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Viernes, 7 de octubre de 2016
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La jueza Rodenas envió a juicio a un hombre por intento de femicidio

Con las pruebas en la mano

El caso se iba a cerrar como accidente,
pero la magistrada probó que el agresor
amenazó y prendió fuego a su pareja.

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La jueza Rodenas analizó el contexto de violencia de género.

En un caso de intento de femicidio que estaba a punto de cerrarse como un "accidente", la jueza Alejandra Rodenas encontró pruebas incriminantes contra el agresor y lo envió a juicio por prender fuego a su pareja, que fue auxiliada por los vecinos. La víctima había hecho siete denuncias contra Luciano T., pero todas fueron archivadas por la vieja justicia correccional. "Me dijo `te voy a quemar'", declaró la víctima.

La tarde del 1º de enero de 2013 fue de terror para la mujer que vivía con su pareja y tres hijos en la ciudad de Roldán. En medio de una discusión, Silvana terminó prendida fuego. La discusión comenzó porque el agresor pretendía que la hija mayor de la víctima se fuera de la casa. Golpeó a la mujer por todo el cuerpo. En la vereda de la casa, tomó un bidón de nafta con el que pretendía quemar ropa de la adolescente y le adelantó: "Te voy a quemar". Le roció el brazo y la pierna izquierda para luego prenderle fuego e irse con los dos hijos del matrimonio. Silvana fue internada en el Hospital de Emergencias con graves quemaduras. Allí permaneció durante un período prolongado, donde se le practicaron varios injertos.

La relación de la víctima con el imputado llevaba nueve años y tenían dos hijos. Silvana tiene una hija adolescente de otra relación. "Con Luciano hubo hechos de violencia, porque él consume drogas. Los dos primeros años de la relación estaba bien, pero cuando nació el más chico volvió a consumir. Siempre que yo me daba cuenta que estaba drogado se ponía violento. Me gritaba, me insultaba y me ha pegado. Yo lo denuncié. Ese mediodía habíamos comido en la casa de mi vecina y después yo me quedé tomando mate con ella", comenzó el relato. Cuando Silvana regresó a la casa, advirtió que su cartera estaba en un lugar distinto del que la había dejado. "Me faltaban cien pesos y le pregunté a Luciano si los había sacado. Me gritó que él no necesitaba mi plata, ni la plata de la mugrienta de mi hija (por los cien pesos que le dio la noche anterior el padre de la nena). Ahí empezó a tirar toda la ropa de mi hija por la ventana. `Que se vaya esta pendeja de mierda a vivir con el padre; acá no la quiero, es una puta', me gritaba. Fui a buscar la ropa al frente de la casa y él me la pateaba. Le dije que no se confundiera porque yo tenía tres hijos, que no la iba a echar a la nena. Me agarró de los pelos y me pegó. Agarró la bolsa que yo había entrado con toda la ropa y me dijo que la iba a quemar. En el frente de la casa, agarró un bidón de nafta, lo abrió y me dijo 'Te voy a quemar', y roció la bolsa y me roció el brazo y la pierna izquierda. Cuando me quise correr sentí que me prendía y me vi toda la pierna y la mano con fuego; también un mechón de pelo. Me empecé a sacudir y me caí. Luciano seguía tirando ropa al fuego. Ahí llegó mi vecina y llamó a la ambulancia. El agarró a los chicos, se los llevó a la vecina de enfrente y se fue".

La magistrada habló del "contexto de violencia de género en el accionar de T.. El vínculo estaba caracterizado desde hacía un largo tiempo por situaciones de violencia ejercidas por el imputado. Los femicidios suelen ocurrir en situaciones de agresiones previas a las cuales son sometidas las victimas". Incluso, testigos indicaron que el acusado "era muy celoso y que discutían".

Para la jueza está claro que T., quien era mecánico, tenía conocimiento de la reacción del líquido inflamable, como potencialmente peligroso. Además, advirtió que el imputado no tuvo gestos de buscar auxilio.

Tras mencionar tratados y convenciones como la de Belem do Pará, Rodenas habló de un "ejercicio de potestad machista y dominante de quien se ocupa de prender fuego la ropa de la hija de Silvana, en la vereda, como clara exposición de su posibilidad de denigrar y humillar a la víctima en cualquier oportunidad y en sus sentimientos más profundos". Tras procesarlo, trabó embargo sobre sus bienes por la suma de 100 mil pesos.

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