"Ahora confiamos en la intervencion de la Iglesia", dijo ayer uno de los familiares de los policÃas detenidos que se oponen a que éstos sean trasladados a la nueva alcaidÃa, donde en un futuro podrÃan quedar mezclados con otros presos civiles. Ayer a la mañana, los familiares de los 31 agentes detenidos por distintas causa, volvieron a manifestar frente a las puertas de la Unidad Regional II en Ovidio Lagos al 5.200. Un pastor que acompañaba a esposas, hijos y madres de los detenidos pidió a "Jesucristo que no se haga el traslado". En una solicitud más terrenal, pidieron la intervención del obispo de Rosario, monseñor Mollaghan ante la negativa de las autoridades de modificar su decisión.
La protesta se originó por la orden de traslado de los 31 agentes detenidos a la nueva alcaidÃa ubicada en avenida Francia entre Pasaje Marc y Olegario VÃctor Andrade. Además de las distitas agrupaciones policiales (Apropol, Adepol, entre otras), los familiares realizaron desde el viernes a la tarde una sentada frente a la Jefatura que continúo con un acampe a la noche.
Ayer a la mañana, incluso, cortaron la calle pero la medida se levantó más tarde "por pedido de las autoridades", dijo Alberto MartÃnez --titular de uno de los gremios policiales no reconocidos- al portal Rosario3.com. "Esperamos que el Monseñor Mollaghan pueda interceder porque este traslado es una condena a muerte de los agentes", agregó.
Pasadas las 11, el pastor evangélico Eduardo Trasante se acercó al lugar para pedir "una salida pacÃfica al conflicto". "Pedimos en el nombre de Jesucristo que no se haga el traslado", dijo el religioso, acompañado además del cura del penitenciario Luis Inchurriaga.
Los manifestantes consideran que se pone en riesgo la vida de los miembros de la fuerza al tener que convivir necesariamente con detenidos comunes. Por otra parte, aseguran que el edificio inaugurado por el gobierno provincial en septiembre pasado carece de una habilitación que le permita albergar a los internos.
"Nos preocupa que nuestros maridos o familiares estén detenidos en contacto directo con los delincuentes, además de las condiciones edilicias, sabemos que la alcaidÃa se inunda y que está plagada de pulgas", apuntó Angela López, esposa de uno de los uniformados actualmente preso.
Mas tarde, la mujer confirmó la decisión de pasar la noche frente al edificio de Ovidio Lagos al 5200. "Si nos vamos, no sabés lo que pueden hacer durante la madrugada", explicó. Los familiares apostados en la nueva alcaidÃa eran más de 50 pero quedaron unos 20 hacia la noche, afirmaron que no abandonarán el lugar hasta que algún representante del Ministerio de Gobierno se haga presente.
"El personal policial de GendarmerÃa y de Prefectura Naval no puede, por más que estén presos, tener contacto con detenidos civiles sin tampoco se puede mezclar las visitas. No van a para los problemas hasta que muera alguien", relató López.
De acuerdo a Alberto MartÃnez, secretario general del no reconocido gremio policial Apropol, se le hizo entrega al juez Hernán Posma de "un Hábeas Corpus para que analice esta medida y para que se realice una inspección judicial del lugar".
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