Despu茅s de siete a帽os consecutivos la comarca hippie de El Bols贸n inaugur贸, para arrancar este a帽o de incertidumbre, una nueva edici贸n del Festivxl de la Diversidad. Los d铆as 6, 7, 8 y 9 de enero fueron la 鈥渙portunidad de un encuentro anual, un final y un comienzo; un encuentro entre redes que venimos tejiendo y haciendo crecer a diario鈥, escriben colectivamente desde la organizaci贸n.
Es que la Patagonia es rebelde por historia y marca un pulso de militancias aut贸nomo que se sostiene en el tiempo y no se parece demasiado al porte帽o. La comparaci贸n resulta inevitable. Juntxs y sin l铆deres, estas bandurrias revolotean por encima de la dicotom铆a macrismo-kirchnerismo alegres de no haber sido cooptadas por los gobiernos. Tampoco se oye el discurso macho de la izquierda sino m谩s bien la altaner铆a maricona de defender el medio ambiente. Piensan econom铆as alternativas y hacen lo que hacen siempre mirando arriba de la cabeza donde se impone la monta帽a o el lago. As铆, la tierra nuestra se defiende con el mismo ah铆nco que la sexualidad liberada. La permanencia contra los modelos extractivistas, la lucha por tierras que no son exactamente del tono multicolor Benetton, la preocupaci贸n por los incendios se funde con la humedad lesbiana y el asesinato del patriarcado a fuerza de pijazos por el ano.
El festival de diversidad de El Bols贸n sobrevive sin ning煤n tipo de alianza con el Estado Nacional, ni Provincial ni Municipal, permanece en el desamparo legal pero con enorme legitimaci贸n popular. Jactancioso, despliega proyecciones de pel铆culas y cortos, muestra de fotos, obra de teatro, variet茅 en una carpa m谩gica en la que m谩s de una se le piant贸 un lagrim贸n con la voz de Roma Rold谩n y celebr贸 que la anfitriona Marlene Wayar pueda, con su amorosidad piquetera, se帽alar alg煤n privilegio heterosexual que se asoma. Y hubo m谩s, radio abierta, fog贸n, picnic asambleario frente al Lago Puelo que dio cuenta de una militancia lgbtiq que se pone m谩s radicalizada. Y la marcha. Nuestra marcha de la muerte de la moral, guerrillera de la subversi贸n sexual. Para acabarla, un mega sonido punchi punchi que lo inunda todo: Plaza Pagano, honrando a su nombre, obliga a quien quiera caminar por la calle principal a participar de nuestro ritual hereje lleno de cabezas te帽idas. Y m谩s, porque despu茅s de la marcha, y de los tetazos en la calle, despu茅s de la proyecci贸n de video homenaje a Diana Sacay谩n y que toque Sussy Shock con una banda de m煤sicos de la comarca, el cuerpo cansino no se detiene y viaja por el ripio hasta m谩s adentro de los bosques, directo al Mallin ahogado, para encontrarse con m谩s superficies de placer. El tema de nuestro verano es de La Bouche y lo tarareamos todo el rato. El fiest贸n asediado por tortas que exigen cumbia y desv铆an la posibilidad de hacer otra fiesta electr贸nica dura hasta m谩s all谩 del amanecer, con un fog贸n que calienta el camino hacia m谩s atr谩s, all铆 donde se ubica la carpa genital. Porque, como dice Rafaela, para hacer bien el sexo hay que venir al sur. El cogedero del bosque, la carpa genital, nos cobija como espacio seguro. Las maricas hacen la cola y se api帽an para meterse de a montones. Pero las bisexuales y lesbianas con algunos recorridos de pudor feminizado y marcas de miedo y violencia en el cuerpo no arriman. Igual cogen. Todxs cogen. La organizaci贸n coge. Lxs m煤sicos cogen. Si no es en la carpa genital, en esa penumbra contra un pino que chilla erguido hacia la estrella de ori贸n.
Insertas en la cadena monta帽osa de los Andes, mirando a ese horizonte de nubes que graba el soplido de los vientos m谩s que de las voces humanas, Amalia Pavicich, 鈥渓a t铆a鈥 que hace 15 a帽os migr贸 para Bols贸n, con la energ铆a arrolladora de una profe de educaci贸n f铆sica se divierte en la compulsi贸n incesante de hacer esta movida durante ocho a帽os. Hablamos de las improntas de este sur, 鈥渄e festejarnos en esta naturaleza: es un medio que nos ayuda y resulta amigable para hacer un activismo distinto. Parece una pavada, pero el contexto hace las cosas muy distintas鈥, de autonom铆a y de los peligros de mercantilizaci贸n de la protesta sexual.
鈥揗ir谩, esta decisi贸n no le quita su contenido disidente. De lo que se trata es de ampliar los bordes, reunirnos, ampliarnos. Ac谩 confluyen distintos movimientos art铆sticos locales y pol铆ticos. Los que hacemos esto estamos en las marchas por la megaminer铆a, contra el proyecto megainmobiliario Laderas, por el esclarecimiento del asesinato en la comisar铆a del Coco Garrido, no s贸lo por lo sexual.
鈥揝铆, siempre sostuvimos que el Festi era de arte y visibilidad. Pero pensamos que hay que darle una vuelta de tuerca a esto de la visiblidad y luchar porque se garanticen las leyes. Desde la ESI hasta aborto no punible o encontrar unx m茅dicx amigable. Ac谩 las socorristas en red hacen laburos fuertes con el hospital que tiene un equipo ginecol贸gico que es objetor de conciencia. El laburo de las socorristas tambi茅n enmarca al Festi.
鈥揈n realidad s贸lo cambiamos el punto de salida al CIC, que funciona con una mesa local y que corre peligro su estructura horizontal. Se trata de convocar a la gente del barrio, que es del otro lado del r铆o y tambi茅n defender ese espacio.
鈥揈ste pueblo est谩 atravesado por el Quemquemtreu y hay una divisi贸n geogr谩fica que tambi茅n es una divisi贸n social muy fuerte. Por ejemplo, del otro lado, reci茅n ahora hay gas. En esa divisi贸n fuerte est谩 la dicotom铆a hippie/paisa, los de all谩 y los de ac谩: a los de ac谩 se los llama NYC (Nacidos y criados). Sobre esas l贸gicas binarias hay que seguir trabajando, por eso cruzamos el r铆o tambi茅n.
鈥揗e parece que la identidad que tenemos como Festi es que es b谩sicamente art铆stico y est谩 hecho desde las ganas, gestionado por nosotrxs con muy pocas expectativas. Ahora, este a帽o, logramos una autogesti贸n bastante interesante. Otros a帽os hemos mangueado al Inadi o a Cultura de la Provincia, pero esta vez nada. Eso nos da m谩s libertad.
鈥揝铆, igual ojo que la autonom铆a no significa que hacemos todo solxs sino que logramos crear otras redes solidarias. De hecho hoy comimos con los aportes de los distintos negocios. Eso tambi茅n es romper con l贸gicas patriarcales y capitalistas. Eso es para m铆 lo m谩s lindo: armar red. Pudimos salir de la l贸gica capitalista de 鈥渟e necesita dinero para hacer un festival鈥, y cubrir las necesidades desde otros lugares.
鈥揘o. Y El Bols贸n tiene una l贸gica del turismo muy fuerte, y es una pr谩ctica que hay que desentra帽ar. Como el festival creci贸 tanto hay una idea de cooptarlo para el crecimiento econ贸mico. Y nosotras y nosotros no queremos estas l贸gicas, sino estar laburando para recrear el mundo.
鈥撀o! No queremos un Bols贸n gay friendly ni a palos. Queremos cambiarlo todo.
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