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El Centro Cultural Ingallinella, en el barrio Tablada, de la zona sur de Rosario, fue blanco de pintadas agraviantes, tal como ocurrió con la Facultad de Humanidades y Artes, y en Morón, con la Casa de la Memoria que funciona en el ex centro clandestino de detención "Mansión Seré".
Las leyendas de intolerancia aparecieron el viernes, igual que en los casos referidos, y guardan relación con los mensajes anónimos que se escribieron en aquellos edificios. "Estas agresiones no nos doblegan, tenemos claro que no es lo mismo y que a la intolerancia respondemos con lucha y organización popular", dijo Sharon Cripezzi, portavoz del Partido Comunista en la provincia de Santa Fe.
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