que recibió. En tanto, su amiga logró sobrevivir unos segundos más, pero se llevó la peor parte: los testigos, y luego las pericias, dieron cuenta de que quedó aferrada al capó del auto, lo que no hizo detenerse a Pira, quien la arrastró una cuadra. El conductor aceleró y en Balcarce frenó de golpe. La joven cayó al pavimento y Pira aceleró nuevamente pasándole por encima con su auto, lo que le provocó la muerte instantánea.
Pira fue imputado de homicidio culposo en el caso de Haiek --sin dolo-- y de homicidio simple --intencional-- en el caso de Caruso, pero nunca compareció, ya que se fugó cuando su situación se complicó. La Justicia lo declaró en rebeldÃa en noviembre de 1997.
En 2001, Interpol encontró a Pira en el aeropuerto de Holanda, cuando intentaba abordar un avión con destino Tel Aviv. Pero un juez de ese paÃs le otorgó una libertad condicional a la espera de la extradición, y volvió a huir.
El entonces juez Osvaldo Barbero calificó el hecho como "doble muerte en accidente de tránsito" y giró el expediente a quien era juez Correccional, Edgardo Bistoletti. Al mismo tiempo dispuso la libertad provisoria de Pira, el 12 de junio de 1997, diez dÃas después de que el muchacho se presentara en la comisarÃa 3.
Bistoletti recalificó el caso como doble homicidio con dolo eventual, pero la defensa de Pira apeló y la Cámara determinó que la muerte de Caruso debÃa ser considerada como un homicidio simple, y la de Haiek, como culposo. AsÃ, el expediente se dividió en dos y Barbero quedó a cargo de la muerte de Caruso; mientras que Bistoletti tomó la de Haiek.
En 2009, la Justicia declaró la prescripción de la acción penal sobre Pira por el homicidio simple de Caruso; pero la Cámara Penal lo revocó. En su resolución de fin de 2013, el juez planteó que "tanto la fiscalÃa como el juzgado realizaron claros actos persecutorios que se traducen en una contundente y evidente voluntad por parte del Estado en perseguir penalmente a Pira. No se dejó que el conflicto se diluyera en el tiempo, sino que se realizaron medidas pertinentes para procurar su captura".
La fiscal RabÃn dijo a Radio Universidad: "Entendemos que no puede hacerse lugar al sobreseimiento por prescripción".
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