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En Gregorio de Laferr猫re, ciudad de 210 mil habitantes, a ocho cuadras del centro, en la segunda placita, llamada La Familia, funciona el centro de formaci贸n profesional 408 del Sindicato de trabajadorxs Municipales de La Matanza. All铆 se desarroll贸 durante tres meses el curso de operadorxs de PC para personas trans. De las asistentes, la mayor铆a vive de la prostituci贸n y, a pesar de las condiciones en las que se desarrollan sus vidas, se apropiaron de este proyecto al que dieron en llamar Cristina Fern谩ndez de Kirchner, que se desarrolla en tres lugares: Tartagal, con la organizaci贸n Adistar, Mocha Celis en Capital y MAL en La Matanza. Casi 110 son las compa帽eras a capacitar. En este caso fueron 17 las que se inscribieron y s贸lo dos las que abandonaron.
Al finalizar el curso en la sede de Laferrere, las chicas decidieron armar una peque帽a fiesta de despedida. Algunas hicieron torrejitas de espinaca, otras compraron unos sanguchitos de miga, hubo quien prepar贸 un bizcochuelo, tambi茅n quien se anim贸 a cocinar unas empanadas, pero cada una con esmero aport贸 para que este encuentro sea un festejo verdadero. En pleno brindis, en relaci贸n con los cursos que se vienen, M贸nica le lanz贸 a Abril: 鈥淢e parece que vos est谩s genial para ayudante de alba帽il鈥, y con el chiste y una sola gran carcajada travesti, se rompi贸 el hielo junto a los directivos de la instituci贸n y representantes del sindicato, tambi茅n presentes.
鈥淟o que viene es mirar al futuro y eso provoca miedo. Adem谩s de aprender, 茅ste fue un espacio donde una se pudo desenchufar de los problemas y compartir cosas en com煤n, un refugio鈥, dice Erica, una de las compa帽eras que aprobaron con 9 y que se traslad贸, durante los tres meses que dur贸 el curso, dos veces a la semana, desde Castillo hasta Laferr猫re.
Esa tarde circularon las gaseosas, el caf茅 y los sanguchitos, entre chistes bien avezados de las travestis del conurbano, y cuenta M贸nica: 鈥淵o, sinceramente, le ten铆a terror a la compu, pensaba que si tocaba un bot贸n mal, iba a reventar... 隆En serio, maricas! Y ahora tengo feibu鈥. Johana Sacay谩n agrega sobre su experiencia: 鈥淟a mayor铆a de las que participamos no ten铆a mucha relaci贸n con la compu. No la quer铆a tocar mucho. Despu茅s, a lo largo del curso, se fueron animando y ahora empezaron a ir a los cybers. En el primer mes nos dieron un pendrive en el curso y lo empezamos a llenar de m煤sica, videos y a intercambiar. Este curso es s贸lo el primero, luego va a venir otro de orientaci贸n vocacional y de ah铆 van a ir saliendo proyectos personales para cada una. Muchas de nosotras ahora podemos acceder a una hoja de c谩lculo para armar carteles. Una de las chicas est谩 estudiando, aparte, peluquer铆a y gracias al curso de PC est谩 dise帽ando con la compu la carta de colores鈥. Y contin煤a Johana: 鈥淎prendimos lo b谩sico. Antes s贸lo sab铆a usar el Facebook y el Messenger. Ahora puedo usar Word, Excel y, adem谩s, nos ense帽aron c贸mo armar un CV, que es lo m谩s importante para el d铆a de ma帽ana encontrar un trabajo que est茅 bueno鈥.
Muchas de estas compa帽eras viven en casillas, en condiciones de extrema pobreza y alejadas tambi茅n del lugar donde deb铆an tomar el curso dos veces por semana; sin embargo, se han apropiado de este proyecto y le dieron sentido, contenido. Por eso no hay m谩s que otra cosa que decirles gracias por abandonar sus situaciones personales y ponerle energ铆a a este proyecto. Luego, vinieron las poses para las fotos y los sue帽os para el futuro.
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