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La Cámara de Apelaciones confirmó las condenas a cuatro policías del Comando Radioeléctrico y revocó las de otros dos, todos acusados de haber exigido 60 mil pesos a un comerciante de origen chino durante un procedimiento irregular, el 29 de septiembre de 2011, a la madrugada. Los jueces Carina Lurati, Georgina Depetris y Alfredo Ivaldi Artacho consideraron que estaba probado el accionar de los policías Gustavo Gónzalez, Diego Leguizamón, Oscar Gatti y César Vélez, pero entendió que no pasaba lo mismo con la participación de Darío Pérezlindo y César Pestaña Oviedo.
Para los magistrados -en un voto de Lurati- "se ha probado en grado de certeza un plan ideado entre los procesados para despojar de sus bienes a ciudadanos extranjeros por medio de la fuerza y violencia, así como a través del abuso de los cargos que revisten en la Fuerza policial". También rechazaron la queja de la defensa de los policías por las "dificultades del lenguaje". Para los camaristas, "la elección de parte de los imputados de estas víctimas ha sido por la dificultad de comunicación, la ocupación de aquellos y la alta probabilidad de que guardaran en su domicilio el producto de su trabajo".
La sentencia considera que "los móviles en los que se conducían Gonzalez, Leguizamon, Gatti y Velez estuvieron sin lugar a dudas en la estación de servicios de Pellegrini y Avellaneda por espacio de más de 40 minutos, lugar al que arribaron a una velocidad inusitada, por cuanto no se ha dado explicación para tanta premura. Una vez en el lugar, los rodados quedaron allí, hasta que se dirigieran al domicilio de las víctimas". Hay un llamado al 911 mientras los móviles estaban ahí, pero el motivo de ese llamado fue inexistente, ya que aludía a una discusión a los gritos que no oyó ningún vecino o testigo. Además, los magistrados analizaron que ese llamado no hacía ninguna alusión a una discusión en idioma extranjero, por lo tanto, nada justificaba la presencia de los móviles policiales en la casa del comerciante.
Sin embargo, los magistrados dejaron libres a dos personas porque "si bien de los testimonios se desprende que ingresaron unos seis policías, a lo largo de la investigación se fue centrando la coautoría por dominio funcional del hecho de cuatro uniformados en dos móviles policiales que habían estado desde antes esperando en la estación de servicios próxima a la vivienda de las víctimas".
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