Hermes Binner repetirá en la puja por las senadurÃas santesinas contra Omar Perotti y Carlos Reutemann el escenario de tercios que mostró la elección de gobernador, pero para el socialista esa foto es coyuntural. No teme competir con boleta corta: "La gente sabe votar y corta cuando quiere", asegura. Entiende que la apretadÃsima victoria electoral de Lifschitz se debió a "desatinos" del Frente Progresista que "durmió la siesta" y no supo escuchar ciertas demandas. El ex gobernador vuelve a medirse con su par traspolado al PRO y confÃa en la lectura del electorado. Su acérrima oposición al gobierno nacional a pesar de Bonfatti y de Fein, el sueño presidencial que no fue, el desgaste de los años de gobierno y hasta Mirta Legrand. "Esto no es una dictadura, para nada, pero volverÃa a nombrarla embajadora cultural", insistió en diálogo con Rosario/12.
-Usted, Perotti y Reutemann reeditan la pelea de 3 como ocurrió en la elección de gobernador. ¿Esta relación de fuerzas llegó para quedarse en el tablero polÃtico provincial?
-No, es una circunstancia, porque es tan volátil la decisión de la gente en cuanto a su voto. Debe confirmarse en la práctica esto para creer que seguirá esa situación. Esto ocurre ahora porque hubo esta movida de Macri por un lado, Scioli por otro, Massa por otro. Y nosotros con Margarita Stolbizer somos conscientes de nuestras posibilidades, pero también no dejamos de ser coherentes con nuestra forma de pensar, porque en el mapa de Santa Fe hay una franja muy alta que no está representada y que le pertenece al progresismo. Estamos entre extremos de la mirada polÃtica y nosotros nos ubicamos en la zona donde creemos en los valores y en los derechos, los de segunda generación vinculados a la educación, salud, vivienda, trabajo, a la jubilación. Lamentablemente, venÃamos con una fórmula pero algunos sectores de los socios del FPCS decidieron ir a pactar con Macri, y los atajos no son buenos para buscar objetivos. No se si es un reproche pero es una situación comprobable: el FAUnen quedó una cáscara vacÃa y entonces perdÃa interés ser parte de una propuesta que no compartimos.
-¿Cuándo el Frente Progresista zanjará esa relación bifurcada con el radicalismo?
-En esta oportunidad no ocurrió. Ahora son ocho los partidos del FP, y hace veinte años que lo conformamos, y lejos de desunirse cada vez nos unimos más, porque no hay hoy candidaturas que vengan de partidos polÃticos sino de frentes, salvo algunas excepciones. Lo importante es formar una lÃnea de trabajo desde el progresismo con miras a las próximas elecciones.
-¿Si la estrella de Macri se apaga, el PRO en Santa Fe también?
-No sé si se apagará, pero vivimos en un mundo muy volátil. Asà como decÃamos que Borocotó era un desprendimiento del sistema democrático, eso fue una primera vez, pero luego muchos lo copiaron y hoy es moneda corriente pasar de un partido a otro, como Reutemann que primero adhirió a Massa y terminó arreglando con Macri, como si fuera todo lo mismo y no lo es.
-Y que eso sea moneda corriente y cobre legitimidad en el electorado, acaso ¿no es una interpelación al esquema tradicional de partidos?
-Por suerte no. Las veces que fuimos por la intendencia en Rosario y cuando fuimos por la gobernación, al final tenÃamos el programa para rendir cuentas de lo que hicimos y que antes habÃamos anticipado. Eso es la buena acción polÃtica, mostrar qué es lo que se va a hacer. Hoy parece que no todos pueden o quieren decirlo.
-¿Al ir usted con boleta corta no está en desventaja ante Perotti y Reutemann que sà tienen un candidato presidencial definido en la boleta?
-Algunos dicen que sÃ. No me animo a afirmarlo, porque la gente cuando tuvo que cortar, lo hizo. Sabe votar la gente y apelamos a eso.
-¿Por qué el FPCS retuvo el gobierno en Santa Fe por tan escaso margen?
-Distintos factores. Empecemos por casa, hubo desatinos cometidos por el Frente, por eso nuestro eslogan es escuchar, corregir, avanzar. DirÃa que nos dormimos la siesta, creÃmos tal vez que todo venÃa fácil, y nos faltó escuchar muchas cosas que nos planteaba la sociedad y no lo leÃmos a tiempo, pero sà hubo tiempo para revertir la situación. Cuando pensamos en lo que dejamos de hacer salirmos a tocar timbres y a decirle a la gente quién hizo el Heca nuevo, el Cemar, el TrÃptico de la Infancia, la apertura de calles, las plazas, los parques. Son polÃticas que integran un programa real.
Por eso vamos por 26 años en el municipio de Rosario, ocho años y otros cuatro en la provincia. Demuestra que hay una coherencia a tener en cuenta. Venimos del reconocimiento de los jóvenes santafesinos que participaron en los Panamericanos de Toronto, participaron en el 40% de las medallas de oro obtenidas. Y en Salud va la disminución de la mortalidad infantil, y en Educación con la titularización de 32.000 docentes a planta, con el 82% móvil que pagamos la jubilación, son acciones de neto corte progresista, de verdad. Estamos convencidos de que el seguimiento del electorado está coronado por una mejor calidad de vida. A pesar de tantas dificultades, tenemos el segundo lugar en producto bruto geográfico gracias a nuestra diversidad productiva.
Bonfatti y Fein parecieron cuidar siempre su relación con el gobierno nacional mientras usted tiraba dardos abiertamente opositor y parecÃa socavar los puentes que ellos querÃan construir.
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