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Domingo, 10 de julio de 2005
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ESCAPADA Spa en Mar de las Pampas

Un jacuzzi en el bosque

Combinar las excursiones y paseos con baños y masajes es una buena manera de disfrutar de las vacaciones de julio en la costa atlántica, donde muchos hoteles han incorporado el spa a sus servicios. En Mar de las Pampas, tratamientos y relax a 100 metros del mar.

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En el bosque de Mar de las Pampas, un apart con spa augura placenteros días de invierno.

Por Camila Fernandez


Ubicado a 6 kilómetros de Villa Gesell, Mar de las Pampas es uno de los destinos turísticos que más ha crecido en el país en los últimos años. Un balneario con amplias playas, calles de arena y casas y cabañas camufladas en medio de un bosque de 300 hectáreas rodeado por las dunas. Al ponerse de moda Mar de las Pampas, las cabañas y hoteles se multiplicaron por doquier y el balneario pasó de tener unas doscientas camas hace seis años a sobrepasar ahora las tres mil.

Dentro del desarrollo hotelero del lugar se cuentan numerosos complejos que surgieron como un hotel –atendido por lo general por sus dueños– a los que luego se les fueron agregando servicios que los convirtieron en un spa. Entre ellos se puede mencionar al Barlovento Apart Spa, un complejo de bloques de dos pisos con parrilla, protegido por los pinos y las acacias que se alinean tronco a tronco a su alrededor. En la noche el viento se cuela entre las ramas y su sonido parece un arrullo matizado con ese otro que llega del mar. Y con la salida del sol, los pájaros carpinteros comienzan con su toc-toc, mientras se escucha el cantar de los demás pájaros del bosque que bajan hasta la piscina a tomar agua.

En invierno, quien busque un poco de movimiento puede salir a pasear por las calles de arena con las bicicletas del hotel. Pero la mayoría está interesada básicamente en descansar y disfrutar del spa. Allí, gran parte de las paredes son de vidrio, dando la sensación de que uno está al aire libre en medio del bosque, manteniendo al mismo tiempo el ambiente resguardado y calentito. Es el caso del íntimo jacuzzi del spa, rodeado casi por completo por un ventanal cuyos vidrios se empañan por el vapor cuando afuera hace mucho frío.

Baños, algas y chocolate Toda persona que se aloja en el apart hotel, cuyas habitaciones están equipadas con kitchenette, vajilla y TV, tiene incluido un circuito de hidroterapia en el spa. En primer lugar, el huésped se da un baño de hidromasaje con esencias aromáticas en el jacuzzi con capacidad para dos personas. Luego se pasa al sauna seco y también al baño finlandés, un sauna de vapor que alcanza los 45 grados de temperatura. La persona elige el día y el momento para darse estos placeres. Otro de ellos es la ducha escocesa, que consiste en chorros a presión que van de caliente a frío y sirven para activar la circulación y tonificar los músculos. Por último, el tratamiento incluye una sesión de masaje descontracturante.

Entre los servicios que se contratan aparte están los de estética facial y corporal. El tratamiento más pedido por los clientes es la talasoterapia, una aplicación de algas marinas deshidratadas sobre el cuerpo. Un tratamiento facial de talasoterapia comienza con un pulido previo con crema exfoliante que limpia y elimina las células muertas. Con la piel limpia se aplican las algas y se realiza un masaje mientras se deja secar el polvo de algas humedecido, que de esa forma penetra en la piel. Finalmente, se aplica una crema nutritiva e hidratante.

La chocolaterapia es la última moda en tratamientos de belleza en los spas. Se trata de una aplicación en todo el cuerpo con crema hidratante en base de cacao. La persona recibe un masaje que –literalmente– embadurna todo el cuerpo con chocolate, desde los pies a la cabeza.

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