Página/12 :: turismo :: DELTA TERRA

Desde el año pasado, el Tigre cuenta también con la reserva privada Delta Terra, sobre el arroyo Rama Negra Chico. El proyecto une los esfuerzos privados con los de la fundación Félix de Azara, que se encargó de instalar un centro de interpretación y de formar a los guías para acompañar a los visitantes durante el recorrido. Delta Terra funciona como un refugio de vida silvestre que combina la recorrida del centro de visitantes –didácticos y claros, sus paneles explican sobre la flora y fauna local, además de los procesos de formación del Delta– con el paso por los senderos interiores de la isla. En este caso es posible hacer la visita autoguiada o bien acompañados por los expertos de la fundación, la mejor opción para aprovechar su conocimiento sobre una zona tan particular, donde se superpuso al ecosistema natural un largo período de explotación humana que le cambió la cara prácticamente para siempre. Delta Terra tiene una categoría de “paisaje protegido” y, debido a las modificaciones naturales en el ambiente, según la estación y la altura del río, cada visita puede resultar totalmente diferente. Plantas nativas y plantas exóticas conviven con naturalidad, a veces con paisaje de jardín, a veces con paisaje de selva. La reserva tiene 16 puntos panorámicos que permiten divisar el entorno en toda su amplitud, y tiene proyectada la creación de un centro de rescate de fauna silvestre rioplatense. Entretanto, a la visita a pie se le puede sumar la alternativa de navegar los canales internos de Delta Terra en kayak, así como tomar clases y organizar travesías diuernas y nocturnas.