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A unos les molestó que la intendenta Mónica Fein se lo contara primero a la prensa antes que el Concejo, a otros les parece que el anuncio de remozar el centro no es novedad, sino el rescate de una ordenanza que tiene diez años, y a otros les dio por el escepticismo ante la posibilidad de que todo quede en una maqueta. El plan Rosario más linda, que la jefa municipal reveló anteayer en rueda de periodistas, cosechó ayer los primeros reproches cuando los diarios llegaron al Palacio Vasallo.

La radical María Eugenia Schmuck no disimuló que enterarse por los medios la hizo "sentir un poco molesta" porque a los ediles les hubiese gustado "conocer el plan antes de que trascendiera por la prensa". Y retó a Fein. "Es una práctica que la intendencia tiene y que debería modificar en favor de generar acuerdos que lleven a mejores proyectos", dijo Schmuck.

La inquietud le cabe pleno a la concejala porque ella integra la comisión de Planeamiento, área pertinente a los cambios anunciados por Fein. "Me gustaría que estos proyectos se puedan tratar en el Concejo como lo hicimos con otras iniciativas importantes, sobre todo cuando habrá una inversión privada de por medio". No obstante, se mostró de acuerdo en general con la propuesta del Ejecutivo. "Es una manera de revalorizar sectores de la ciudad, pero nos gustaría discutirlo, ver planos, antes de debatirlo a través de los medios", reconvino. Con el mismo criterio, la concejala radical también amonestó idéntica actitud de la Intendencia para con la operación de los galpones portuarios reconvertidos junto al Parque Nacional de la Bandera, el proyecto Franja Joven. "La intendenta sostiene que algunas licitaciones no pasen por el Concejo, a pesar de que nosotros creemos que sí que es una atribución de los ediles. Habría que ver con qué mecanismo se realiza la licitación, qué tipo de objetivos tiene el proyecto, si hay algún inversor, si será por iniciativa privada o es algo planeado de cero por el municipio", descargó en declaraciones a LT8.

Para Jorge Boasso, lo que Fein anunció es lo mismo que manda la ordenanza 7675/04 desde hace diez años y que no se cumplía: un "programa de revitalización del casco céntrico". "Después de diez años la anuncia con bombos y platillos como si fuese algo nuevo, como si fuese el gran invento del municipio, y no es ni más ni menos que el cumplimiento de una vieja ordenanza producto de nuestro trabajo", se arrogó Boasso y manifestó que "con esta publicidad no van a compensar el daño terrible que le ocasionan a los ciudadanos al prohibir estacionar en 936 boxes del centro", y finalizó: "Aún así, bienvenido sea que ahora la pongan en funcionamiento".

Desde Unión Pro, Roy López Molina señaló que "si la reconversión se concreta, será bueno para Rosario. Si queda en promesas y maqueta, una vez más, será deuda de la intendenta".

Obras en el casco histórico

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