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Por una iniciativa del jefe del programa Provincial de Prevención de Adicciones, Osvaldo Aimo, y la organización no gubernamental Padres en la Ruta, desde la semana próxima comenzarán los controles de alcoholemia en el Puente Rosario-Victoria. Se harán con un alcoholímetro de la municipalidad entrerriana, con el apoyo logístico de la Gendarmería -con jurisdicción en la conexión vial- y de la Dirección de Tránsito de Victoria. "Nos queremos anticipar al desastre que puede ocurrir en el Puente. Porque del otro lado hay un casino. Y las condiciones son malas, ya que la banquina no es adecuada", explicó Aimo, quien adelantó que la frecuencia de los controles dependerá de las posibilidades de la Municipalidad de Victoria.
"La estrategia es la que vienen desplegando los padres, hacer un trabajo bien preventivo. Cualquier persona que tenga más de 0,5 gramos de alcohol en sangre saldrá de circulación hasta que le baje el índice, y entonces aprovecharemos para hacer concientización", indicó el funcionario provincial, que impulsa los controles de alcoholemia en las rutas desde el año 2000 en San Lorenzo, su ciudad. Luego de la tragedia de Margarita, el gobierno provincial convocó a Aimo -que el año pasado participó en la organización de un Congreso Internacional de Accidentología- para organizar una campaña de prevención.
En el marco de la misma tarea preventiva, el 30 de diciembre se realizó el primer control en La Ribera, en la intersección entre las rutas 11 y 91. "Participaron padres de Oliveros, Serodino, Andino, Timbúes, Clarke y San Lorenzo. Tuvimos 80 conductores controlados y 16 demorados, lo que significa el 20 por ciento de controles positivos", indicó Aimo. El mismo índice se verificó en los controles que desarrolló la Subsecretaría de Transporte en las rutas provinciales.
En tanto, Aimo apuntó que uno de los conductores alcoholizados era un peligro ambulante. "Era el conductor de un camión que transportaba sustancias peligrosas, ya que llevaba garrafas. A ese hombre, el control le dio 1,25 de alcohol en sangre (el límite permitido es 0,5)".
Los controles en la zona continuarán: el próximo sábado 10, a las 3, los mismos padres, van a instalarse sobre la ruta 91, en el acceso a la autopista, entre La Ribera y Serodino. "Nuestros adolescentes pasan por ahí, porque van hasta Totoras, y otros llegan hasta Galvez. Rosario no tiene esa problemática, porque los boliches están en la ciudad, pero a nosotros los chicos se nos matan en la ruta por esta situación", apuntó Aimo. Por eso, desde 2001, cuando comenzaron con los controles autogestionados, "la idea fue extenderlos, regionalizarlos, porque cuando se hace el control en San Lorenzo, el conductor llegó desde Gálvez con esa cantidad de alcohol", agregó Aimo.
Por eso, y teniendo en cuenta tanto los 60 kilómetros que separan Victoria de Rosario como la presencia de un casino en el otro margen del Paraná, los controles se realizarán en el Puente. "Es un mensaje interesante, en el marco de la necesidad de prevención, por los riesgos que ocasiona conducir bajo los efectos del alcohol. El puente no escapa a la realidad del país, se produce gran cantidad de accidentes. Sin ir más lejos, la última muerte en el puente fue de una mujer de San Lorenzo que iba en el auto manejado por su hijo", expresó el funcionario provincial.
Como de los 60 kilómetros del puente, sólo 3 son jurisdicción de Rosario (hasta el peaje), el apoyo logístico necesario vendrá de la Municipalidad de Victoria. "Sin esa colaboración, es imposible hacerlo. Siempre digo que en San Lorenzo, sin el apoyo de Tránsito y de la policía provincial no podríamos hacer nuestra tarea", puntualizó Aimo.
La relación con Gendarmería abre una puerta para desarrollar la tarea en otros lugares de la provincia. "Después del Congreso de Accidentología, los senadores Alberto Crosetti, Danilo Capitani y Norberto Betique tuvieron una reunión con el jefe de Operaciones de Gendarmería de la zona segunda, con asiento en Rosario, para realizar controles de tránsito, y de alcoholemia, con la colaboración de esta fuerza de Seguridad, que ayudaría a la Subsecretaría de Transporte y la Policía de la Provincia", relató Aimo sobre la gestión que se viene realizando. El tema es que para actuar en el ámbito provincial, o local, la fuerza requiere de convenios que extiendan su jurisdicción. "La idea es extender experiencias de colaboración como la que existe en Rafaela, al resto de la provincial. Incluso, Crosetti proponía hacerlo en Armstrong, en su departamento Belgrano, sobre la ruta 9, para que Gendarmería haga los controles", apuntó el funcionario.
La participación de los padres autoconvocados en la tarea resta espacio a las especulaciones. "Nadie nos puede coimear, no falseamos ningún dato. Porque el interés es crear conciencia en la gente para que los que toman, no conduzcan", agregó. Y esa organización comunitaria en torno a la problemática de los accidentes es también esencial. "En un país civilizado, si conducís con alto índice de alcohol te llevan preso, no hace falta la presencia de los Padres en la Ruta. Pero este es un problema complejo en una sociedad compleja, por eso la participación de la comunidad es necesaria. Además, son increíbles los lazos sociales que se están armando ahí a partir de los accidentes", aseveró Aimo. La iniciativa en Victoria apunta también a generar un grupo de Padres en la Ruta, aunque al principio la tarea la harán los de San Lorenzo, Salto Grande y San Genaro.
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