Cuál es el trasfondo gremial en el conflicto del Lavadero Virasoro

El 26 de junio pasado Mario Guzmán fue despedido del Lavadero Virasoro y desde entonces él y sus compañeros decidieron parar la actividad del lavadero manifestándose en la puerta de la planta de Ovidio Lagos 4650 -donde el martes último resistieron un violento desalojo por parte del personal policial de la Comisaría 18º que dejó heridos y un detenido que fue liberado tras algunas horas- hasta que lo reincorporen. También pretenden que el dueño de la empresa Jorge Guidetti se disponga a entablar un diálogo con ellos porque además de la reincorporación reclaman mejores condiciones laborales: el reconocimiento de la Comisión Interna que representa a los trabajadores y un aumento del sueldo básico -que hoy es de 839 pesos por nueve horas de trabajo de lunes a jueves y ocho horas los viernes- a 1800 pesos. Pero Guidetti no sólo no reincorporó a Guzmán, sino que además despidió a alrededor de 45 trabajadores más en 48 horas y no se presentó a ninguna de las dos audiencias convocadas por la Secretaría de Trabajo para resolver el conflicto.

El conflicto no comenzó el 26 de junio de 2007, sino que tiene su origen "hace dos años y medio", aseguró Carlos Medina, uno de los compañeros de Guzmán, quien explicó que fue cuando comenzaron a organizarse y a buscar un sindicato al que afiliarse cuando comenzaron "las persecuciones".

"Cuando averiguamos qué sindicato nos correspondía, supuestamente era la Unión de Obreros, Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos (UOTSyL), en el que Luis Pandolfi es el Secretario General", relató Medina y continuó: "Nosotros mismos afiliamos a los compañeros. En ese momento éramos 250 trabajadores e hicimos 195 afiliaciones que le entregamos en mano a Luis Pandolfi y armamos una asamblea para que venga a hablar con los compañeros. Ellos formaron una comisión que nunca oficializaron y nos dijeron que como todavía no tenían jurisdicción no podían venir a representarnos. Cuando fue pasando el tiempo la empresa empezó a realizar despidos, despidió a trabajadores de esa comisión, y a pesar de que nosotros llamábamos al sindicato, nunca aparecían".

En febrero de 2006 -con 60 despidos en un año- los trabajadores elevaron una carta solicitando la intervención, pero la misma fue rechazada "desconociéndonos totalmente, diciendo que nunca habían tenido ningún tipo de relación con nosotros y que nunca les habíamos entregado esa cantidad de afiliaciones", recordó Medina y señaló a que a partir de ese momento comenzaron a buscar otro sindicato que los represente.

En marzo de 2006, tras el despido de Cristian Aquino, uno de los impulsores de la organización de los trabajadores, y el posterior despido de Rubén Benítez, lograron la reincorporación de Benítez y algunos reconocimientos salariales que incluían 100 pesos por productividad, 80 pesos por presentismo, 35 pesos por puntualidad y 4 pesos por viáticos.

Tras "golpear muchas puertas", lograron afiliar a 350 trabajadores de los 400 que son en total al Sindicato Unión de Trabajadores Químicos y Petroquímicos de Fray Luís Beltrán (SUTRAQYP), que les corresponde por utilizar químicos para el prelavado del jean, y formaron una Comisión Interna de delegados. Pero la empresa realizó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, que mediante una resolución determinó que dicho sindicato "no podía ser reconocido por no tener zona de actuación en Rosario y por ende tampoco la Comisión", explicó Medina, aunque aclaró que la resolución "no objetaba los pasos legales que había hecho la Comisión para ser representativa de los trabajadores".

En consecuencia, "si la empresa hubiese tenido buena intención nos hubieran reconocido como representantes de los trabajadores para entablar un diálogo e ir mejorando las condiciones laborales y discutiendo las mejoras salariales que los compañeros venían solicitando", apuntó el delegado y aseguró que "lejos de esto, se cerraron las puertas de la empresa a los trabajadores en el sentido de que nunca reconoció a la Comisión y empezó a despedir a los compañeros activistas, a presionar y darles daños psicológicos y económicos a los miembros de la Comisión".

Tras numerosos despidos, el 27 de junio pasado Mario Guzmán solicitó su reincorporación tras el despido arbitrario por "una discusión por abuso de autoridad por parte de los encargados", según informó Medina, quien explicó que la discusión se originó cuando Guzmán dejó en el piso una producción que había realizado porque la producción anterior no había sido retirada del caballete en el que la había colocado.

La mañana del 27 de junio se paró la producción de la planta de Virasoro 3570, y al mediodía se sumó a la protesta la planta de Ovidio Lagos 4650 que continúa con la medida de fuerza por tiempo indeterminado hasta que la empresa se siente a dialogar con los trabajadores y reincorpore a los despedidos, que "ya suman 47", según informó Medina.

Informe: Paula Kearney.

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