Queridos y queridas, amigos y amigas de Soy: apenas escribo este encabezamiento y ya me cansĂ©. Y eso que mi carta iba dirigida a despotricar por el uso de las x (equis) en el lugar de algunas vocales, justamente reemplazando al masculino y al femenino. Cuando no aparecen directamente asteriscos en los bellos textos de Mauro Cabral que, vaya problema, a veces se tornan ilegibles por esa misma razĂłn. Lo cierto es que mi planteo no tiene soluciĂłn más que por la agotadora, y poco acorde a los tiempos que corren, enumeraciĂłn. Digo, enumeremos, ellos, ellas, nosotras, nosotros, amigos y amigas. SĂ, ya sĂ©, la dictadura del sistema binario de los gĂ©neros. ¡pero si todos y todas elegimos llamarnos de una o de otra manera! ÂżO hay alguien por ahĂ que para hacer referencia a sĂ misma o mismo diga mismE? Estoy convencida de que lo impronunciable —la x o el asterisco— no ayuda a incluir a las identidades disidentes sino que, al contrario, tiende a anularlas a todas. Por mi parte, en tanto mujer, me hincha un poco que despuĂ©s de tanto trabajo para lograr que se nombre al menos el femenino para no quedar ocultas detrás de “los maestros” o, lo que es peor, “los señores padres” —cuando en dichas reuniones apenas se ve uno o dos de esos señores y centenares de madres—, de pronto nos llamemos a silencio en pos de una x que será muy inclusiva pero que a la vez no dice nada, justamente, porque no se puede decir. En fin, espero que alguien me aclare mi duda y, si es necesario, me ayude a cambiar de opiniĂłn.
P.D.: Una pregunta, Lux, la persona de la equis perenne, ¿cuántos años tiene?
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.