Página/12 :: rosario :: Otra espera por la justicia

Alberto Perassi se fue tan confundido como desilusionado ayer de los Tribunales. "Pensamos que se definía todo ahora; pero tendremos que seguir aguantando y volver mañana (por hoy) a ver si sucede lo mejor". Esas fueron sus palabras al salir de la audiencia oral en la que los ocho acusados por la desaparición de su hija, Paula, pidieron ser liberados. Tras el planteo defensista, el camarista Adolfo Prunotto ordenó un cuarto intermedio hasta hoy, a las 9.30, cuando será el turno del fiscal Guillermo Camporini y los abogados querellantes de defender la investigación. Afuera, familiares de víctimas de otras causas que esperan respuesta judicial acompañaron a Alberto. Al hombre se le llenaron los ojos de lágrimas cuando les contó que lo "cuestionaron" por haberse encadenado, a principios de este año, cuando aún no había detenidos. "Yo viví el caso durante más de tres años, y hasta me cuestionan haberme encadenado. Por algo me encadené: porque la Justicia no me atendía", sollozó el hombre que desde el 18 de septiembre de 2011 no descansa para lograr que la desaparición de su hija se investigue.

El mes que viene se cumplen cuatro años de la desaparición de la sanlorencina de 34 años, y la causa llegó por primera vez a una audiencia oral, luego de que el juez Penal de San Lorenzo, Juan José Tutau, procesara a cinco policías y tres civiles, y los dejara presos, en mayo pasado. En la apelación, los padres de Paula escucharon críticas de los abogados defensores tanto a la causa, como a la joven, que estaba embarazada.

Sentados en la primera fila del público, Alberto (quien llegó con chaleco antibalas y custodia, por las amenazas recibidas) y Alicia se mordían la bronca. "Tengo la sensación de que quedaron cosas en el aire, porque la Fiscalía y los abogados querellantes también tienen mucho para decir. Hay cosas que se dijeron que no son así. Tendré que aguantar, seguir adelante y volver mañana (por hoy)", dijo Alberto, quien estuvo acompañado también por el diputado provincial Eduardo Toniolli y el legislador electo Carlos Del Frade.

Las defensas basaron sus argumentos en intentar voltear la causa, con pedidos de nulidad. Fernando Sirio, en representación de Gabriel Strumia, quien era amante de Perassi; y la esposa, Roxana Michl, detenidos en abril pasado, dijo que "no existen elementos. La teoría del caso no tiene más pruebas que las indiciarias o presunciones, sobre la teoría del aborto y muerte de la mujer", dijo.

Es que la teoría del caso para la Fiscalía, representada por Donato Trotta y Román Mocetta (de San Lorenzo), es que la mujer fue sometida a un aborto sin consentimiento, y esa práctica provocó la muerte. La hipótesis apunta a que Strumia no quería que tuviera a ese hijo. Para Sirio, tal embarazo adjudicado a la relación "surge del intelecto del juez porque nada afirma que fuera suyo, cuando Paula todavía convivía con su pareja". También puso en duda la existencia de una reunión en un bar de Timbúes de la que participaron Paula y Strumia. "Hay una llamada, en el horario en que Paula estaría reunida en el bar, que se realizó desde calle San Martín, en San Lorenzo, donde vivía. O sea que a esa hora no estaba en El Viejo Bar". Y agregó: "Nunca hubo contacto existente entre mis clientes y Mirta Rusñisky (acusada de haber practicado el aborto)".

El abogado Aldo Bilbao Benítez, defensor de Rusñisky, señaló que "se le imputa el aborto seguido de muerte, sin consentimiento, pero se carece de prueba comprobable y fáctica. Tutau sostiene toda su teoría en la relación de Strumia con Perassi, a partir de la que dicen que ella quedó embarazada. Luego de encuentros en los que él insistió con que aborte, Paula se habría negado; y como se negó, arrancó un plan alternativo: obligarla a ser sometida al aborto. Pero, si (Strumia) tenía miedo de lo que diría la sociedad de ese hijo ¿no tenían miedo de secuestrarla y luego devolverla a su casa para que los denuncie al otro día? Por eso, la teoría no encaja", dijo.

El abogado Víctor Corvalán, defensor del comisario Adolfo Puyol, quien era jefe de la Agrupación Cuerpos, se quejó: "Lo acusan de no hacer la denuncia pertinente, estando obligado a hacerla. No tuvo nada que denunciar porque nunca vio nada relacionado con la desaparición de Perassi. Pretendemos la nulidad de la resolución (que los procesó) por arbitraria. Se construye sin pruebas. No buscamos solo la libertad. Hay una abogada que está indicando dónde buscar el cuerpo de Perassi. El juez dio lugar a un testigo que le dijo 'me conecto con los espíritus'; lo escuchó y ordenó que la busquen. No es serio. Incluso, la abogada le aconsejó a Alberto secuestrar al hijo de Puyol para que digan dónde está el cuerpo de Paula Perassi", lanzó. El juez preguntó a la Fiscalía si investigará esa acusación.

En tanto, Paul Krupnik, por la defensa del sargento Ramón Godoy; y Jorge Bedouret, por los policías María José Galtelli, Aldo Gómez y Jorge Krenz criticaron al fiscal Mocetta. "Los policías que no tienen el secundario terminado y tienen que ser CSI (la serie policial). Es una vergüenza", dijo Krupnik. Camporini les pidió que lo hagan ante las autoridades que corresponda. "Hay fantasías y por esto pueden perder la carrera, el futuro y el sostén. Es tan injusto. Es una atrocidad jurídica, una mentira", dijo Bedouret.

Sigue hoy la audiencia por la libertad de los acusados en la causa Perassi

Otra espera por la justicia

Ayer argumentaron las defensas de los ocho detenidos, que pidieron la nulidad de las detenciones y negaron las acusaciones. Alberto, el padre de la joven desaparecida en 2011, aseguró que se "dijeron muchas mentiras" ante los jueces.