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El candidato a senador nacional del Frente Para la Victoria Omar Perotti se sumó a las críticas que realizaron en los últimos días legisladores provinciales opositores sobre las cuentas de la administración provincial. Perotti señaló que "lo dije en la campaña que había que ordenar la provincia, no solamente por una política de seguridad diferente, de conducir de otra manera a la policía, sino también que había que ordenar los números porque la administración venía muy mal", aseguró en rueda de prensa.
El ex intendente de Rafaela recordó que "en plena campaña aún no estaba publicada la información de diciembre. Este es un gobierno que hizo mucho alarde de la difusión de los números y de sus actos. No estaba publicado porque ya era evidente que había un déficit importante. Va a ser mucho mayor en diciembre, va a estar arriba de los tres mil millones".
Perotti consideró que la situación es "muy preocupante, esto no se da en un contexto de crisis, llega en el momento que Santa Fe tiene los mayores presupuestos de su historia, los mayores niveles de recaudación de su historia y el mayor nivel de transferencias nacionales de su historia".
El legislador nacional indicó que "seguramente (Miguel) Lifschitz recibirá una provincia que su gobernador actual se la deja en una situación que lo debe de estar sorprendiendo, o no gustando tanto. Binner la recibió con 1500 millones de pesos, recibió la provincia un poco más tranquilo que lo que debe de estar Lifschitz ahora".
La polémica se desató esta semana cuando se conoció que el ministro de Economía, Angel Sciara, anunció el envío a la Legislatura de un proyecto de ley para ampliar el financiamiento de la provincia a corto plazo por dos mil millones de pesos. En rigor, por tratarse de actos que trascenderán el actual ejercicio, constituyen técnicamente endeudamiento público.
El funcionario habló de un "bache financiero" que se produjo esencialmente por una sobreejecución de obra pública, más el impacto de la masa salarial resultante de las paritarias de 2015 y no incluidas en el actual presupuesto, y otros ítems como el déficit previsional y hasta el costo adicional que demandó el proceso electoral.
El endeudamiento de corto plazo implica un menú de herramientas financieras como la emisión de letras, el pago con cheques diferidos y adelantos bancarios.
El Poder Ejecutivo ya contaba con un primer permiso concedido mediante la probación del presupuesto vigente, por 400 millones de pesos. Pero el monto resultó insuficiente para cerrar el año con las cuentas en orden.
Por eso, Sciara reclamó esta mañana que el proyecto sea aprobado "a la mayor brevedad posible", y ante una consulta puntual de el Litoral, advirtió que si ello no es así, no estaría garantizado el pago de sueldos de los próximos meses.
El ministro Sciara aseguró que lejos de comprometer a la próxima gestión de Miguel Lifschitz, este endeudamiento le permitirá, incluso, allanar el camino. "Esto no va a afectar al próximo gobierno sostuvo. Precisamente, lo que trata de hacer es dejar las cuentas en orden para la administración siguiente que es una continuidad de nuestra gestión, a fin de que tenga una trayectoria sin obstáculos".
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