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Miércoles, 26 de agosto de 2015
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Piden prisión efectiva para un padre que quiso tirar a su hija al vacío

Libre significa una amenaza

El juez Pérez de Urrechu debe determinar si la causa del arquitecto que en junio del año pasado amenazó con tirar a una nena de cuatro años para castigar a la madre. La mujer expresó su temor porque el agresor continúa en libertad.

Por Lorena Panzerini
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El 21 de junio de 2015 César F. incumplió una orden judicial y amenazaba con tirar a su hija.

Una nena de cuatro años fue víctima de un padre con antecedentes de violencia de género, para intentar dañar a su ex esposa: desde la azotea de un edificio de más de treinta metros, la sostenía y amenazaba con tirarla si la madre no se hacía presente. Conmoción, angustia y zozobra fue lo que se vivió en la cuadra de Italia al 900, la tarde del 21 de junio de 2014, cuando César F. incumplió una orden judicial que le prohibía realizar actos de hostigamiento a su núcleo familiar. A más de un año de aquel hecho, que terminó con el rescate de la niña, ayer la Fiscalía pidió la pena de prisión efectiva por 6 años para el agresor acusado de los delitos de "abandono de persona agravado por el vínculo, amenazas coactivas y desobediencia de una orden judicial". La querella, que representa a la madre de la nena, solicitó 7 años. Ahora, un juez deberá evaluar si hay elementos suficientes para ir a juicio oral y público, donde se planea llevar a más de 40 testigos. "Si él sigue libre, no sé qué voy a hacer", dijo Aurora, la madre de la niña.

"Haber puesto en peligro la vida de su hija y haber amenazado a la madre", es la acusación que le hizo el fiscal Miguel Moreno al imputado. Según relató, eran más de las 13.50 cuando el agresor subió a la azotea con I. y se paró en el borde para amenazar con tirarse al vacío, desde el noveno piso. Desde allí llamó a su ex pareja, la madre de la nena, y le dijo lo que haría si ella no llegaba al lugar. Durante la comunicación le aseguró que llamaba para que se despidiera de su hija.

Aquella tarde, las negociaciones con personal especializado, duraron más de una hora. En ese lapso, la angustiante situación obligó el corte de calle por parte de personal policial y de Gendarmería Nacional. Además, se montó todo un operativo para evitar una tragedia. Los vecinos se sumaron al intento de que nada malo le pasara a la nena que lloraba y gritaba, en brazos de su padre, con desesperación.

Eran las 15.45 cuando, tras la llegada de la madre de la pequeña, los rescatistas aprovecharon un instante de distracción del hombre y sacaron a la nena de sus brazos.

César F., de 50 años, estuvo detenido tras el hecho y se le realizaron varios estudios psiquiátricos. Una junta médica determinó que no hubo dolo en su actitud. Esa fue la prueba que no permitió la acusación por tentativa de homicidio, que pretendía Aurora, querellante en la causa con abogados del Centro de Asistencia Judicial (CAJ).

Desde febrero pasado, y tras haber estado en prisión domiciliaria, el acusado recuperó la libertad. "Desde entonces vivo con miedo, porque él está a cuatro cuadras de mi casa. Todas las semanas lleva un pedido al juzgado de Familia para establecer un régimen de visita, y yo contesto que está en trámite una causa penal; pero si esto se cae no sé qué voy a hacer", dijo la mujer, que es docente y forma parte del grupo de género de Amsafé.

"Ultimamente, la Justicia está siendo injusta; lo vimos en la causa de Paula Perassi, donde con una fianza recuperaron todos la libertad. Yo tengo miedo que acá pase lo mismo, porque él tiene los medios económicos para pagar. Por eso recuperó la libertad", sostuvo Aurora.

La pareja se conoció cuando el hijo mayor de Aurora era muy pequeño. Sin embargo, cuando ella comenzó a atravesar problemas de salud con su padre, él se alejó. "Lo que él no me perdona es que yo no lo perdone por eso; y me dijo que no iba a tener una vida en paz", lamentó la mujer, que ayer estuvo cara a cara con el agresor, en la sala de audiencias.

La defensa del imputado esgrimió que solo se trató de un acto imprudente, "como el que puede tener un padre que lleva a sus hijos en moto, sin casco", comparó. La frase enojó y mereció comentarios de las mujeres de agrupaciones de género que estaban en la sala.

Ahora, el juez Gustavo Pérez de Urrechu se tomará cinco días para determinar si la causa está en condiciones de llegar a juicio oral, tras un frustrado intento de juicio abreviado, que mereció las críticas de la víctima.

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