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Miércoles, 14 de octubre de 2015
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Octavio Crivaro, primer candidato a diputado de la izquierda

Un espacio en crecimiento

"La izquierda de Santa Fe puede tener un diputado que no defienda a las aceiteras", se entusiasma Crivaro. "Somos una minoría trascendente --señaló el candidato--, votantes socialistas y radicales que no quieren votar a Macri nos pueden elegir".

Por Luis Bastús
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Crivaro puede ser uno de los diez diputados por Santa Fe.

En el Frente de Izquierda proyectan que Santa Fe les sume un diputado nacional, entre las 10 bancas que renueva la provincia, y para asegurarlo le disputan votantes a todos desde su certeza de que todo el arco político trae bajo el poncho variantes más o menos disimuladas de un ajuste. Todos menos ellos, y por eso el hombre a sostener esas banderas es el dirigente Octavio Crivaro, primer candidato a diputado que en las PASO bordeó un piso de casi 50 mil votos y para el 25 confía en incrementar.

"Creo que eso es un piso desde el cual partimos, que vamos superando elección tras elección. Ya en el 2011 pasamos las primarias a pesar de un sistema injusto que dejó afuera a otros espacios de izquierda", dijo Crivaro a Rosario/12.

Entre los militantes del FI valoran que el debate de candidatos presidenciales ha contribuido a instalar a Nicolás Del Caño y, por lo tanto, a incrementar el conocimiento de la prédica frentista y sus candidatos en el interior. "Creo que la ausencia de Scioli cayó muy mal, y que Nicolás tomó una agenda que estaba vacía. El contraste quedó claro con candidatos que no pueden mostrar una alternativa popular: esta es una elección derechizada, se nota en los temas elegidos para debatir. La izquierda de Santa Fe puede tener un diputado que no defienda a las aceiteras, a las multinacionales y que avalen la impunidad de las cúpulas policiales, como harán el peronismo, Massa o el PRO, sino que esté con los trabajadores, las mujeres que dijeron Ni Una Menos o la juventud que sufre la precariedad laboral y la prepotencia policial", planteó Crivaro. Y señaló que las encuestas les pronostican un crecimiento en la elección general que le permita acceder al objetivo: ganar una banca.

--¿De dónde sumarán esos votos para ese crecimiento?, preguntó este diario.

--Creo que logramos convencer a sectores del peronismo que no tragan a Scioli con Urtubey, Uribarri, Berni y todos los que dicen que serán ministros. También en votantes del Frente Progresista que hace una campaña crítica de Scioli pero llama a votar a Macri. Detrás de la tijerita de Binner se esconde un llamado encubierto a votar a Macri. El progresismo de Stolbizer y Binner va aliado en nueve provincias con el PRO. Así que votantes socialistas y radicales que ven en la izquierda una fuerza consecuente y que en las elecciones no quieren votar a Macri nos pueden elegir.

--Sin embargo, ¿por qué el mensaje de la izquierda no cala más hondo en términos hegemónicos en los sectores populares?

--Quizás no somos una fuerza hegemónica, pero si se supone que el justicialismo lo es, pregunto: ¿Cuál? ¿El que hizo el ajuste en los '90, el que tuvo un discurso desarrollista? En la izquierda construimos un espacio en crecimiento, una minoría trascendente, logramos un millón de votos. Lo que ocurre es que hay que competir con billeteras y estructuras que se imponen, pero cuando el mensaje logra llegar al pueblo trabajador, la identificación es posible.

--¿Qué temas aborda la izquierda que el arco político no? Con qué mirada?

--Muchos, pero por citar dos fundamentales: la precarización laboral y el derecho negado al aborto. El kirchnerismo renunció a eso y más todavía con Scioli, y nosotros estamos todos los días batallando con eso.

--¿Cómo disputan la representatividad que construyó el kirchnerismo en las bases?

--Laburamos políticamente y vamos logrando adhesiones al FI: los 700 obreros que forman parte de nuestras listas en la provincia es muestra de ello. Las disputamos porque hay un agotamiento de las expectativas que puede generar el kirchnerismo, lo vemos en general con lo que está proponiendo Scioli con un gabinete del viejo pejotismo, así que las propias expectativas las limita el propio kirchnerismo y su herencia sciolista. En las fábricas, por ejemplo, que tenemos una representación importante, con presentación lista opositora en varios sindicatos, con dirigimos varias comisiones de delegados, con aquellos trabajadores que se sienten identificados incluso con el kirchnerismo luchamos codo a codo todos los días contra empresarios enrolados en el kirchnerismo.

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