"La Justicia me abandonó cuando lo denuncié y me abandona ahora", se lamentó RosalÃa BenÃtez, luego de conocerse la condena a 10 años de prisión a su ex pareja, Mario "Cacho" Toledo, por intentar asesinarla de seis disparos, delante de su hija de 9 años. La FiscalÃa habÃa pedido 18 años de cárcel para el hombre, tras el hecho que cometió en septiembre de 2012, por el que quedó detenido en ese entonces. "Esto es vergonzoso y un mensaje para que las vÃctimas de violencia de género no denuncien", se enfureció Ana, una de las militantes del movimiento de Amas de Casa de Villa Gobernador Gálvez que ayer participó de la lectura del fallo. Hace más de dos años que las militantes esperaban una sentencia "ejemplificadora". La bronca de las mujeres se dispersó por los pasillos de Tribunales, que marcharon al grito de "justicia, justicia, justicia". Los fiscales Cristina Herrera y Carlos Covani se mostraron "sorprendidos" con la resolución, y lamentaron que se haya quitado el agravante de ensañamiento y alevosÃa que habÃan solicitado y "probado en el juicio" oral que comenzó el 12 de diciembre pasado. Dijeron que tras leer los fundamentos (disponibles desde el lunes) apelarán la decisión de los jueces Julio Kesuani, MarÃa Isabel Más Varela y Eduardo Fertita. El sábado a las 9, las mujeres se movilizarán en la Plaza de la Madre de Villa Gobernador Gálvez, para apoyar a RosalÃa y repudiar la decisión judicial.
"¿Qué más necesitaban? ¿Que esté muerta? Por cosas como ésta es que tenemos una muerta cada 30 horas en el paÃs", gritó Rosana dentro de la sala. Ella acompañó a RosalÃa a presentar las primeras denuncias por las amenazas de muerte que recibÃa de parte de Toledo, hace más de dos años. "Fueron un montón de denuncias. Los jueces no me ayudaron antes y ahora tampoco. Me abandonaron cuando denuncié violencia y me vuelven a abandonar ahora", se quejó RosalÃa.
La mujer de 46 años, y tres hijos, todavÃa estaba esperando ingresar a la sala de audiencias cuando se leyó el veredicto, sin ella, alrededor de las 10.15 de ayer. "Cómo los jueces van a salir corriendo sin siquiera esperarme para escuchar la sentencia. Quedé viva de milagro. Me quiso matar delante de mi hija. No hubo justicia. Voy a seguir adelante porque quiero que lo condenen a más años; porque habÃa muchas mujeres esperando este dÃa. ¿Qué les tengo que decir a ellas? ¿que no vengan a Tribunales porque les van a dar una patada en el culo como a mÃ?", preguntó la vÃctima del caso que llegó a juicio oral y que fue considerado "emblemático" en la región.
Las voces de las mujeres retumbaron en el pasillo del primer piso, sobre calle Moreno. Y RosalÃa no dejó de reclamar: "Cómo van a confiar en la justicia las mujeres, si los jueces son vergonzosos. Estoy defraudada por el abandono, la vergüenza. ¿Cómo hago si me vuelve a pasar algo?", lanzó, desesperanzada.
Dentro de la sala de audiencias, mientras el público esperaba que se llevaran al detenido, Ana gritó: "¿Diez años nomás? Sinvergüenzas"; y el juez Kesuani le respondió que es una decisión de primera instancia y que se puede apelar. "Ellos son los responsables de que tengamos que apelar a la Cámara. No tiene nombre lo que hacen estos jueces, porque está todo recontra probado. Sucedió todo delante de los vecinos que intentaban sacar una reja mientras a RosalÃa le disparaban (dentro de su casa), y estos jueces escucharon cómo él entró por la noche, a escondidas, a la casa. Hay un montón de tipos con prisión domiciliaria poniendo en juego la vida de tantas mujeres. Y cuando este malbicho ponga un pie en la calle va a matar a RosalÃa. Esos jueces acaban de habilitar que no pueda vivir tranquila", gritó la mujer, casi sin voz, e hizo llorar al resto.
Pero RosalÃa demostró que no bajará los brazos. "Convocamos a todas las mujeres que nos quieran acompañar a un encuentro en la Plaza de la Madre de Villa Gobernador Gálvez, el sábado, a las 9. Yo no voy a parar, pese a que se cagaron en mis hijos, en mà y en todas las mujeres", prometió a sus compañeras, quienes antes del mediodÃa se manifestaron en calle Balcarce.
Según la parte dispositiva del fallo del tribunal, el hombre de 67 años fue condenado como "autor penalmente responsable de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, portación de arma de fuego y amenazas coactivas"; pero no contemplaron el agravante de alevosÃa y ensañamiento que habÃa pedido la fiscalÃa. Si bien ese dato merma la pena, el fiscal Covani aseguró que "aunque se cambia la calificación, la pena es baja". Cuando la secretaria del Juzgado de Sentencia Nº 4 dijo "condenar a Toledo a la pena de 10 años de prisión"; él cerró los ojos con fuerza, negó con la cabeza y no volvió a levantar la vista hasta que se lo llevaron, esposado.
La madrugada del 22 de septiembre de 2012, RosalÃa estaba sola en su casa de Villa Gobernador Gálvez, con su nena de 9 años. Toledo desobedeció la exclusión de hogar y entró a la casa, por los techos. Estaba armado con una escopeta y un revólver. Mientras su hija le rogaba que no les hiciera nada, ambas corrieron a la habitación que da a la calle y pidieron auxilio por la ventana. El agresor entró y disparó a RosalÃa, que corrió con su hija hacia el garaje, y cuando estaba por alcanzar la puerta, Toledo le tiró a la nuca. Para la fiscal Herrera, el hombre "escapó porque la creyó muerta, porque ése era su objetivo". La mujer estuvo 15 dÃas en coma y sobrevivió "de milagro".
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