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Durante la época estival, y por su ubicación geográfica en el extremo austral del Hemisferio Sur, Ushuauaia tiene una reducción llamativa de sus horas de luz por día. Entre el 21 de diciembre de cada año y el 21 de junio, el ocaso del sol se adelanta dos minutos por día. De esa forma, una vez que el calendario llega al 20 de junio, el sol asoma sus tímidos rayos a las 10 de la mañana sobre las pálidas cumbres nevadas que rodean la ciudad y a las cinco de la tarde ya se retira de manera definitiva. Es el día más corto del año –cuando comienza el invierno–, y en Ushuauaia se celebra con una fiesta conocida popularmente como la de la “Noche más larga”.
Pero eso es sólo el comienzo. Durante la temporada invernal, Ushuauaia es el centro desde donde se irradian sobre la nieve y el hielo no sólo los deportes sino también los paseos en trineos tirados por perros, algunas excursiones por el Parque Nacional Tierra del Fuego... y también el arte. Y para ir agendando con tiempo el viaje, un breve informe sobre cada una de estas actividades en el invierno del Fin del Mundo.
ESCULTORES EN LA NIEVE Todos los años se realiza en Ushuauaia un original concurso de esculturas. La sede de esta impactante muestra de arte en el hielo varía de año a año y se desarrolla en tres jornadas consecutivas al aire libre, a mediados de agosto. En la próxima edición se prevé la participación de una veintena de equipos integrados por un máximo de tres personas cada uno, quienes esculpirán sus obras en bloques de nieve compactada de 2 y 3 metros de largo y alto. La temática es completamente libre y el público observa todo el proceso de creación. Los elementos de trabajo permitidos son escaleras, palas, ralladores y serruchos.
La iniciativa del concurso data del año 1995, cuando un grupo de artistas locales convocó al “Primer Encuentro de Escultores en Nieve”, en el que participaron artistas nacionales e internacionales. Los resultados obtenidos en cuanto a participantes y calidad de las obras, así como la gran aceptación por parte de los espectadores, determinaron la continuidad del evento.
LA MARCHA BLANCA Sin el apoyo de mitos ancestrales propios, la joven población fueguina fue creando algo así como nuevos ritos. Desde hace unos veinte años, en mitad del invierno, familias enteras se ponen los esquíes y aferran los bastones para emprender con centenares de otros esquiadores la Marcha Blanca. Con las finas tablas del esquí de fondo, se deslizan -de acuerdo a las edades, posibilidades y deseos– a lo largo de 5, 10 o 20 kilómetros entre bosques y valles nevados. La largada es en el Valle de Tierra Mayor, un centro invernal apostado en lo que en tiempos inmemoriales fue un gran lago al borde de las montañas; hoy es un inmenso campo de turba que en invierno desaparece bajo la nieve. Bien abrigados, con ropas livianas según la experiencia previa, o disfrazados de lobos y castores, los fueguinos –cuyas edades oscilan entre los cinco y los sesenta y tantos años– se lanzan con excitada alegría a esta larga marcha blanca. En eso está su encanto: no hay equipos sofisticados ni clima “fashion”; sólo gente que disfruta la nieve de su vida cotidiana.
CONTRA LOS MALOS AUGURIOS En todos los rincones del mundo, donde el invierno está ligado a los deportes, se realiza la vistosa bajada de antorchas sobre esquíes por la ladera lisa de una montaña nevada. Y en Ushuauaia, ese espectáculo se brinda a mediados del mes de julio, cuando un grupo de esquiadores y snowboarders experimentados camina durante unas dos horas hacia la cima del Glaciar Martial para dar la bienvenida a la temporada invernal. Indiferentes a las bajas temperaturas de la época más fría del año, llegan a lo alto para colocar allí los fuegos artificiales que más tarde irrumpirán en medio de la oscuridad iluminando con rojos, azules y verdes los picos nevados. Finalmente, el grupo comienza elesperado descenso, cargando en sus manos las antorchas que iluminan su extraña danza sobre la ladera nevada. La ceremonia culmina con la quema del “Muñeco de los malos augurios”, que espera a los esquiadores al final del recorrido. Con el rito del fuego, los pobladores expresan su deseo de ahuyentarlos para que el invierno traiga mucha nieve y ningún accidente.
PISTAS FUEGUINAS En comparación con otros lugares del mundo con similar latitud en el Hemisferio Norte, las temperaturas invernales de Ushuauaia no son tan bajas, debido al carácter insular de Tierra del Fuego. La temperatura promedio en la ciudad es de 1,6 grado centígrado entre los meses de mayo y agosto, mientras que en julio –el mes más frío del año– las mínimas extremas en los valles son de hasta 21 grados centígrados bajo cero.
Cuando la nieve cubre las escarpadas cadenas montañosas y los profundos valles, la geografía fueguina se convierte en uno de los mejores escenarios del país para la práctica del esquí alpino (en descenso), esquí de fondo o nórdico (en terreno llano), y esquí de travesía (sobre terrenos mixtos), entre otras modalidades deportivas.
El esquí alpino –o esquí de pista– es el deporte de invierno por excelencia. En Ushuauaia se lo practica en los centros de montaña, como el Cerro Castor y en el Centro Recreativo Glaciar Martial.
El esquí nórdico o de fondo tiene la ventaja de que es apto tanto para especialistas como para aquellos que lo intentan por primera vez. De alguna manera es casi como caminar por la nieve sobre superficies más o menos planas, en medio de paisajes espectaculares. Y además se lo puede practicar en familia porque es accesible a todas las edades. Se recorren itinerarios trazados a lo largo del Valle de Tierra Mayor, con diferentes longitudes y dificultades según el nivel escogido por cada esquiador.
El romántico deporte del patinaje sobre hielo se practica en Ushuauaia en el ambiente natural de la Laguna del Diablo, ubicada dentro del Barrio Andino. La entrada es gratuita y además se puede patinar de noche, ya que está iluminada.
SOBRE PERROS Y GATOS Tierra del Fuego es considerada un lugar excepcional para la cría de perros siberian huskies y alaskan, razas que se caracterizan por su resistencia a las bajas temperaturas, su aspecto de lobo y unos ojos tan azules y diáfanos como los glaciares. Se los utiliza para viajar por la nieve, una modalidad originaria del Polo Norte que surgió de la necesidad de atravesar con rapidez las grandes extensiones heladas. Pero con el tiempo se fue transformando en una manera distinta de entrar en contacto con la naturaleza, hasta convertirse hoy en un deporte competitivo llamado sled-dog que convoca a adeptos de todo el mundo.
La autoridad máxima en sled-dogs en Tierra del Fuego es un personaje ya célebre en la provincia –que parece salido de una novela de Jack London– conocido como el Gato Curuchet. Se define a sí mismo como “musher, navegante, buzo, montañista y amante de la nieve y los hielos”. A sus veintiún años –a comienzos de los ‘70– llegó hasta Ushuauaia a dedo con la intención de irse en barco a Alaska. Pero asegura que quedó tan deslumbrado por la fuerza del lugar que se quedó aquí para siempre. Sin embargo, su sed de aventura lo llevó a viajar por el mundo y vivir con los indios sioux en Estados Unidos, y más tarde con los esquimales, de quienes copió algunos aspectos de su cultura. A tal punto aprendió la habilidad de conducir trineos tirados por perros –una técnica inventada por los esquimales– que fue a competir a Alaska, una suerte de meca de este deporte. Pero lo más asombroso es que fue el primer y único latinoamericano en ganar el título de “Deportista del año” en un torneo dedicado a John Beargrease, un antiguo cartero que repartía la correspondencia recorriendo 700 kilómetros en trineo.
El Gato Curuchet realiza hoy en día excursiones turísticas en sled-dog y también recibe huéspedes en su rústica cabaña de madera para llevarlos arealizar extensas travesías por la montaña. Vive en las afueras de Ushuauaia, en Altos del Valle, en medio de bosques y montañas. En el living de su casa están todos sus trofeos y los mapas de sus expediciones antárticas. Conocer las aventuras del Gato es uno de los atractivos principales de esta visita a su criadero, colmado por más de 80 perros huskies.
Esculturas de hielo: Más información en la Asociación para el Arte “Formas de Fuego”. Tel.: (02901) 42-3143. E-mail: [email protected]
Excursiones en trineo: El Gato Curuchet realiza cuatro travesías al año, que duran dos días, recorriendo un total de 42 kilómetros. También hay vueltas cortas de 2,5 kilómetros y de 7 kilómetros. Además hay una excursión nocturna llamada “Fogón Blanco”, que dura dos horas. En la web: www.gatocuruchet.com.ar
Dónde informarse: Casa de la Provincia de Tierra del Fuego en Buenos Aires. M.T. de Alvear 790. Tel.: 4314-3133. Sitio web: www.tierradelfuego.org.ar - www.cerrocastor.com
En agosto de cada año se realiza la competencia internacional “Ushuauaia Sleg-Dog Race”, que se viene realizando desde 1996 con la participación de competidores argentinos y extranjeros. La excitante travesía está dividida en diferentes etapas que se desarrollan a lo largo de varias jornadas, donde los corredores deben completar exigentes circuitos atravesando día y noche el escenario del Valle de Tierra Mayor.
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