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El apagón que oscureció casi toda Rosario y municipios vecinos el martes a la noche no se originó en un desperfecto del sistema interconectado nacional (SIN), como alegaron en principio desde la Empresa Provincial de la Energía, sino por un cortocircuito originado en una línea aérea de alta tensión de la distribuidora provincial, que une las estaciones transformadoras Sorrento con la situada frente al aeropuerto Islas Malvinas. La falla ocurrió en un cable que cruza un sector del barrio cerrado Aldea, y sobre una línea que las autoridades de la EPE planeaban hace tres años hacerla subterránea, pero que no lo hizo por la férrea oposición de los habitantes de ese desarrollo inmobiliario del noroeste rosarino. El incidente se produjo con estruendo y fuego, lo que generó el pánico de los vecinos que se alejaron a la carrera y con lo puesto, en medio de la oscuridad. En tanto, ayer por la tarde hubo otro corte de energía que afectó por unas dos horas a gran parte del área central de la ciudad, a partir de una explosión originada en la estación transformadora de Dorrego al 1800.
El primer indicio del origen del gran apagón lo dio ayer de mañana Antonio Caro, subdirector de la empresa Transener, operadora del sistema interconectado que transporta energía en 500 kilovoltios por todo el país, desde los centros de generación hasta las estaciones de cada distribuidora provincial. "La falla ocurrió en líneas de 132 kilovoltios de la EPE, y no en el sistema interconectado nacional", aclaró el ejecutivo, quien fuera interventor de la distribuidora estatal durante el segundo gobierno de Carlos Reutemann y encaró el frustrado proceso de privatización de la empresa estatal.
"La actuación de nuestro equipamiento en la Estación Transformadora Rosario Oeste ante la falla fue correcta y las instalaciones estuvieron siempre disponibles para el normal abastecimiento. La falla fue de la EPE y nuestras protecciones abrieron (cortaron) las líneas correctamente para proteger las instalaciones", señaló Caro. No obstante, fuentes conocedoras de la actividad energética provincial aseguraron que el SIN a esa hora estaba trabajando en alerta, con el 90 por ciento de su capacidad exigida por la alta demanda.
Pese a la falta de información oficial de la distribuidora, este diario pudo saber que el calor de la jornada, sumado a la intensidad operada sobre la línea de alta tensión, causó una dilatación natural del acero y el cable aumentó su "panza" de suspensión sobre el espacio aéreo de su traza. Uno de esos tramos llegó a tocar un árbol y produjo la explosión y el cortocircuito. El incidente averió esa línea y produjo un efecto dominó que activó los controles de Transener, sacando de inmediato la carga con la que abastecía en ese momento a unas 15 estaciones transformadoras 132/33 kv.
En el barrio Aldea se estremecieron por el estruendo y por el fuego que incendió el árbol. Ayer, los directivos de la EPE que tomaron contacto con ese consorcio les recordaron su negativa a dejar entrar las cuadrillas al barrio para que realicen la poda de árboles bajo la línea de alta tensión. Asimismo, les hicieron ver una razón por la que la EPE pretendía en 2012 reformular el trazado, para que a lo largo de la avenida Schweitzer el cable fuera soterrado. Pero entonces, los vecinos de la zona presentaron férrea oposición, con piquete incluido. Lo que quedó fue una situación tan vulnerable que dejó a toda la ciudad a oscuras en un santiamén.
En tanto, ayer a las 17.30 falló un cable y causó un incendio en la estación transformadora Rosario Centro, de Dorrego al 1800. Desde Córdoba y Buenos Aires hasta 27 de Febrero y Moreno se interrumpió el suministro, que pudo ser restablecido dos horas después.
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