Con pruebas sobre quiénes dispararon

Cuatro agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) fueron detenidos ayer, por orden del fiscal Adrián Spelta, por su vinculación con el homicidio de Jonathan Herrera, quien fue baleado al quedar en medio de una persecución policial, mientras lavaba su auto en barrio Tablada. A casi diez días del hecho, cometido el 4 de enero pasado, las pericias balísticas y otras pruebas ordenadas por la Unidad Fiscal de Homicidios arrojaron que fueron balas de las armas de los efectivos, oriundos de Santa Fe y puestos en funciones en Rosario en diciembre de 2014, las que impactaron en el cuerpo del joven de 23 años, que intentó esconderse detrás de un árbol, cuando advirtió el tiroteo de la policía con el ladrón. Spelta indicó que hoy llevará a los arrestados a audiencia imputativa, donde les achacará diferentes grados de participación en el hecho de "homicidio calificado".

En el suceso perpetrado durante la siesta del primer domingo de enero, cinco agentes del Comando Radioeléctrico iniciaron la persecución a dos muchachos que salían de robar en una juguetería de San Martín al 3500. Uno de ellos era Brian V., de 19 años. Entonces comenzó el tiroteo, ya que el acusado ladrón portaba un arma calibre 22 largo. En ese momento, Jonathan lavaba su VW Gol en la puerta de su casa, en la esquina de pasaje Villar (donde termina bulevar Seguí) y Ayacucho. En tanto, de un colectivo de línea descendieron cuatro policías de la PAT, que venían de prestar servicios por el Dakar, y se sumaron a la persecución, del otro lado de bulevar Seguí. Herrera murió al ser alcanzado por tres balas: una que se rozó la cabeza y le fracturó los huesos del cráneo; otra que entró por un muslo y se alojó en la cadera y una tercera le dio en el pie.

En las primeras horas tras el hecho, la familia del joven muerto apuntó directamente contra el personal policial, ya que al menos tres de los allegados a Jonathan fueron testigos directos del episodio. Dijeron, incluso, que el ladrón cayó herido, pero la policía "siguió tirando".

Desde entonces, la fiscalía intentaba determinar de qué armas partieron las balas que hirieron de muerte al muchacho que quedó en medio de la balacera. Era empleado repositor en Falabella y padre de un bebé de un mes y medio. "En la audiencia imputativa se les hará saber de qué hechos están acusados", dijo el fiscal Spelta ayer, en conferencia de prensa.

Los cuatro detenidos, identificados como Ramiro R., Francisco R. Luis S. y Alejandro G., son policías veinteañeros egresados recientemente del Instituto de Seguridad Pública (Isep), y puestos en funciones en diciembre pasado por el Ministerio de Seguridad provincial. Según indicó Spelta, las detenciones están fundadas en "evidencias como imágenes de cámaras de seguridad, resultados de pericias y testimoniales reunidas en la semana. Todo ello da cuenta de que los cuatro han tenido participación en este hecho y es por eso que se los va a imputar con diferentes responsabilidades", dijo.

Según trascendió, los agentes que ya habían sido entrevistados por personal de División Judiciales --al igual que los cinco del Comando Radioeléctrico que participaron del hecho--, fueron convocados ayer por la mañana a la oficina de Asuntos Internos en la ciudad capital y allí mismo quedaron detenidos. Ayer, estaban siendo trasladados a Rosario para la audiencia imputativa que presidirá el juez Gonzalo López Quintana, este mediodía en Tribunales, según se indicó desde la Oficina de Gestión Judicial.

Al ser indagado sobre de qué arma partieron los disparos que impactaron en el cuerpo de Jonathan, Spelta indicó: "Las pericias balísticas se hicieron en las cuatro armas de estos efectivos, en las vainas halladas, y las cuatro tuvieron participación. Todo fue determinante para estas detenciones", señaló, aunque hoy se sabrá con detalle qué responsabilidad tuvo cada uno de los jóvenes agentes en el lugar. "Si bien fueron tres los disparos en el cuerpo de la víctima, hubo más disparos en el lugar del hecho", aclaró Spelta.

El hecho derivó en varias críticas hacia la formación del personal de la PAT, que fue capacitado durante el tiempo que Gendarmería Nacional estuvo en Rosario; la fiscalía aclaró que no es ése el punto de la investigación, sino el hecho por el que murió Herrera. "Nuestra tarea es determinar quiénes son los autores o partícipes en este hecho, y en virtud de ello, mañana se los imputará", dijo Spelta. Tampoco se habla de la posibilidad de que la Justicia investigue sobre responsables de la PAT, según indicó el fiscal.

La familia de Jonathan estaba ayer espectante del llamado de la Fiscalía, para recibir más información sobre las personas detenidas. "Quiero ir hasta el fondo con esto, quiero nombre y apellido de los que mataron a mi hijo, porque no sé si eran éstos solos o más. Estamos destruidos, porque mi hijo era una excelente persona y ellos le tiraron a matar", dijo María Elena.

En tanto, los agentes no tenían hasta ayer un abogado particular confirmado, por lo que en ese caso, la Defensoría Pública Provincial los representaría al menos en la audiencia de hoy.

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