Los argentinos somos personas de costumbres muy arraigadas, aunque sean diferentes entre sĂ. Algunos se pasan toda la vida trabajando, otros se pasan toda la vida tratando de no trabajar, otros buscando trabajo. Algunos miran para otro lado cada vez que hay un problema, y otros encuentran problemas aun donde no los hay. Algunos se psicoanalizan durante dĂ©cadas, y otros comen pizza todos los domingos a la noche durante siglos, como manera de elaborar los conflictos. Algunos se ponen la camiseta de su equipo hasta para el sexo, otros hinchan por equipos brasileños cuando el propio queda eliminado. Otros se psicoanalizan para olvidar las derrotas futboleras.
Pero hay una costumbre que es de todos los argentinos. Tan asĂ es, que nuestra propia presidenta la señalĂł con acertadĂsimas palabras hace pocos dĂas: “¡Los argentinos no comemos soja!” AsĂ es, queridos compatriotas, quizás esta verdad estaba oculta a las multitudes, pero en su corazoncito privado, todos los sabĂan: “Comemos carne, comemos sapo, a veces comemos vidrio, pero ¡No comemos soja!”.
Esto es importante, y es necesario que lo recordemos siempre, pero, por sobre todas las cosas, en estos dĂas, lector. ÂżSabe por quĂ©? ¡Porque mañana es el DĂa del Padre! Y entonces, lector, seguramente usted estará pensando quĂ© regalarle al suyo, o a su tutor, encargado, padrastro, jefe que es como un padre para mĂ, psicoanalista transferencialmente ubicado en rol de padre, novio paternal, tĂa con bigotes, sargento que da Ăłrdenes, ex novio de su madre que una vez lo llevĂł a la calesita, sacerdote más cercano (y... si todo el año le dice “padre”), amante a quien llama “papito”. En fin... cada uno sabrá a quiĂ©n.
Pero hay una cosa importante: acuĂ©rdese de lo que dijo la Presidenta: “¡Los argentinos no comemos soja!. AsĂ que mañana, si quiere, regálele a su papá una medias de soja, una corbata de soja, un monitor de soja, o un marco artesanal hecho de soja con una foto de ambos rascándose alguna parte del cuerpo; pero si lo llega a invitar a comer, no le haga comida de soja porque ¡Los argentinos no comemos soja! Y nosotros, desde este suplemento, nos sentimos absolutamente solidarios con Ă©sta y otras tantas expresiones del discurso (pero como somos humoristas, nos quedamos con Ă©sta) y allá vamos. Podemos asegurarle, lector, que este suplemento no contiene ni un gramo de soja comestible. Y le deseamos a usted, y a todos, padres, hijos, madres, tĂos, vecinos, amigos y allegados, un feliz DĂa del Padre.
Hasta la semana que viene.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.