Maximiliano Alfonso habÃa regresado anteayer a trabajar a la obra de Presidente Roca 560, luego de seis meses de licencia médica. Sus compañeros lo encontraron ayer, al finalizar la jornada laboral, sin vida dentro del hueco del ascensor del edificio en construcción, y con signos de haber caÃdo al vacÃo, tal vez, desde el tercer piso donde habÃa estado trabajando un rato antes. El fiscal Adrián Spelta reparó en dos detalles: las aberturas en cada uno de los 7 pisos para el futuro ascensor estaban tapadas con placas de madera, incluso la del tercero; y además, el cuerpo del albañil no tenÃa consigo ningún elemento de seguridad. Desde el sindicato de la construcción, Uocra, afirmaron que antes habÃan denunciado esa obra ante el Ministerio de Trabajo por razones de seguridad laboral. Fue el primer accidente laboral fatal de 2015. El anterior habÃa ocurrido en noviembre de 2013, cuando un obrero falleció sepultado por un talud de tierra en la construcción de una guarderÃa náutica, en la desembocadura del arroyo Ludueña.
La vÃctima tenÃa 54 años, y hacÃa diez que se habÃa radicado en Rosario, desde Paraguay, para trabajar en su oficio, el de albañil y carpintero, contó su yerno ayer en el lugar donde encontró la muerte, bajo la mirada de vecinos que curioseaban desde los balcones de enfrente. Seis meses atrás habÃa tenido otro accidente que lo marginó seis meses, contó Ariel Meza, dirigente de la Uocra Rosario. Pero el miércoles habÃa retornado a su puesto, en el edificio de departamentos casi terminado que se erige lindero a una cochera, desarrollado por un fideicomiso administrado por la constructora Di Mauro.
Meza contó lo que los albañiles le transmitieron. Poco antes de las cinco de la tarde de ayer, todos estaban en el 7º piso, menos Alfonso, asignado a limpiar el tercero. "Los muchachos empezaron a preparar todo porque terminaba la jornada. Y a este compañero no lo encontraron donde tenÃa que estar, lo siguieron buscando y asà lo encontraron caÃdo en planta baja", contó el representante gremial. Acotó que esa obra "habÃa sido denunciada" antes en el Ministerio de Trabajo, pero no supo decir si luego de eso habÃa sido inspeccionada ni con qué resultados. Ninguna fuente del Ministerio de Trabajo atendió los llamados de este diario.
"Hicimos poner ese panel de contención", dijo Meza al señalar la bandeja de seguridad instalada en la fachada de la torre, por encima de la planta baja.
Pero Alfonso murió adentro, en el hueco del ascensor cuyas aberturas deben estar cerradas por reglamento. Asà las encontró el fiscal de Homicidios Adrián Spelta, quien acudió al lugar junto con policÃas, bomberos y agentes de la GUM. "Todas las aberturas estaban bloqueadas con maderas. Habrá que determinar entonces cómo es que el trabajador cayó al vacÃo", dijo el fiscal. Antes de que interrogara a los compañeros de Alfonso -quienes fueron conducidos como testigos a la seccional 3ª- Spelta reveló que el cuerpo del albañil no tenÃa elementos de seguridad en su indumentaria. Aunque la policÃa recogió un casco en el tercer piso y otro en el segundo, los que serán sometidos a peritajes de ADN para discernir si pertenecÃan al trabajador fallecido.
Además de las aberturas para el ascensor en cada piso, existe una puerta lateral en el segundo nivel que comunica la torre con el garage aledaño. Esa puerta sà estaba abierta, por lo que el fiscal ordenó secuestrar el sistema de videocámaras de la cochera para revisar las imágenes de ese acceso en el momento de la caÃda de Alfonso.
Spelta es fiscal de homicidios, aunque ayer aclaró que si constata que se trató de un accidente laboral, lo derivará al fuero correspondiente. El hecho de que en el edificio todos los huecos hacia el vacÃo interno estuvieran bloqueados con las placas de madera lo llamó a la desconfianza. Existen las posibilidades de que el albañil fuera empujado al vacÃo, o que él mismo hubiera tapado la abertura antes de caer. Pero la hipótesis más fuerte es que la escena no haya estado en las condiciones adecuadas de seguridad y que alguien haya tabicado los huecos luego de ocurrida la tragedia.
Cuando las autoridades todavÃa trabajaban en el lugar, en el apretado espacio del futuro hall de planta baja, junto a bolsas de cemento estibadas y arena, arribaron una pareja de jóvenes con su hija y otro muchacho. Eran la hija, el hijo, el yerno y la nieta de Maximiliano Alfonso. Ellos, previsiblemente conmovidos por la pérdida, le aseguraron al fiscal y al médico forense que el trabajador no tenÃa problemas de salud. "Era un hombre sano. HabÃa estado estos meses en la ART por un problemita, pero ayer (por el miércoles) habÃa vuelto a trabajar. Es terrible", resumió el yerno mientras los albañiles subÃan en silencio al patrullero policial.
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