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Viernes, 4 de mayo de 2012
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Teatro

Su mejor alumno

Vuelve a escena De hombre a hombre, una mirada nada previsible ni complaciente a la relaci贸n er贸tica entre alumno y profesor. Con citas a Pablo en nuestra piel pero en clave homo, no ahorra melodrama, ni sentido del humor.

Por Adri谩n Melo
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Seg煤n se nos dice en el Banquete de Plat贸n, S贸crates conquistaba a los muchachos a trav茅s de las palabras, produciendo el mismo efecto que provocaba Marsias al ejecutar melod铆as con su flauta: los encantaba. Las palabras de S贸crates son comparables a la mordedura de una serpiente. De esa premisa cl谩sica parece partir De hombre a hombre, pero con una variante: tanto el maestro como el alumno son encantadores de serpientes que se valen de las palabras para seducir y erotizar al otro. En cada uno de los logrados cuadros en que se estructura la obra, se nos interpela 鈥攃omo espectadores y como alumnos, ya que el p煤blico del teatro oficia de clase muda y 驴plat贸nicamente? contemplativa鈥 a ver y escuchar c贸mo avanza la relaci贸n amorosa entre un profesor estructurado y algo conservador y un estudiante de una escuela secundaria.

Las palabras del profesor, Juan Manuel, son predominantemente las de la literatura homoer贸tica: son evocados no solamente los di谩logos plat贸nicos sino tambi茅n el Canto a m铆 mismo de Walt Whitman, Poeta en Nueva York de Federico Garc铆a Lorca y algunos objetos culturales residuales de la alta cultura. El profesor se dirige a sus alumnos con pasi贸n y con cierto grado de soberbia, revelando a la vez en su discurso algunas represiones de su vida personal. Las contradicciones y los complejos matices de su personalidad, que recorren el camino que va desde el nerviosismo y el acartonamiento hasta la revelaci贸n de sus costados m谩s vulnerables, son compuestos con soltura por el actor Oscar Gim茅nez.

Las palabras del estudiante est谩n pronunciadas con el fervor, el desborde y la rebeld铆a con las que se suele relacionar la adolescencia. En este sentido, Ulises Pafundi interpreta con fuerza especialmente destacable a un Andr茅s Aguilera inteligente y bravuc贸n, que exterioriza sus pasiones 鈥減inchando鈥 constantemente al profesor durante la clase. Sentado junto al p煤blico, cada gesto de impaciencia constante, de vitalidad y de anhelo de algo, de promesa de vida 鈥攃on certeza minuciosamente se帽alados por la directora Merceditas Elordi鈥, revelan al muchacho p煤ber o recientemente salido de la pubertad.

Entre tantas subversiones del texto son pronunciadas las palabras que ponen socialmente en conflicto y en tela de juicio la relaci贸n y que evidencian la actualidad de la obra. 驴Abuso? 驴Estupro? En una especie de respuesta, la decisi贸n del texto es seguir una tradici贸n literaria que inaugura Henry James en El disc铆pulo y que encontr贸 sus manifestaciones cinematogr谩ficas recientemente en la pel铆cula Ausente (Berger, 2011): el muchacho no aparece como una d茅bil v铆ctima pasiva sino que es a la vez tan bello y apasionadamente enamorado (鈥溌縎ab茅s que hasta que te conoc铆, s贸lo pensaba en suicidarme?鈥) como avasallante y seductor, y el profesor est谩 tan inseguro, conflictuado y a la vez entusiasmado por el romance como un adolescente.

Lejos del dramatismo con el que suele tratarse esta tem谩tica, el di谩logo est谩 resuelto con ternura y con mucho humor, a lo sumo impregnado de un aire de melancol铆a y melodrama que se ve reforzado por la m煤sica de telenovela televisiva 鈥攐tra acertada opci贸n de la directora鈥 que separa cada uno de los cuadros de la obra. En este sentido, sin duda Moro supo escribir no solamente un texto con ribetes cl谩sicos que puede constituir una versi贸n contempor谩nea de la historia amorosa entre S贸crates y Alcib铆ades sino tambi茅n una reedici贸n de telenovelas de Alberto Migr茅 鈥攅specialmente Pablo en nuestra piel o El hombre que amo鈥, que tanto la directora como los actores supieron plasmar brillantemente sobre el escenario, transmitiendo risas y emoci贸n.

Hacia el agridulce 驴final? de la educaci贸n sentimental, los dos personajes, el adorable estudiante rechazado por su familia y el profesor conservador que a煤n vive con sus padres, aparecen transformados y podr铆an hacer suya aquella frase de Pierre Hadot: 鈥淪贸lo el amor puede dar impulso al deseo de ense帽ar y, correlativamente, al deseo de saber. Entre amar y ense帽ar no hay, originariamente, ninguna separaci贸n infranqueable鈥.

De hombre a hombre (de Mariano Moro), con Oscar Gim茅nez y Ulises Pafundi.
Direcci贸n: Merceditas Elordi.
Domingos a las 20.30 en el Taller del Angel, Mario Bravo 1239.

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