Imprimir|Regresar a la nota
Domingo, 9 de mayo de 2010
logo turismo
ITALIA La región de Como, en Lombardía

El lago de los sueños

En el norte de Italia, en la región de Lombardía y rodeado de montañas, el lago de Como revela uno de los paisajes más fascinantes de la península. Lecco, Como, Bellagio y otros pueblos se suceden junto a sus orillas, reuniendo entre valles, colinas y praderas la belleza natural con el patrimonio histórico.

Por Graciela Cutuli
/fotos/turismo/20100509/notas_t/lp03fo02.jpg
Cremia, con vista a los Alpes. El paisaje de la región se toca con la vecina Suiza.

“Encerrado entre dos cordilleras y ceñido de senos o golfos respectivamente formados por los ángulos entrantes o salientes de las montañas que lo limitan, tiende el lago de Como hacia el mediodía uno de sus brazos, que estrechándose de repente entre un promontorio a la derecha y un ancho ribazo a la izquierda, toma ya cauce y forma de río: el puente que en aquel sitio une sus dos márgenes parece como puesto allí para hacer más señalada esta trasformación y marcar el punto en donde, cesando de ser lago, vuelve a ser el Adda, hasta que ensanchándose más abajo sus orillas, derramadas sus ondas y remansándose en nuevos senos y golfos, vuelve otra vez a tomar nombre y forma de lago.” El párrafo, célebre en la literatura italiana, es la descripción con que Alessandro Manzoni comienza su novela Los novios, ambientada en el pueblo lombardo de Lecco, precisamente en torno de este lago cuyos paisajes de ensueño lo convierten en el marco perfecto de una historia de amor.

Con menos romanticismo, para la geografía se trata del tercer lago italiano por extensión, que alcanza 145 kilómetros cuadrados, y el primero por su desarrollo perimetral, de 170 kilómetros. Visto desde lo alto, allí en el norte donde se ensancha la bota italiana, tiene la forma inconfundible de una Y invertida. La imagen también recuerda la figura humana, una sensación que refuerza el dicho popular: “El lago de Como tiene forma de hombre, con una pierna en Lecco y otra en Como, la nariz en Domaso y el trasero en Bellagio”. Ese cuerpo se extiende en el corazón de un territorio cambiante y sugestivo, que pasa de las rocas agudas a las laderas cubiertas de hierba, matizado por pueblos que se dirían salidos de una postal teñida por los siglos. Por la mañana temprano, cuando empiezan a disiparse sobre las aguas tranquilas del lago las brumas de la madrugada, el paisaje invita a la nostalgia y el silencio, a la contemplación pura de las aguas que fascinaron a Manzoni, pero también a Lord Byron, Stendhal y Liszt.

Cernobbio y la aristocrática Villa Erba, sobre la orilla occidental del lago de Como.

COMO, LAGO Y CIUDAD Como ciudad, en el extremo sur del lago (llamado también lago de Lario), es un buen punto de partida para explorar esta región donde Italia empieza a familiarizarse con la vecina Suiza. Rodeada de muros medievales que cercan el centro histórico, Como es elegante por la armonía de sus mansiones y palacios de los siglos XVIII y XIX, sobriamente decorados en los portales, las ventanas y los balcones con rejas de hierro forjado. En la llamada città murata –el área cuadrangular y peatonal rodeada de murallas– se concentra al mayor interés histórico y artístico, con puertas y torres medievales, entre un sinfín de patios internos, atrios, jardines y pasadizos que la convierten en una delicia para los ojos y las lentes fotográficas. A pesar de su discreción, Como no puede sino revelar en cada detalle la riqueza que la sostiene, basada hoy en dos pilares: la industria textil (sobre todo la seda) y el turismo. El Duomo y las iglesias de San Fedele y San Abbondio se destacan entre los demás edificios, así como la neoclásica Villa Olmo, que alojó alguna vez a Napoleón, a Metternich, al emperador Francisco Fernando y a Garibaldi. Es que en Como y en Lombardía, lo mismo que en Los novios, se entreteje parte de la historia de Italia y la rebeldía de la región frente a los ocupantes austríacos. Para los comaschi es un buen motivo de orgullo, además de haber sido la ciudad natal de Alessandro Volta, el inventor de la pila, a quien le está dedicado el Templo Voltiano de la avenida Lario Marconi.

PUEBLOS DEL LAGO Partiendo de Como y remontando la orilla occidental del lago, la más concurrida, se suceden varias ciudades dignas de visitar. Cernobbio es la sede de grandes “villas” señoriales, como Villa d’Este y Villa Erba; más adelante Moltrasio fue la favorita de Vincenzo Bellini y el primer ministro británico Winston Churchill. Pero en Laglio no se quedan atrás: aquí les gusta recordar que el pueblo fue elegido por George Clooney para comprarse tres mansiones y defender desde sus orillas la belleza paisajística del lago de Como.

Bellagio y sus mansiones señoriales, donde comienzan los brazos meridionales del lago.

La zona del “alto lago” tiene un paisaje más solitario y aguas más movidas: la breva, el viento del sur, hace de esta parte un lugar perfecto para la navegación a vela. Pero aquí también hay reminiscencias históricas recientes: en el pueblo de Dongo fue capturado el dictador Benito Mussolini, en 1945; no muy lejos, en Giulino di Mezzegra, fue ejecutado.

BELLAGIO LA BELLA Más al sur, exactamente donde la cuenca glaciaria del lago de Como se ramifica en sus brazos meridionales, frente a la cadena alpina, se encuentra Bellagio, la ciudad que muchos consideran la más bella del perímetro lacustre. Bellagio guarda un recuerdo valioso: sobre el muelle de Loppia están ancladas las dos últimas “góndolas larianas”, como se llama a las antiguas embarcaciones a vela para transporte de mercaderías que caracterizaron durante siglos el paisaje del lago. “Rosina” y “Giulia”, porque como manda la tradición tienen nombre de mujer, fueron reemplazadas hace tiempo por medios de transporte más modernos, pero desde allí recuerdan su alcurnia romana y las imágenes de cuando estaban en actividad, hasta mediados del siglo XX.

Vista desde los miradores circundantes, Bellagio se extiende al pie de un promontorio que se interna en el lago, en un paisaje bellísimo. Rodeada de antiguas mansiones nobiliarias, con soberbios parques y jardines, su imagen se refleja en las aguas del Lario con un aire aristocrático que atrajo durante siglos a los poderosos de Europa. Villa Serbelloni, en el centro histórico, fue levantada en el siglo XV en el lugar de un antiguo castillo, emplazado donde se cree que pudo haber residido antiguamente Plinio el Joven. Villa Melzi, sobre el camino que va de Bellagio a Como, también es imponente: y aunque no se puede visitar, sí está abierto al público un pequeño museo con colecciones arqueológicas, pinturas y esculturas. Aquí también se encuentra una góndola veneciana trasladada a Bellagio por voluntad de Napoleón, y una estatua de Dante y Beatriz que, según la tradición, inspiró una célebre sonata de Liszt. El paisaje de Bellagio también inspiró al cine: aquí se rodaron escenas de Rocco y sus hermanos, de Luchino Visconti, y Erase una vez en América, de Sergio Leone.

Piazza Cavour, en el centro de Como. De aquí parten las excursiones embarcadas.

LA ISOLA COMACINA El lago de Como tiene una sola isla, pequeña pero cargada de historia: la Isola Comacina fue independiente y asediada en la Edad Media; más tarde se alineó con Milán en su guerra contra Como; y finalmente como venganza su fortaleza fue destruida por los comaschi con ayuda del emperador alemán Federico Barbarroja. Sólo quedan, desde entonces, la iglesita de San Giovanni, la posada favorita de Alfred Hitchcock y un grupo de casitas racionalistas levantadas por el arquitecto Pietro Lingeri. Junto a las aguas de la isla, la “zoca de l’oli” (cuenca del aceite) designa al territorio italiano más septentrional donde crecen olivares y se produce un excelente aceite de oliva. Si hay un momento ideal para visitar la isla, es el domingo más cercano al 24 de junio, cuando durante la fiesta de San Juan se realiza una procesión de embarcaciones y un mágico espectáculo de fuegos artificiales sobre el lagoz

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.