Como ya es costumbre, este suplemento obsequia a sus lectores, como regalo del año nuevo que está comenzando, o del año que se termina, un calendario de suma utilidad, que puede ser colgado en la pared de su living, sobre esa mancha que se hizo justo después de que se fueran los pintores, o en su propia habitación, para compartir solo, en pareja o en ménage à six. Y esta vez es el turno de nuestras tradiciones, las de siempre y las nuevas. La charla, el café, la amistad, el mate, el asado... el tachangou... el festejo... ¡que lo disfrute, lector! Hasta la semana que viene.
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