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Martes, 13 de mayo de 2014
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La denuncia contra Rock & Feller's desnudó una "epidemia" de subregistro laboral

Todo el día para cobrar media jornada

El abogado laboralista Jorge Elías señaló que la inscripción
de trabajadores con menos horas explica el promedio salarial
de 3000 pesos. En el exitoso bar lo hacen con 150 personas.

Por José Maggi
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Jorge Elías representa a la empleada de Rock & Fellers.

Una causa judicial por fraude laboral contra los titulares del bar Rock & Feller's Rosario puso en evidencia el régimen de precarización de cientos de empleados que trabajan por más de ocho horas pero que están anotados por media jornada. "La moda de anotar a los empleados por media jornada es una plaga, es una epidemia peor que la del narcotráfico", denunció ayer el abogado laboralista Jorge Elías, quien radicó la denuncia en el Juzgado de Primera Instancia en lo Laboral de la Primera Nominación, a cargo de Susana Perkins, al reclamar en un caso particular de una ex empleada que se animó a señalar los hechos en los tribunales provinciales.

La demanda fue presentada el 28 de abril pasado por una moza del resto-bar, que consignó "la situación de irregularidad y abuso" de la empresa en relación con su planta permanente, calculada en alrededor de 150 personas. Según el texto redactado por Elías "los empleados figuran como trabajando por media jornada, es decir, inscriptos por cuatro horas".

De acuerdo a la denuncia, la firma Food Corner, sociedad contra la que va dirigido el reclamo, compuesta por Guillermo Isaac Rosental, Gustavo Kierzkowski, Sergio Daniel Kierzkowski y Carlos Alberto Abiad, "se ahorra el 50 por ciento de los costos de la seguridad social (jubilación, obra social, ART), y además paga salarios muy inferiores a los que marca el convenio". El escrito indica además que en el caso de la moza que inicia el pleito legal, la empleada "cobraba alrededor de $2.500 por mes, cuando el convenio colectivo fija un sueldo de más de $6.000 para quien trabaja 8 horas al día".

"En caso de despido o de accidente estos trabajadores quedan expuestos a cobrar indemnizaciones muy bajas, o tener que entablar juicio para tratar de probar la irregularidad de sus registraciones", explicó Elías.

El letrado reclamó que "el reclamo de la empleada que trabajó por más de cinco años en el lugar podría sentar un importante precedente respecto de la totalidad del personal que padece este abuso", alrededor de 150 trabajadores que están en las mismas condiciones.

Para Elías, este caso no supone una excepción: "Esta es una epidemia peor que la del narcotráfico, y se pone en evidencia porque las estadísticas del ministerio de Trabajo arrojan que la gente gana en promedio 3000 pesos. No puede ser, por los salarios de convenio de cualquier gremio por ocho horas superan largamente este monto. Esto pasa porque están anotados por media jornada"

"En este caso --agrega el letrado-- tiene una significación porque el lugar donde se producen estos abusos tiene un caracter emblemático: es un lugar carísimo, exitoso, lleno de gente, con pretensiones top".

Sin embargo para Elías "este tipo de fraude laboral se da en todos los rubros. La mayor parte de los trabajadores no están bien registrados: hay un 33 por ciento en negro, y los anotados están con medio día, con salarios en negro y con antigüedad menor. Las leyes existen pero los trabajadores con plenos derechos son menos que el resto.

--¿Cómo juzga el rol del ministerio de Trabajo de Santa Fe?

--Bien intencionado a veces pero bastante ineficaz. Creo que hay un problema, por más que las autoridades pongan empeño, tienen personal no del todo competente y se carece de una capacidad de control total. No se puede tener un inspector en cada empresa. Hay que pensar en otros controles como el cruzamiento de datos, o acciones que tengan efectos generales, como podría ser esta causa en cuestión

--¿Cómo analiza entonces el rol de los empresarios locales?

--Hay una ética que antes no existía. Nuestros abuelos trabajaban en empresas donde todos estaban anotados. Hoy el empresario piensa que el cumple con todo es un gil. Piensan que solo los giles pagan. Y se jactan y enorgullecen de tener la gente mal anotada. Pero esto tiene consecuencias: tanto que hablamos de inseguridad, el hecho de que la gente trabaje en condiciones tan malas no favorece a que sus hijos se piensen en un trabajo futuro en las mismas condiciones y se vuelquen al camino de la violencia y la droga?

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