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"Es un paro político de un sector minoritario que no reconoce la recomposición salarial del 35 por ciento otorgada en lo que va del año". La evaluación la formuló ayer el intendente Miguel Lifschitz al ser consultado sobre los alcances de la medida de fuerza, por 48 horas, que inician hoy los integrantes de la Asamblea de Profesionales de la Salud municipal. El jefe comunal confirmó que los médicos que no concurran a trabajar "se les descontará el día". Una de las delegadas, la doctora Liliana Díaz lamentó las afirmaciones de la intendencia "que no se condicen con los premios a al gobernabilidad que recibió la municipalidad y su apuesta por tener el mejor sistema de salud pública de Latinoamérica". Díaz pronosticó alta adhesión al paro entre los 1200 trabajadores del sector "ante lo lejos que estamos de acercar posiciones en la cuestión salarial" con el municipio.
La secretaria de Salud Pública municipal, Mónica Fein recordó que el Depertamenmto Ejecutivo en lo que va del año concedió aumentos a los profesionales del área lo que permitió "modificar sustancialmente la situación salarial de todos los trabajadores y en particular de los profesionales, y regularizar la situación del personal eventual".
Fein manifestó su disconformidad por el paro de 48 horas dispuesto por un sector de los profesionales de la salud al que calificó de "injustificado. Creemos que hay una situación sanitaria compleja, que requiere, como ha sido hasta ahora, de la colaboración de todos aquellos que trabajan en salud. Nuestro compromiso es de diálogo, pero también existe la necesidad de que el sistema funcione normalmente para que todos los ciudadanos de Rosario y la región tengan la salud que se merecen".
El último ofrecimiento salarial propuesto por la secretaria de Salud fue el 13 de agosto pasado. Incluyó el reconocimiento del sector como legítimo actor para negociar con el Ejecutivo local por fuera del gremio municipal y del sindicato médico, elevar al personal sanitario a categoría 18 (implica cobrar un adicional de 330 pesos a quienes cumplen 36 horas semanales) y avanzar en relación a los escalafones verticales durante este año y a los horizontales en el 2007.
Lifschitz fue más tajante que su funcionaria y no dudó en asociar la medida de fuerza a intereses "políticos de un grupo minoritario que no valora los aumentos otorgados que superan el 35 por ciento. Es además una falta de consideración para con el resto de los trabajadores del área como enfermeros, mucamas y para los pacientes en general".
Consultada por Rosario/12, la doctora Díaz reconoció en la huelga intereses políticos "propio de todo actor que se desempeña en la administración pública y reclama mejoras salariales. Ese es nuestro interés político, pero no son intereses partidarios".
La médica lamentó los dichos del intendente y pronosticó alto acatamiento a la huelga. "En estos cinco meses que llevamos de lucha con más de 20 medidas de fuerza demostramos que no somos minoritarios. Los paros tuvieron altísimo acatamiento en todos los hospitales. Ahora volvemos a las medidas de fuerza para que la municipalidad que se jacta de recibir premios a la gobernabilidad y que dice tener la mejor salud del continente reflexione y le pague mejor a sus trabajadores y se acerque al costo de la canasta básica de alimentos", sostuvo la profesional.
Por otra parte, Lifschitz, Fein y el secretario de Gobierno, Juan Carlos Zabalza, aclararon en rueda de prensa que, al margen de la emergencia sanitaria declarada por la provincia de Santa Fe para los próximos 90 días, los servicios en los efectores municipales se prestan con absoluta normalidad. Fein llevó tranquilidad a los ciudadanos rosarinos al aclarar que, al margen de la preocupación lógica que dicha coyuntura genera, "estamos en condiciones de garantizar la atención de salud de los efectores municipales de Rosario, que dan respuestas no sólo a los niños de la ciudad, sino también a los de localidades de toda la provincia".
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